A los profesionales de la politica local

 

Vivir del cuento

Hay políticos en los municipios que no tienen experiencia laboral. Ni otro trabajo que acredite formación.

No es la primera vez, ni será la última, que escribo a los “cuentistas de la política municipal” que pertenecen a una familia con poder, están en el Consistorio como medio de vida, y cuyo único mérito es el de estar afiliado a un partido político e ir escalando en otro independiente, para situarse y mantenerse el mayor tiempo posible en él; sin otra finalidad que disfrutar de un poder que les permita gobernar a su antojo.

No entiendo por qué, de la misma forma que cualquiera necesita un nivel  para acceder a cualquier puesto de trabajo, a los políticos locales no se les pide más que influencia en los votos, ni tan siquiera experiencia laboral. Puede haber  buenos políticos, pero desgraciadamente quedan desdibujados por la ambición.

Para elegir un contable en una empresa  el dueño entrevista a quince candidatos, les hace veintidós exámenes, los tiene de prueba tres meses y le hace trabajar diez horas. Y si rinde, deposita en él su confianza.

En la política a un señor de un partido lo colocan de concejal , con un presupuesto millonario y sin que nunca haya dado prueba de su capacidad. Su único valor son las siglas, la relación masónica con sus compañeros y hasta la ideología se le supone. ¿Contrataría el empresario a este concejal como contable de su pobre negocio? Nadie lo haría. Por eso la desconfianza en los políticos alcanza la tercera preocupación de los españoles.

·    CONSIDERAN LA POLÍTICA COMO UNA SALIDA LABORAL MÁS.

La experiencia laboral supone, o al menos presupone, ayudar con vivencias y conocimientos al desempeño profesional, además de permitir salir en cualquier momento, protegiendo la independencia propia, el decoro y el modo de vida. Pero son muchos los que, sin estudios, ni preparación acceden a una concejalía municipal, con el sublime mérito de pertenecer a un familiar influyente, de un cargo electo histórico. Son estos políticos los que pasan a gestionar los euros del presupuesto de los contribuyentes mientras todavía están alejados de la vida real, de los problemas y de la forma de vida de sus convecinos . Aportando al pueblo una  mala imagen de la política, y lo que es peor, mostrarla como un reducto elitista, con salarios imposibles de conseguir en su mundo laboral.

·      EL SUELDO DE LOS POLÍTICOS

De eso precisamente también quiero escribir hoy. Todo el mundo sabe que alguien tiene que gobernar un municipio (o cualquier otra organización compleja, pública o privada) y que este trabajo exige dedicación exclusiva y medios humanos y materiales para llevarlo a cabo con eficacia.  Nadie sensato se opone a que las personas capacitadas, que desempeñan un trabajo municipal cobren una justa remuneración por él. El problema  empiezan a surgir cuando concretamos a qué cantidad nos referimos cuando hablamos de justa remuneración. Pero hay demasiados alcaldes y concejales que son parásito, expertos en vivir de los ciudadanos que le hospedan, con los que acaba, pero sin aniquilar del todo, para que sigan pagando impuestos y sosteniendo su poder y lujos. Por eso para finalizar, yo me pregunto: si la escasa preparación académica de muchos de nuestros políticos municipales no nos estará pasando factura, y si la falta de ética, demostrada, de muchos de ellos no nos llevará a un callejón sin salida.

Sinceramente creo que nos merecemos algo mejor de lo que se nos ofrece, actualmente, en la política.