El Canal de Isabel II: centralista, opaco y excluyente

LUJO URBANO, ABANDONO RURAL Llevo años observando cómo se gestiona el agua en la Comunidad de Madrid. Y cuanto más lo analizo, más me cuesta entender cómo una de las regiones más ricas de España puede seguir tolerando que existan pueblos sin acceso regular al agua corriente. No porque no haya tecnología. No porque estén aislados. Sino por pura negligencia institucional , estrategia electoral y una lógica de exclusión profundamente clasista . El Canal de Isabel II , esa empresa pública que tantas veces presume de eficiencia y sostenibilidad, sigue funcionando con un modelo propio del siglo pasado: centralista, opaco y excluyente . Mientras sus responsables sacan pecho por beneficios netos de 154,7 millones de euros en 2023 , muchos municipios siguen sin una red de agua moderna ni previsión de mejora. Valdemorillo: la excepción con suerte… ¿o con votos?