Si no se pone por delante la honestidad, la decencia en el manejo de los asuntos públicos.
¡Que no nos cuenten historias sobre la regeneración de la democracia! Cuando en este blog he sacado el tema de la posible corrupción municipal vivida en el pasado reciente y la implicación directa o indirecta de otros políticos o de funcionarios municipales, las intervenciones son numerosas, pero no resulta fácil que la clase política haga un mínimo gesto de incomodidad. En alguna ocasión he pretendido acceder a la información pública municipal y el proceso no resulta sencillo, nada sencillo. Supongo que este paso será mucho más simple para cualquier funcionario municipal o concejal de la oposición, a cualquiera de ellos les pedimos que cumplan con su compromiso. Ese callar ante la injusticia, por no hablar de quienes no sólo silencian, sino que se ponen del lado del infractor, es la causa de muchos de los males que padecemos. El callar ante la violencia de género, el callar ante abusos laborales, el callar ante la corrupción, el callar cuando lo necesario es hablar, ya q