El pueblo más limpio es el que menos se ensucia
La limpieza del pueblo se logra con ejemplo y cultura. Hay que empezar a tomar conciencia desde la escuela y en el ámbito familiar que, mantener limpio nuestro entorno no se refiere únicamente a limpiarlo cuando está sucio, sino, lo que es más importante, procurar no ensuciarlo. Por lo tanto hay que empezar a enseñar a los niños que no se deben arrojar cosas al suelo público que hay que depositarlo en las papeleras correspondientes o guardarlas en el bolsillo hasta llegar a casa, esta práctica repetida sucesivamente hace que el niño adquiera el hábito de no arrojar nada al suelo. De la misma manera que si comen un plátano saber que hacen con su piel, si comen una chuchería que hacen con su envoltorio...etc. En este punto debo contar una anécdota que me ocurrió en la tarde del viernes pasado paseando con mi nieto desde la óptica que hay en la plaza del pueblo hasta la casa de cultura. Al poco de salir de la óptica, mi nieto me dijo que hacía con el papel de una chuchería q...