Valdemorillo Despierta

La política se presta divinamente a la hipocresía El nivel de democracia se mide, o se debe medir, en función de la honestidad de sus gobernantes, debemos tenerlo en cuenta a la hora de ir a votar, para que nuestro voto sea una muestra de auténtica confianza a la personalidad del político o políticos y no a las promesas o ideologías no fundamentadas o acomodaticias. Hemos podido conocer algunos actos de fragante corrupción por filtraciones al margen de las instituciones. Es que la política se presta divinamente a la hipocresía tal vez por eso, es el campo que utilizan los más sinvergüenzas que pretenden enriquecerse de forma ilegal y más rápidamente. En los últimos años todo se ha permitido a nivel global y no hace falta ser demasiado perspicaz para darse cuenta. Y es que cuando la hipocresía política se une al cinismo estructurado apunta a una complicidad manifiesta, ordenada y sociológicamente concertada que deriva en una práctica potencialmente corrupta y no solidaria co

Ante unas elecciones que pudieran servir de poco. Cuando la premisa es: “La justicia es igual para todos", frase tan cínica y falsa como aquella del: "El trabajo os hará libres", de pasado recuerdo. Cuando hay en nuestra sociedad seis millones de parados y otros tantos con trabajo precario. Cuando en la sociedad se da el contraste de lujo frente a los que hacen colas para comer de la caridad. Cuando parece, por las señales, que todo va a seguir igual. Cuando se siente que en Valdemorillo podría ganar Pilar López........., debemos intentar ampararnos en el recurso del pataleo, razonando que la situación Carmen Villanueva candidata a alcaldia por Pivalde  que vivimos no es culpa de los que votan ni de los que se abstienen. Los que menos pinchamos y cortamos tenemos nuestra cuota también, pero “ni tú ni yo” podemos solucionar nada con nuestro voto o no voto, somos un granito de arena en una playa privada con unos muros a levante y a poniente, que impiden