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Mostrando entradas de enero 23, 2022

La Transparencia, ahora, más necesaria que nunca

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  CARTA DIRIGIDA A LA PRESIDENTA DEL PP DE MADRID. Sra. Presidenta, como decía Eisenhower, la política debería dedicarse a tiempo parcial por todo el mundo; por tal razón, nosotros hemos tomando como referencia el Artículo 3.1 de   Ley Orgánica 3/1983, de 25 de febrero, de Estatuto de Autonomía de la CAM, y entendemos que el Gobierno Municipal Valdemorillo debería coincidir en provechos con el de Madrid en mayor y mejor transparencia.  https://aytovaldemorillo.sedelectronica.es/transparency Sra. Ayuso, los vecinos de este pueblo pedimos que siga usted más de cerca de todo aquello que trasmitimos en nuestra crítica constructiva habitual, a fin de asegurar que los ciudadanos de Valdemorillo tengamos la claridad democrática necesaria que se exige en la Ley se Transparencia para que se asemeje a la que tienen otros municipios de Madrid.  Lo cierto es que: la transparencia no se enumera entre los principios del artículo 103 de la Constitución, pero se tiene en cuenta en el 105, cuando

La fiesta de los toros, versus ser buen alcalde

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  Con un pantalón bombacho negro, faja roja, camisa blanca, chaleco negro y… a bailar “el rondón”  La política es una profesión desacreditada, donde cada paso es comentado y juzgado por los demás. No basta con ser un buen profesional de la política y una persona respetable para ser Alcalde, hay que amar al pueblo, pero no de boquilla en un acto festivo, creer firmemente en lo que se hace disponiendo de una mezcla de espíritu de justicia y sentido estratégico, que se anticipa a los acontecimientos y se adapta rápidamente a las situaciones. Para ser buen Alcalde, hay que amar al pueblo, cercano a la realidad y capaz de marcarse objetivos y metas factibles: no pactando a cualquier precio a fin de preservar su puesto con la vista puesta en otro lugar diferente del pueblo. Para ser buen Alcalde hay que innovar  y recuperar los componentes y funciones que dan valor a las propiedades de su proyecto, también de verdad y no políticamente de boquilla. El buen regidor necesitará cautela en sus