Opinar con libertad
Una parte destacada de la población no se atreve. Sin embargo cuando lo hace desde el “anonimato”, juzga con una dureza desproporcionada. Con denuncias, a veces sin un fundamento sólido, y fuera del ejercicio elemental de la crítica constructiva que caracteriza a una sociedad sana que defiende democráticamente sus intereses ciudadanos. El ciudadano tiene la obligación de comprometerse con la sociedad incluso después de depositar su voto en la urna. Participando, en la medida de sus posibilidades, en el control constructivo de la gestión política. Tanto a los que gobiernan como los que tienen la obligación voluntaria de ejercer la oposición democrática y cobran por ello. El dinero que malversa el político, el dinero que se han metido en el bolsillos, es el que servía para hacer la vida de todos un poco mejor, más cómoda. El dinero que aportamos los trabajadores al colectivo a canje de unos servicios, a cambio de vivir en una sociedad dónde ningún niño vaya a la e