A los malos políticos.
Que permanecen el poder por sus intereses y privilegios Los partidos políticos son necesarios en una democracia, eso se sabe desde la época de los griegos, desde la democracia británica en el siglo XIII, desde la revolución francesa. Los partidos políticos sustentan la democracia, pero en algunos casos se han convertido en grupos clientelistas, ya que el problema no son los partidos sino quienes los construyen. De manera que la visión que tenemos sobre los políticos suelen ser ambivalente, se les considera a la vez imprescindibles y evitables, una necesidad y un obstáculo. Y aunque para muchos sea una evidencia su descrédito, la animosidad hacia ellos conforma una mezcla indiscriminada de prejuicios y buenas razones. Las encuestas reflejan un rechazo a todos aquellos políticos que permanecen en el poder para su interés, que no quieren renunciar a sus privilegios y saben que el rechazo popular los deslegitima. Si fueran verdaderamente demócratas permitirían al pueblo con