La participación ciudadana se ha convertido

En una acción clave a la hora de gestionar un municipio.

Con esta iniciativa, los ciudadanos tendríamos un rol activo e involucrarnos en la toma de decisiones que nos afectan directamente.

Sin embargo en el pueblo, cualquier ciudadano que pretenda tener una iniciativa participativa se encuentra con todas las puertas cerradas y debe abrirlas con un esfuerzo innecesario en una democracia. No permitiendo el diálogo para conseguir objetivos comunes y no acciones individuales. 

Por otra parte, la mayoría de las iniciativas y reclamaciones duermen durante meses sobre la mesa del Secretario.

ESTAMOS VIVIENDO EL FINAL DE UN GOBIERNO MUNICIPAL CON MUCHA MÁS PENA QUE GLORIA.

Durante estos años no se ha realizado ninguna gestión que pueda destacarse para ser tenida en cuenta. Hemos tenido una experiencia anodina, con pretensión clara de mantenerse en la poltrona del poder a cualquier precio. La experiencia de este gobierno vuelve a dejar patente la falta de liderazgo y un sinfín de fisuras que se demuestra el interés de poder frente a la concierna del pueblo.

Durante todo el tiempo que he tenido ocasión de conocer la realidad sociopolítica de Valdemorillo me ha permitido realizar un análisis que debería contrastar con un cambio político y sociológico tendente a una efectiva y mayor participación del pueblo en todos los asuntos que afectan a su modelo de vida y a su integración en la gestión sociocultural.

EN VALDEMORILLO EXISTE UN INTERÉS DESMEDIDO EN ENTRAR A FORMAR PARTE DEL PODER MUNICIPAL.

Si tuviera que establecer como base principal de esta falta de comunicación entre pueblo y políticos, yo destacaría el interés desmedido que tienen algunos ciudadanos de entrar a formar parte del Poder Municipal como medio de vida, y por ello permanecer más tiempo en el poder de lo que sería necesario; y eso representa la “parte oscura de la política”. Por esa razón el interés que tiene el ciudadano por todo lo urdido dentro de la Casa Consistorial es insignificante. Y es que, para un investigador que conoce objetivos y los marcos de referencia con diferentes variables y sabe la importancia que tiene que muchos ciudadanos participen con su opinión de este debate crítico, que debiera ser constructivo si los políticos recogieran, e hicieran suyas, estas opiniones. Tal vez por eso, la importancia de significarse para dejar constancia de una opinión siempre encaminada a construir entre todos unos pueblos mucho más participativos y con profundo sentido democrático. Sobre este particular debo decir que: el alcalde se niega a parlamentar conmigo sobre asuntos que nos afectan a todos, por el mero hecho de ser crítico con su gestión. Algo que debería estar absolutamente asumido en una democracia. Esto nos da una idea clara de todo lo que comentamos en este foro y de una manera muy especial con vuestras reflexiones se realiza una recogida de datos ya solamente faltaría que acudiese también a su fase empírica con unas conclusiones con vuestro conocimiento.

LO QUE NO CABE LA MENOR DUDA ES QUE LO IDEAL SERÍA QUE SE GOBERNARÁ TENIENDO EN CUENTA SIEMPRE LA OPINIÓN MAYORITARIA DEL PUEBLO

En Valdemorillo, estamos viviendo una experiencia política que entra en conflicto con lo que constituye una elemental gestión democrática, al existir una nula participación ciudadana en los asuntos municipales. Por eso nos sentimos ajenos a los intereses del pueblo y de todos los asuntos que se ventilan en los Plenos. Debe reconocerse, que este proceder no provoca excesivo optimismo respecto de un incremento real de la participación ciudadana si se diera un mayor ámbito competencial. 

EL VECINO ES AJENO A CÓMO SE UTILIZAN SUS IMPUESTOS.

Tampoco sabe que, con su pasividad democrática, contribuye a pésimos gobiernos, como el actual, que lo único que ha hecho es mantener en el tiempo su estatus y su sueldo. Este desmesurado interés por acceder a puesto de provecho municipal, justifica el tic por acceder al poder y superponer sus intereses personales profesionales a sus trabajos públicos. El puesto político de gestión precisa de conocimientos técnicos elementales, para que el ciudadano pueda comprobar, de manera directa, que su Ayuntamiento es capaz de resolver los problemas que tiene planteados. Todavía resuena los casi siete millones de euros gastados en hacer una descomunal plaza de toros para emplearse solamente tres días al año, mientras tanto las urbanizaciones llevan abandonadas medio siglo. Por eso, nos hace falta un alcalde o alcaldesa que haga a los ciudadanos cómplices de su gestión y sea capaz de ofrecer un cometido transparente, fundamentado en la participación. Es posible preparar adecuadamente las participaciones y que se respetan los tiempos. Igualmente lograr que el vecino que asiste a un Pleno pueda enterarse de lo que se está urdiendo dentro de la gestión municipal y además lograr tomar referencia del funcionamiento de los políticos y de su trabajo.

PERO PARA PODER LLEGAR A REALIZAR ESTA EXPERIENCIA DEMOCRÁTICA, HABRÍA QUE PARTIR DE UN CAMBIO DE MENTALIDAD

Tanto en la estructura político administrativa municipal como en la mentalidad ciudadana para que sepa tomar conciencia de la importancia que tiene su aportación en el control municipal y todo lo que representa.

Los gobiernos locales se formalizan a partir del resultado de las elecciones, cumpliendo el contenido del mencionado artículo 23 de la Constitución, en cuanto a la participación mediante representantes libremente elegidos, en elecciones periódicas, por sufragio universal.

LA PARTICIPACIÓN CIUDADANA COMO DERECHO Y COMO PROCESO

D. Santiago debe usted saber que cualquier persona pueda participar en los asuntos públicos de Valdemorillo del que forma parte. Para poder hacer efectivo el derecho a la participación hay que trabajar. Para que este derecho, como cualquier otro, sea eficaz, necesita de un proceso, que garantice su existencia, requiere una acción de gobierno clara y decidida para favorecer esa participación.