El poder no corrompe:

 

SON LOS CORRUPTOS QUIENES SE APROVECHAN.

Los deberes y derechos, se traducen en un comportamiento responsable y armónico de un pueblo que se convierte en guardián del Derecho, para garantizar la higiene y transparencia del municipio. Pero, cuando no existe CONCIENCIA CIUDADANA Y TRANSPARENCIA, es fácil que haya corrupción.

Pero existe una relación directa entre la prosperidad de los pueblos y el índice de Transparencia.  Donde los servidores públicos no exigen comisiones ni gobiernan con trampas, donde los tratos comerciales con las empresas de servicios son transparentes y se cumplen, donde los ciudadanos no se engañan ni trapichean. Cuando eso acontece, suele haber Paz Social.

Me he terminado de leer el libro “Por qué fracasan los países”. Interesante de obligada lectura para los seguidores del blog. ¿El poder corrompe, como afirmo Lord Acton? ¿Cambia el poder lo que somos? Si el poder nos cambia, somos proclives a su influjo y nos corrompe.  Es la sabiduría la que lleva hombre hacia el poder, y ese descubrimiento nos sitúa en una nueva realidad. Pero, ¿Qué ocurre cuando tenemos poder sin sabiduría? La incapacidad del hombre para usarlo de manera distinta a como lo hace, demuestra que no está hecho para ser poderoso. 

Aquellos que utilizan las instituciones en su propio beneficio, o en el de su clan, sin atender al bien común. A su vez, crean instituciones extractivas, cuyo poder lo ostentan sujetos con falta de escrúpulos y de empatía. “Las instituciones extractivas” se apartan de la obtención del bien común y dedican sus esfuerzos a su propio interés y al del grupo o partido al que pertenecen. Se mueven por su beneficio particular y acaban construyendo relaciones parásitas con el resto de la sociedad.

Una tarea favorita de Las instituciones extractivas” está en la monetización de su poder a través de la corrupción, una práctica que requiere de cuatro actores: políticos, directivos o funcionarios, que trafican su influencia en empresas o administraciones públicas, que compran con sobreprecio o condiciones favorables a contratistas, que pagan comisiones a esos políticos, funcionarios y directivos.

Hay una alternativa a la élite parásita y corrupta. Se llama liderar para el bien común; convertirse en Otra Formación, hecha por personas con fuertes convicciones. Sus armas son la suma de valores, el sentido del bien y del mal, la voluntad para decir “no “a las propinas instantáneas de naturaleza disfuncional y la capacidad de generar relaciones colaborativas basadas en la confianza, en la reciprocidad y en el respeto mutuo. 

Un líder con virtudes pone barreras al uso del poder, no recurre a palancas faltas de ética, valora el bien común y con ello evita el efecto “pendiente deslizante”. El poder corrompe sólo a la gente predispuesta a corromperse, con el poder la corrupción adquiere dimensiones especiales. 

Para terminar, debo hacer un comentario que he repetido varias veces ¿Por qué no hay ningún político de la oposición que quiera dar respuesta a algunos ciudadanos de este pueblo, entre los que me hallo. La pregunta es relativa a las deudas contraídas con alguna inmobiliaria en el fallido PGOU y sus verdaderas causas? La auténtica respuesta, aclararía cuestiones que nos interesan a todos. Aunque la verdad termina mostrándose, siempre para vergüenza de aquéllos que no hicieron nada por descubrirla.