Los seis días que evitaron un desmán

 

El curioso episodio por el que los restos de obra que el Canal nunca pidió depositar en una zona verde casi acaban allí

El Ayuntamiento de Valdemorillo ha desestimado la pretensión constatada (y bien constatada) de alojar en una zona verde próxima a viviendas y área habitual de paseo y práctica deportiva de vecinos y visitantes, las arenas y los restos de la obra por la que el Canal de Isabel II sustituirá las viejas tuberías de abastecimiento de agua en Ampliación Cerro Alarcón. Y lo ha comunicado ¡por escrito!, señalando que las empresas implicadas (el Canal y la adjudicataria Ferrovial) no lo habían solicitado directamente a dicha corporación. ¿Entonces?

(Remitido íntegra y literalmente por un grupo de vecinos de  Ampliación de Cerro de Alarcón) 

Es tan bueno el resultado que incluso produce extrañeza. Han sido seis días (y no todos laborables) de investigar, preguntar y unir esfuerzos (entre otros, y no menor, el de este blog y el de algunos ediles) para evitar un despropósito, aunque queda la sensación de que va a ser necesario seguir atentos, despiertos, porque el fibrocemento del que están hechas las tuberías ahora en servicio va a tener un inevitablemente protagonismo en la gestión de los residuos de esta obra, aunque afortunadamente ya sabemos que no irán a parar al deteriorado paraje elegido al principio, una parcela que luce un pésimo aspecto por haber sido habitualmente usada como escombrera pese a sus credenciales de zona verde.

Así está la zona verde

¿Qué ha pasado para que, según parece, todo haya acabado bien? Muy posiblemente que este despropósito estuviera mal armado, y que alguien (o más de un alguien) no trabajara para quienes debía trabajar.

Explica por escrito el Ayuntamiento que no fue el Canal ni Ferrovial quienes se interesaron por recabar autorización para depositar los restos de la obra en la maltrecha zona verde, no, sino que en su nombre fue el administrador de esa urbanización (EUCC Ampliación Cerro Alarcón) mediante reiteradas llamadas de teléfono quien lo hizo.

Cerca de las viviendas

Un administrador que tuvo tiempo de llamar y volver a llamar al ayuntamiento y pedir a su personal de confianza que acompañara a los técnicos municipales, los policías locales y los concejales (al menos dos, urbanismo y urbanizaciones) que se personaron en la zona, pero no así de comunicar a los miembros de la Junta ni a los vecinos lo que estaba a punto de poder ocurrir con esos restos de obra.

Y de la obra en sí hasta el día de hoy (19 enero, con las obras ya iniciadas) solo ha subido un breve post a la página web de la urbanización y a la cuenta de Facebook, estrictamente para pedir a los vecinos que se mantuvieran atentos a esos canales (adiós al correo convencional o electrónico) por si se les pedía retirar los coches con el fin de facilitar el trabajo. Un ejemplo a estudiar en las escuelas de administradores de fincas sobre lo que no se debe hacer en el apartado de comunicación y transparencia. Una pregunta que quizá debería responder este profesional es por qué ha hecho los recados a dos grandes empresas, Canal de Isabel II y Ferrovial, que hemos de suponer que se valen por sí mismas para solicitar una autorización municipal, y no ha destinado esas mismas energías y ese tiempo a defender los intereses de la urbanización y de sus vecinos, que para más inri son los que pagan su sueldo.

Unos vecinos que casualmente descubrieron lo que iba a ocurrir, solicitaron en primera instancia la colaboración de este administrador para evitar el desmán, pero ellos recibieron el NO por respuesta que no recibieron ni Canal de Isabel II ni Ferrovial. “Eso no es mi cometido”, les dijo, “no es asunto de esta Comunidad”.

Así que a esos vecinos les tocó recabar del Ayuntamiento por sí mismos la información pertinente y que la Junta no tenía (proyecto de obra, plan de residuos, informe de impacto ambiental referente a la parcela y la titularidad y calificación de la misma), al tiempo que solicitaban que se protegiera esa zona verde y la salud de quienes viven cerca.

Como resultado de esas pesquisas se confirmó una vez más que la EUCC Ampliación Cerro Alarcón sigue siendo oficialmente titular de la parcela en cuestión, nos guste más o nos guste menos a los vecinos de la urbanización, entre los que me encuentro. Y si nos empeñamos en habitar en una realidad Matrix paralela en la que estamos recepcionados, lo mismo nos damos de bruces con problemas legales. Supongamos que hubiera pasado algo indeseado en esa parcela más allá de la degradación de una zona verde, que no es poco. Véase un hipotético problema con el amianto. Pues habría sido responsabilidad también de la EUCC Ampliación Cerro Alarcón, bien se hubiera encargado el Ayuntamiento de señalarlo, y el Catastro de ratificarlo, por mucho derecho que creamos que tenemos de mirar para otro lado.

Por cierto, el IBI referido a esa parcela (y posiblemente a otras) que no paga la EUCC como medida de protesta para ser recepcionados y como parte de ese habitar en una realidad paralela, es de desear que se esté depositando convenientemente en algún juzgado. Porque si no es así los vecinos habremos de pagarlo con creces, como poco, con recargo.

Comunidad Valdemorillo Despierta