Para ser un buen alcalde, lo importante es la persona.

Pero, debe querer hacer y saber desarrollarlo,... para cumplir lo que promete

Alcalde, lo importante es el “QUERER”, componente afectivo-emocional que nos lleva a “SABER”, a aprender, a adquirir nuevas habilidades, conocimientos, y que luego nos muestra el “PODER” hacer, traducido en confianza para desarrollar las acciones que necesarias para lograr objetivos.

En nuestra primera entrevista, su presencia supuso una bocanada de aire fresco, capaz de solventar los problemas acumulados en este pueblo. Ahora debo confesar que mi apreciación inicial era producto de mi utopía, y usted no logro apenas nada de lo que prometió. Por tal razón, ofrezco el contenido literal de sus promesas sacadas de https://aytovaldemorillo.com/discurso-toma-de-posesion/ en donde deja constancia de su compromiso.

En su discurso de toma de posesión, que se encuentra al alcance de quien quiera leerlo y recordarlo, usted afirmaba:  …"en este momento no me cambiaría por ninguna otra persona, porque siento un gran orgullo y para mí supone un tremendo honor asumir al cargo de Alcalde de mi pueblo.  ... suceda lo que tenga que suceder en el futuro… ponerme al servicio de todos los vecinos de Valdemorillo, intentar servirles para que mejore su bienestar" ...Don Santiago, he tenido ocasión de expresarme en varias ocasiones y en mi primera entrevista con usted, tuve la sensación de una bocanada de aire fresco que impulsaba esperanza. Pero debería tener usted claro que, la prudencia no significa únicamente cautela o previsión, más bien capacidad de conocer la realidad y tomar la mejor decisión según las circunstancias. Hace falta tener fortaleza para acometer la tarea que requiere esfuerzo y perseverancia, para insistir y resistir.

Es la fuerza y el vigor que necesitamos. Como ocurre siempre, las resultas, dependen de lo bien o mal que funcione la combinación de los tres elementos: Querer, Poder y Saber, “la trilogía del éxito”. Hay que reclamar capacidad y profesionalidad, el conocimiento, la firmeza argumental y las cosas bien hechas. Usted cometió varios errores, pero el más importante es dejarse engañar por la antigua alcaldesa de manera casi infantil para que ella lograra lo que había pretendido conseguir desde el inicio de legislatura moviendo todos los hilos necesarios para lograrlo.

Siguiendo su discurso inaugural: “Llego aquí sin mochilas, sin prejuicios y sin enfrentamientos personales con nadie… Quiero liderar un proyecto que involucre a todos los que sentimos Valdemorillo, sin exclusiones, (¿Entendí urbanizaciones?) porque solamente de esa manera, arrimando todos los hombros, podremos impulsar a nuestro pueblo para que sea un municipio más próspero y convertirlo en el municipio de referencia ... Para ello, debemos ser capaces de superar eso que siempre nos ha lastrado, la división, la incapacidad de ponerse en el lugar del otro y acordar en beneficio de todos, motivo por el que hemos perdido muchas oportunidades de desarrollo”. Estoy convencido que usted QUIERE, por eso despertó ilusión. Conocía las experiencias anteriores y estaba decidido a cambiarlas para construir algo nuevo. Tenía en sus manos el peso más importante en este triángulo. También disponía del PODER que le aportaba la alcaldía y la obligación moral de modificar algunas cosas verdaderamente importantes. Pero usted no ha encontrado el SABER hacerlo o ha estado mal aconsejado, pero la realidad es que usted no supo darse cuenta que el SABER es el mejor antídoto contra el interés personal y la improvisación cicatera de antaño,.. y usted la ha metida en su gobierno.

Finalmente, en su esperanzada intervención continuaba diciendo: En Valdemorillo necesitamos avanzar, porque acumulamos varios lustros de atraso y parálisis, plantear soluciones creíbles a los problemas reales…Que lleguen empresas, que se habrán nuevos comercios, recuperar la vida en la calle…Oferta de ocio para jóvenes y mayores, para que no llegue el sábado y el domingo por la tarde y las calles de nuestro pueblo estén desiertas… Debería tener usted claro que el PODER es indispensable. Si uno quiere y sabe, pero no tiene la forma de dominio, ha perdido antes de empezar. Para PODER, a veces, hay que renunciar a parte de los objetivos, adaptándolos al contexto y aprendiendo de él. Ha de hacer un análisis a su alrededor, tratando de entender cuál es el marco en el que desarrollar el objeto de voluntad. Y ha de SABER buscar fidelidades, compañeros de viaje, que participen en mayor o menor medida de sus propios objetivos, y que, inevitablemente, le trasladarán parte de los de ellos. Usted debería haber dejado que la moción de censura siguiera su cauce un cauce casi imposible teniendo en cuanta la realidad de sus protagonistas. Además, no deja de ser una manifestación democrática que debemos asumir cuando la realidad vivida se está separando del escenario prometido. ¿Se diferencia algo este Valdemorillo del que usted cogió? ¿hizo algo positivo para solucionar el controvertido tema de las Entidades Urbanísticas de Conservación?, ¿mejoro el funcionamiento de la Casa Consistorial? Podríamos repasar sus promesas y comprobaremos una realidad que se nos antoja muy insuficientes.

Alcalde, sí verdaderamente sabe lo que hay que hacer… ¿por qué no lo hace?... Ésta es la típica pregunta de alguien ajeno al trading al que le estás intentando explicar que tienes una ventaja para cumplir pero que no es capaz de aprovecharla porque al final se acaba saltando las reglas que previamente había establecido para ganar.

Un buen gestor, SABE que lo más difícil no es estar al tanto de cuándo hay mayor probabilidad de acertar en una estrategia sino seguir exactamente el PLAN marcado inicialmente, pero un realista que debe cumplirse en el plazo menor posible. PODER, logramos elaborar un sistema con esperanza matemática positiva en base a análisis técnico que si nos dejamos llevar por las emociones al final no seremos capaces de seguirlo y en la práctica actuaremos como si no lo tuviésemos.

El SABER debe ser revisado y convertido en objeto de reflexión porque se escapa de los modelos estándar. Es algo que tiene valor en sí mismo, como mera pericia que se transmite o como juicio crítico que cada uno (cada sujeto) debe adquirir. Por eso Alcalde, ¡SIN CRITICA NO HAY SABIDURÍA!