Para los que están haciendo de la política un negocio egoísta e insolidario.

 

Dejarnos vivir en democracia y libertad

Señores y señoras influyentes en el ámbito de la política. Me dirijo a ustedes, ¡sí, a ustedes!, los que tienen apellidos ilustres como Bravo, Entero, Partida... Les invito a que den un paso adelante, con humildad, con sinceridad y con la suficiente honestidad para dejar ver, de forma clara, diáfana y transparente, que se sitúan enfrentados a la mala praxis que abunda a este pueblo desde hace demasiado tiempo. 

Ahora, que se retira de la política alemana y europea Ángela Merkel, nos debería ayudar a todos a conocer la vida de esta mujer que constituye un ejemplo para todos los políticos del mundo 

Señores y señoras influyentes, den un paso adelante, con firme decisión y definitiva postura, para dejar claro que están en contra de todo lo que ha estado pasando en Valdemorillo. Que dejen claramente diferenciados a aquellos/as que delinquen. Que se queden definitivamente retratados todos ellos/as en un único y exclusivo marco que los distinga del resto de las personas que deseamos vivir en una auténtica democracia, con orgullo de pertenecer a un lugar limpio, transparente, con objetivos claros y con un plan definido que descubra y desenmascare a quienes hicieron malversación, cohecho, tráfico de influencias, y trapicheo, con el dinero de todos.

En definitiva, la mala praxis, aquel comportamiento que genera desconfianza, inquietud y desestabilización en las personas que intentamos salir adelante, en este pueblo con nuestro esfuerzo, desde la decencia y la voluntad. Es muy duro ver su influencia en las decisiones y percibir que el ambiente político está marcado de poca tolerancia y de peor digestión.

Que termine definitivamente el afán por ganar a costa de la influencia en la gestión municipal y que se dedicaron a hacerlo desde siempre, pero de una manera especial desde que se instauró un sistema de convivencia democrática, de igualdades, de derecho y libertad, de justicia, de reparto justo de la riqueza, de todas aquellas buenas intenciones con las que construyeron la Constitución. Y lo único que han hecho es beneficiarse amparándose en triquiñuelas y ardides, buscando la complicidad de los otros que, desde el poder y han contribuido a facilitar la labor y a allanarles el camino hacia lo ilegítimo.

Es por esto, y por muchas cosas más que sería imposible de resumir en un artículo como este, pues se necesitarían recopilar todas las artimañas que pergeñaron a lo largo de los últimos  años, que les sugiero, les pido y les recomiendo, en nombre propio y en el de muchos y muchas, que sin duda lo suscribirán, que: depongan su actitud, aquellos que han tergiversado el orden de convivencia, que lo han alterado hasta el punto de hacerlo irrespirable, invivible, o por contra, aquellos/as que desde cualquier puesto de influencia, se muestren en contra, lo denuncien y dejen aisladas a aquellas personas que han perjudicando seriamente y gravemente la salud mental y física de la mayoría de los que deseamos vivir en un lugar limpio, legal e íntegro.

Si no actuamos, acabaremos siendo devorados por incompetentes con afán de sobrevivir como sea. Algunos ciudadanos queremos vivir, y, además, hacerlo en paz y tranquilidad y, por supuesto deseamos un futuro más cierto y esperanzador para nuestros hijos y nietos.

Para finalizar debemos afirmar que quienes tienen la responsabilidad de gobernar mienten, roban, engañan o actúan en su propio beneficio contra el interés de las personas a quienes representan. Porque el sentido de la moralidad está conectado con la cantidad de engaño con el que se sienten cómodos.