Feliz verano, Sr. Alcalde.

 

Reflexiones para el final de una legislatura municipal.

Una decisión implica la censura de criterios objetivos e imparciales por un interés partidista. Esta actitud propicia el bloqueo de la ética contra la política para reducir o, al menos, acotar su ámbito.

Señor Alcalde, se impone abordar la política con la consiguiente necesidad de dignificarla, porque los problemas políticos no admiten soluciones técnicas, ni científicas, ni jurídicas, ni éticas. Lo que parece meridianamente necesario es que la mala política ha de ser neutralizada con la buena... y esto usted no lo ha conseguido en el tiempo transcurrido de su mandato.

Una decisión política: como el asunto de LA RECEPCION DE LAS URBANIZACIONES, obligaba a manejar dos recursos casi siempre escasos: el tiempo y el dinero. Un período de cuatro años y una tesorería municipal limitada fuerzan a jerarquizar las políticas y claramente, hasta ahora, usted no ha sabido hacerlo. Sin embargo, hemos tenido varias ocasiones de dialogo sobre el tema y creo sinceramente que ninguno de los Planes tratados ha sido tenido en cuenta. Sin embargo, la racionalidad política no versa sobre los medios sino sobre los fines. La política no es, racionalidad instrumental sino racionalidad de fines. El conocimiento del experto es necesario, imprescindible para aplicar políticas, pero no para adoptarlas. La única complicación de esta acción está marcada por la Ley y hay que tener valentía para tomar una decisión. Sin embargo, usted se ha limitado a tomar como referencia un PERU ciertamente mejorable.

D. Santiago, no me gustan las políticas encorsetada de partido, pero la vida me ha demostrado, como en todo, que la política requiere del equilibrio, la tensión creativa…, dualidades, en principio contradictorias: convicción y responsabilidad; entrega apasionada y cierta “frialdad” que le pueda permitir pensar en lo utópico. Sin una cierta dosis de utopía es imposible tomar decisiones, para conseguir lo posible. Tampoco usted ha sabido arriesgarse en ese cometido, sin embargo, sí tomó la peor decisión posible coaligándose con Pilar López.

Conocido lo acaecido en el pasado, gobernar Valdemorillo requiere disponer de un PROYECTO DE PUEBLO, ahora no tiene estrategia alguna, en el pasado, ...solamente intereses personales. Cuando tan solo con estrategias deliberadas es posible apreciar las tácticas emergentes, ambos supuestos implican; una política planificada, detallada y minuciosa, Expresada la idea: en ausencia de proyecto = error sin ensayo.

Alcalde, me imagino que usted se habrá dado cuenta de ello, pero sin embargo no escogió a la mejor alternativa, colocando en la concejalía social a la antigua regidora. No cabe la menor duda que la política local constituye un espacio propicio para la democracia, ya que tiene una doble dimensión: proximidad entre gobernantes y personas gobernadas. Por tanto, mayores posibilidades de rendición de cuentas e implicación cívica y, mayor eficiencia en la provisión de servicios. Esta oportunidad, con la decisión que tomo, también usted ha desperdiciado esta oportunidad de tomar el pulso de una realidad que está en la calle.

Debe tener meridianamente claro que: en cualquier momento, la ciudadanía debería disponer de recursos institucionales que obliguen al gobierno municipal a la rendición de cuentas. De esta manera el adjetivo, política, revela su especificidad con respecto al sustantivo, representación. Representar políticamente no responde a la semejanza entre personas representantes y representadas, a la reproducción en miniatura de las representadas, tampoco al vínculo jurídico entre contratantes, en una sociedad compleja y heterogénea, resulta imposible escuchar una sola voz sino una pluralidad de voces, en la mayoría de ocasiones, inarticuladas o contradictorias.

D. Santiago, desde el principio de su legislatura municipal he tenido una conexión fluida con usted y me ha demostrado talante democrático y "Savoir-faire" y he tenido en varias ocasiones interés por agradecerle esa consideración, pero eso no es suficiente y ha metido usted “la pata” de manera portentosa en varias ocasiones.

D. Santiago, la política ​ incluye actividades que se asocian con la toma de decisiones en grupo y otras relaciones de poder entre individuos. Estimo que es un trabajo complejo que exige mucho a quien voluntariamente lo asume, pero en su esfuerzo aparece un complemento critico que debe arrogarse y que forma parte de un mundo que no termino de comprender, pero como demócrata acepto todo el “paquete”. Es una acción que requiere talante y conocimientos, por esa razón y como respuesta a su reciente crisis de gobierno se me ocurren unos párrafos del Príncipe de Maquiavelo en el capítulo VI, describo: 

 ...Tiene como enemigos a todos los que sacaron provecho de los antiguos estatutos, y tiene por tibios defensores a los que se aprovecharán de las nuevas disposiciones. Semejante tibieza nace, en parte, del miedo a los adversarios, que sacaron provecho de la incredulidad de los hombres, que no creen realmente en las cosas nuevas, si no han hecho de ellas una sólida experiencia. De ahí resulta que, siempre que los enemigos tienen ocasión de atacar, lo hacen por espíritu de partido, mientras que los otros se defienden tibiamente, de modo que peligra el Príncipe con ellos.

Sinceramente creo que usted pudo estar acertado en el diagnóstico, pero no supo encontrar la solución prevista. Para resolver los efectos se alió con la causa. No hace falta llegar a tal determinismo, pero en cierto modo, todos disponemos en nuestro interior de un sutil equilibrio, donde cualquier variación ocasiona una reacción.