Seguimos analizando el último Pleno Municipal sobre Urbanizaciones.

MIENTEN LOS POLÍTICOS INCOMPETENTES Y CORRUPTOS PARA TAPAR LIMITACIONES.

No se debaten los verdaderos intereses del pueblo, se porfía eludir responsabilidades o apuntarse “tantos”

En el libro titulado: El Arte de la Mentira política un excelente manual publicado el siglo XVIII por Jonathan Swift, se dice: “la mentira y la política suelen caminar juntas, son compañeras de viaje. Hay que mentir bien y conseguir que haya siempre un punto de verdad que esconda la mentira.

El político se aprovecha de la ignorancia de una parte de la población para tapar sus opiniones. La polarización de la política se traslada al pueblo, y se atribuye la verdad en función de la ideología. Antes el político era una persona respetada, ahora de poca estatura moral.

En el desarrollo de los Plenos municipales de Valdemorillo, hay polític@s sincer@s y farsant@s en un porcentaje similar al resto de los ciudadanos, aunque las consecuencias de sus mentiras son mucho mayores. También sus recursos para mentir o, como en los buenos trucos de magia, presentar la realidad de forma distinta a como es. La distracción es también una técnica para que el ciudadano desvíe la atención de lo importante y se fije en un punto de interés alternativo que “no compromete el truco”. Si sale bien, los suyos le aplauden.

Me llamo la atención la defensa a la carta de los Presidentes de Urbanizaciones sobre la situación del Punto Limpio como una designación directa de algunos a la Sra. López. Su argumentario, el de la ex Alcaldesa, embeleso a los frágiles e indefensos políticos de la oposición para arrancarles el voto. Lo que se trataba de una gran urgencia no era más que simple maniobra torticera curtida en el disfraz de una simple documentación del registro.

No mienten todos los políticos. Los hay que mienten algo y a veces, y otros intentan no mentir y se les nota. Los que más mienten son los más incompetentes y los corruptos para intentar tapar sus actos y limitaciones. Pero, en términos generales, se distinguen más por el intento de excluir a otros actores de la esfera de la legitimidad que por mentir. Me preocupa más esa tendencia a excluir, aunque obviamente se miente”. A este respecto debo destacar una vivencia personal con el Concejal Portavoz de los Socialistas que llego a colmar los límites del cinismo o de su incompetencia, prefiero lo último.  Intento explicarlo brevemente: Llevaba trabajando años sobre la recepción no consumada de Ampliación de Cerro de Alarcón y sus causas, con una prolija documentación fundamentada en escritos firmados por la Delegación de Gobierno y Alcalde. Ese trabajo deberia constituir una propuesta sometida en el Pleno en donde el debate se centraría en hechos concretos fundamentados en derecho y las posibilidades de oposición serian mínimas. Así quedé con el grupo socialista. Su representante me reclamo toda la documentación que obraba en mi poder. Pero mi sorpresa fue descomunal cuando en el Pleno vi y oí que toda la comunicación quedo reducida a una simple comunicación exigua y sin respuesta.

Prefiero considerar la incompetencia del ponente que en un manejo indebido y espurio con el Gobierno municipal para retrasar injustificablemente el proceso pendiente de una reunión con el presidente de la Entidad Urbanística. Lo cierto es que cientos de personas esperaban una resolución en el Pleno de este asunto. Circunstancia que deberia robar votos al principal partido de la oposición municipal. De cualquier manera, espero y deseo que conoceré el manejo que empaña nuevamente la incapacidad de los políticos para abordar cualquier asunto de la Recepción de las Urbanizaciones como barriadas del pueblo.

Lo que no cabe la menor duda, es que los efectos de las mentiras en política suelen tener consecuencias en la vida de los ciudadanos y es un factor que influye en el rechazo hacia ese comportamiento de dimensión pública. Pero no está claro que a los políticos se les censure por mentir en la misma medida que se hace, por sus compañeros de partido, en el ámbito privado. No debe ser tolerable que un defensor público de los intereses ciudadanos, pueda llegar a ser tan incompetente o embustero como el Portavoz Socialista, demostrando absoluta incapacidad para defender los intereses de una parte de la ciudadanía.

Espero y deseo que este mal político socialista, por el bien de su grupo, encuentre la respuesta prometida de corrección. Porque entran en juego los mecanismos de control de que dispone la esfera pública. Entre ellos, la comunicación, un instrumento básico de la democracia para que los ciudadanos puedan acceder a la información y no dependan solo de lo que les cuentan los políticos. Tiene que haber fuentes para que la gente pueda contrastar. Por otra parte, nos quejamos más de las mentiras de los políticos que de las que se producen en el ámbito privado, pero no quiere decir que en su magnitud o su ética sean peores unas que otras.