¿El que da el voto a un político corrupto?:

¿Es cómplice de su corrupción?

Parece que nos hemos acostumbrado tanto que ya no nos intimida. El corrupto es responsable legal, pero ¿y los votantes de políticos con evidente corrupción? ¿Somos cómplices morales de sus actos?... ¿Y si esa corrupción ya está demostrada?... No hace falta que haya sido condenada. ¿Castigamos con nuestros votos a los corruptos?

Tenemos preguntas que hacernos en voz alta.

¿Sí, somos cómplices morales, aunque el voto sea secreto, porque la corrupción ha de ser intolerable en democracia y los votos a corruptos demuestran no sólo que como ciudadanos miran para otro lado, sino que con su voto apoyan y legitiman los actos de políticos ilícitos, a sabiendas de que lo son? No quiero hablar de aquellas personas que vendieron su voto al mejor postor por unos euros… que “haberlas hailas”.

El 10 de diciembre de 2013, y en respuesta a una demanda social, España aprobó la Ley de Transparencia, Acceso a la Información Pública y buen gobierno, un hito para reforzar el derecho de los ciudadanos a acceder a las actividades de la administración local, siempre tan opaca. Más de ocho años después, la Ley no ha cumplido sus objetivos y conocer las actividades de los diferentes gobiernos continúa siendo una tarea pujante.

Nuestros vecinos europeos que tienen menos corrupción cuentan con las mejores leyes de acceso directo a la información. Así, si a un político se le ocurriera una corruptela, se lo pensaría dos veces. Sin embargo, en los países que tenemos más podredura, hay comités de transparencia que intermedian entre el usuario y la administración. En ellos, la información que se hace pública es sólo la que quiere el Equipo de Gobierno. No siempre la que se reclama está en disposición de ser presentada o es completa, puede que algunos de los expedientes más comprometidos hayan desaparecido.

El proceso para que un vecino cualquiera consiguiera la información que busca en el Ayuntamiento deberia ser tan simple cono: llamar, pedir un contrato y que en un plazo razonable se le facilitase TODA LA INFORMACION Y NO SOLAMENTE UNA PARTE. Todo el mundo debería tener derecho a contactar con el Ayuntamiento y hacerlo. De manera muy especial todos los concejales que están ejerciendo en la oposición. En el fondo, tendría que subyacer una idea muy democrática, y en España ya tenemos unos años de democracia y hay que avanzar: qué se hace con el dinero de los impuestos. Y muy importante: si se quiere expandir el Estado del bienestar, lo ideal sería que los ciudadanos pagaran voluntariamente sus impuestos porque saben qué se hace con su dinero.

A los españoles nos sobra prisa, improvisación y transparencia de cara a la galería. Sí, los políticos publican su patrimonio, sus pisos.... Pero a los ciudadanos no nos debería interesar el patrimonio de un político antes de entrar en política y cuando honestamente cumple su cometido. Sí lo qué hace con el dinero público. Desgraciadamente, en España tendemos a focalizarnos en lo primero y dejamos de lado el funcionamiento de las instituciones en su conjunto.

Tendría que subyacer una idea muy democrática: ¿QUÉ SE HACE CON EL DINERO DE TODOS?

Un nuevo Gobierno Municipal arrasa cuando llega al poder y son los concejales, y no los funcionarios de carrera, los que toman las decisiones más importantes. ¿ESTO FOMENTA LA CORRUPCIÓN?  De hecho, en la Administración General del Estado al menos hay grandes cuerpos de funcionarios que pueden actuar como contrapeso, pero en los ayuntamientos existe demasiada discreción en los nombramientos. ¿Ese cargo nombrado a dedo va a denunciar a un político corrupto o viceversa? No, porque el destino que les une a ambos, la supervivencia del partido en el poder, hará que, si meten la mano en la caja, miren para otro lado.