EL "COLOR POLÍTICO" DE UN
PRESUPUESTO MUNICIPAL
Recientemente hemos podido conocer a través de internet el debate sobre este nuevo Presupuesto y la visión sobre su resultado de la oposición. Aunque la
experiencia y los datos dejan constancia de fondo, no en la forma, ya que apenas
existe tanta diferencia. Idealmente nos gustaría poder comparar municipios similares
gobernados por distintos partidos, pero, naturalmente, el hecho de que dos
municipios tengan gobiernos de diferente ideología suele reflejar la existencia
previa de contrastes en el momento de aceptar el Presupuesto.
El gobierno que preside D.
Santiago debió entregar un borrador de este nuevo Presupuesto a los concejales de la oposición.
Posteriormente el Concejal de Hacienda (en este caso el Alcalde), convoco una comisión informativa de
Hacienda (formada por una representación proporcional de todos los grupos
municipales), en la que da cuenta del borrador y en la que se debate el
contenido. La Sra. Interventora y el Sr. Secretario debieron estar presentes en
la comisión para aclarar cualquier duda de los participantes. Seguidamente, la
comisión debió emitir un “dictamen”; un documento que explica el sentir de los concejales
que están presentes, y los votos a favor y en contra del Presupuesto presentado
por el Concejal de Hacienda (Alcalde). Pudiendo incluirse en ese “dictamen” los cambios
acordados a propuesta de la oposición. Es muy importante señalar que la presentación
del nuevoPnuevo es competencia
exclusiva del Alcalde, lo que quiere decir que, en ningún caso, existia
la obligación legal de incluir otras propuestas. Como ya se conoce el Corregidor
convocó un Pleno Extraordinario, en él se debatió el Presupuesto, se sometió a
votación y se aprobó por mayoría simple: es decir, los votos a favor de la mitad
más uno de los concejales presentes, en este caso las tres derechas de ámbito estatal:
PP, Cs y Vox.
No es factible analizar hasta qué punto el color del
partido que gobierna en un municipio afecta al tipo de políticas públicas que
se implementan. Idealmente nos gustaría poder comparar municipios similares que
son gobernados por distintos partidos, pero, naturalmente, el hecho de que dos
municipios tengan gobiernos de diferente ideología suele reflejar la existencia
previa de diferencias relevantes de tipo socio-económico. No tendría mucho
sentido comparar las políticas públicas que realiza p.ej. el Ayuntamiento de
Rivas gobernado tradicionalmente por la izquierda con el de Valdemorillo desde
hace algún tiempo gobernado por la derecha. En estos municipios sus habitantes
se diferencian en tantos aspectos, muchos de ellos difícilmente cuantificables,
que resultaría arriesgado atribuir las diferencias que pudiéramos observar en
sus Presupuestos municipales exclusivamente a los partidos políticos.
Utilizando esta táctica de diseño, estudios realizados
en los países del norte de Europa muestran unas diferencias de unos pocos votos
se pueden traducir en importantes cambios políticos. Cuando los partidos de
izquierdas suecos, daneses o noruegos obtienen más del 50% de los votos en un
municipio el gasto público aumenta entre el 2 y 3% y el empleo público en un
4%. En Noruega (no comunitario) y Dinamarca, los partidos de izquierda tienden
a aumentar los impuestos sobre la propiedad y el gasto en guarderías, pero
reducen el gasto dedicado a los ancianos. Y no sólo importa quién gana las elecciones,
también influye quien consigue representación en el consistorio. En Suecia la
presencia de concejales ecologistas está asociada a la mejora de la situación
medioambiental del municipio y la presencia de concejales de extrema derecha a
un endurecimiento de las políticas migratorias locales. Desgraciadamente si en
Valdemorillo hubiera existido un concejal ecologista en el gobierno o en la oposición
el asunto de Fuentevieja hubiera tomado un camino diferente.
¿Pero qué ocurre en nuestro entorno? ¿Existen
diferencias en las políticas que llevan a cabo a nivel local los distintos
partidos políticos? Un estudio sociológico que se realizó en la Facultad de
Sociología de la Complutense, recogía una muestra de información electoral y
presupuestaria de municipios durante los últimos 25 años. El municipio mediano
en la muestra tiene unos 1.400 habitantes. Sacar al menos un voto más que el
principal rival no siempre garantiza conseguir la alcaldía, pero aumenta la
probabilidad de gobernar desde cerca del 20% a un 80%. Ahora, si analizamos el
gasto público presupuestado en los municipios, no hay ninguna diferencia
apreciable en función del partido ganador en las elecciones. Durante el período
estudiado el presupuesto medio por habitante está en torno a los 900 euros por
habitante, y es similar tanto cuando la izquierda ha ganado las elecciones como
cuando ha sido la derecha. El presupuesto para empleo público, una partida
asociada en el norte de Europa a los partidos de izquierdas, tampoco parece
variar con el color del partido en el gobierno Tampoco observamos diferencias significativas
en otras partidas como la deuda, la presión fiscal o, para años más recientes,
el gasto funcional.
En definitiva, al
contrario de lo que ocurre en los países nórdicos, no parece que en España los
grandes partidos se diferencien en el ámbito local en términos presupuestarios
en lo que se refiere al gasto total y a las partidas de gasto agregadas, al
menos en los municipios donde las elecciones están igualadas. Es difícil saber
si estos resultados son extrapolables a otros municipios y, sobre todo, si son
extrapolables a los nuevos partidos. La presencia de Podemos y Ciudadanos no ha
conseguido establecer diferencia alguna en el resultado ya que uno se asimilo a
la izquierda y el otro a la derecha tradicionales.
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