Realidad municipal

En la historia reciente de Valdemorillo

Con la Transición Democrática, el poder y dominio de las familias influyentes de Valdemorillo subsistieron en el entorno de Alianza Popular, después Partido Popular; posteriormente procuraron continuar con su hegemonía colaborando desde una acción política municipal conservadora.

Este magnífico poema de Benedetti está dedicado al Sr. Alcalde y a todos los nuevos Sres. Concejales, que no estuvieron antes calentando las sillas de los plenos

Todas estas familias, intentaron conseguir un cierto poder desde posiciones municipales y contribuir a proteger sus intereses y salvaguardarlos desde posiciones  conservadoras. Una curiosidad que confirma esta tesis, se pudo notar hace algunos años, cuando un miembro, de una de estas Familias poderosas, intento vetar la entrada de Mercadona en Valdemorillo, con el argumento que: “lesionaba intereses del pueblo”. Afortunadamente, el poderío de la empresa de Francisco Roig pudo neutralizar la acción que en otro tiempo habría sido imposible. Este detalle aislado demuestra a las claras la influencia que creían tener, estos clanes familiares, en el control de la gobernanza de Valdemorillo.

Cada una de estas familias, arrastraba tras de sí un número importante de votos con el poder correspondiente asociado a esos votos. Sobre este particular, si se auditan anécdotas de gobiernos municipales anteriores, aparecerían casos de influencia materializada, siempre en el entorno de un panorama sombrío que ha perjudicado los intereses generales de este pueblo durante demasiados años. Este dominio evitó que este pueblo se desarrollara como nuestros vecinos de Villanueva. Hay que reconocer que a pesar de la influencia creciente de vecinos que provenían de la capital, el poder se siguió  manteniendo, en cierto modo, fué la causa del fracaso estrepitoso del necesario PGOU. 

Sobre este particular yo invitaría a los partidos políticos, que en la actualidad componen los Plenos Municipales, que conocieran todas las necesarias actuaciones previas a una acción urbanística para todos, sin tener en cuenta algunos compromisos adulterados del pasado en el momento de comenzar a trabajar en un próximo Plan de Ordenación Urbana para Valdemorillo, en este caso, libre de ataduras anteriores y que permita establecer un enclave justo para las verdaderas necesidades del pueblo. Con dotaciones: escolares, sociales y sanitarias conforme a los realizados en otros lugares de nuestra proximidad

En la actualidad, debido a una serie de cambios estructurales en los partidos, aparecen nuevos grupos políticos locales que no dejan de ser minoritarios o derivados de descartes que tuvieron lugar en el seno de un partido de ámbito nacional y que no se resignaron a permanecer fuera del control al Ayuntamiento. Estos partidos, en cierta medida, no son más que coaliciones de fracciones interesadas en permanecer en el foco del poder para defender unos intereses que no son precisamente los necesarios para el pueblo de Valdemorillo. En la última elección municipal se pudo comprobar como los partidos locales, fuertemente armados, acumulaban medios que podrían superar con creces los consumidos por todos los partidos de ámbito estatal juntos. Sobre este particular los políticos de los otros partidos aseguraron una denuncia a la Junta Electoral Central. ¿lo cumplieron? Creo firmemente que no.

La parte esencial de mi argumentación anterior se sustenta en mi propia experiencia personal. El que suscribe, llegó a Valdemorillo, por razones profesionales, a finales de los setenta, cuando la burbuja del ladrillo estaba en apogeo y los madrileños nos empeñábamos en la segunda vivienda. Las múltiples urbanizaciones de Valdemorillo ofrecían un mercado magnifico para el negocio de la construcción que por aquel entonces estaba en pleno apogeo para una clase media más empoderada económicamente. Rápidamente me pude percatar que no resultaba sencillo captar clientes que desearan construirse chalets fuera del entorno de las constructoras, o sin la aquiescencia del arquitecto municipal, amo y señor de todo lo que se construía en el pueblo. El arquitecto, no podía firmar los proyectos, pero su esposa también arquitecto, era la persona idónea para que la construcción no tuviera problema alguno durante el proceso edificatorio, y esto dificultaba emprender fácilmente cualquier actividad profesional.

Si se quería trabajar en algún proyecto, se deberia conectar con algunas de las partes; conseguí hacerlo con un constructor, importante entonces y de esta manera comencé a relacionarme con este mundo dentro del entorno del poder económico del Valdemorillo, en donde media docena de familias tenían una parte del control político y económico del pueblo y por ende a los alcaldes de manera directa, indirecta o circunstancial pertenecían a este clan. Su influencia era capital a la hora que el pueblo tomara decisiones políticas que pudieran lesionar los intereses de alguna de estas estirpes.

Bien es verdad que Valdemorillo no era más que el reflejo de otros pueblos en donde El caciquismo electoral y el tráfico de influencias, constituían mecanismos de captación del voto y en instituciones arraigadas desde los tiempos de la Restauración borbónica y que se consagraron durante la dictadura. En este tiempo las clases dirigentes permanecían al frente de las alcaldías y las diputaciones provinciales. Con la transición democrática estas familias “tomaron partido” y continuaron con el control municipal de manera directa.

Debo aclarar que: por debajo de las formas democrático-burguesas que se instauran tras el fin de la dictadura, continúa latiendo en España el viejo “caciquismo”, adaptado a los nuevos escenarios que se han ido definiendo en cada momento. Una dominación que podemos rastrear en la tremenda “terquedad local” que, en la esfera política, subsistía en las décadas finales del siglo XX y continúa perdurando, de manera más atenuada, en lo que llevamos de siglo XXI.

Espero y deseo que con el NUEVO AÑO y el nuevo gobierno y la nueva oposición consigan situar este pueblo al nivel de democracia europea que resulta necesario, para que pueda ser más abierta y tolerante con las gentes menos favorecidas.