La utilización de NUESTROS RECURSOS PÚBLICOS en beneficio privado.

LA CORRUPCIÓN SE CREA, SE INSTALA, SE PROPAGA, HASTA SE ASUME. ¿SE DESTRUYE O TRANSFORMA?

A las personas que se aprovechan la política para enriquecerse hay que darlas una patada en el trasero. “Tú me ayudas con tu voto para conseguir mayoría”, "yo me corrompo, tú te envicias, tú entonces te callas para que yo me calle y sellamos un pacto de no agresión"…

Vivimos entre miles de imputados por corrupción y pocos están en prisión. Alguno y alguna, pretende seguir dedicándose a la política, bien para seguir robando o bien salvaguardar los intereses cobrados mientras desempeñaba tareas de gobierno. Nos hemos acostumbrado tanto a los chanchullos de la vida política que apenas nos sobresalta. Pero el problema no reside únicamente en los corruptos, también en los ciudadanos que conociéndola no la denuncian y que consideran los impuestos que pagamos como un dinero del Estado o del Ayuntamiento que ese dinero ya no es no es nuestro, sin conocer que vale para que tengamos mejor sanidad, buenos colegios o carreteras; Consideramos que el dinero ha dejado de ser nuestro y por eso apenas nos duele que se lo lleven los aprovechados, los golfos, los insolidarios de la política. El político corrupto es el responsable legal pero los votantes somos sus cómplices necesarios.

La corrupción supone, la utilización de los recursos públicos, nuestros recursos, para beneficio propio, dando prioridad al interés privado sobre el público que debiera ser el objetivo de la buena política. Además, permite que se propague el sentimiento de que la política es un engaño y de que no hay forma de limpiarla de prácticas indebidas.

Cuando la corrupción es noticia habitual, no hay aliciente ninguno para generar compromiso ciudadano, para evitar las corruptelas individuales, que tientan a todo el mundo y que se materializan en usar fraudulentamente los servicios públicos, en acumular impuestos para no cooperar con la salud pública, con la enseñanza de nuestros jóvenes, con la ayuda a los más necesitados. Sí, repito, en las urnas votando a los posibles corruptos se hace imposible acabar con la podredumbre. La corrupción ha de ser intolerable en democracia, por eso los votantes de los políticos corruptos demuestran no sólo que como ciudadanos miran para otro lado, sino que con su voto apoyan y legitiman los actos de políticos corruptos, a sabiendas de que lo son.

¿Quién tiene la garantía de que un político que ha sido corrupto una, dos, tres… veces no vaya a volver a serlo? La corrupción existe desde que el hombre es hombre. El humanista Tomás Moro decía: “el buen gobernante no es el que pretende servirse de la política, sino el que sirve a la política, igualmente José Mujica, ex presidente carismático y ejemplar de Uruguay: "A los que les gusta mucho la plata hay que correrlos de la política”, …. y apuntaba: “No soy pobre, soy sobrio, liviano de equipaje, vivo con lo justo para que las cosas no me roben la libertad".

La corrupción forma parte del ser humano, pero no todas las sociedades europeas, en todos los sistemas, se tienta al ser humano para que sea corrupto y desgraciadamente en nuestro entorno cayeron muchos y muchas. Si entendemos la corrupción como disposición para sacar provecho propio, todo puede ser corrupción; si tiene que ver con la función pública o política, entonces se circunscribiría mucho más a las personas que tienen cargos públicos o políticos. En este caso es más grave. Si su función es gestionar los intereses de la comunidad y antepone los intereses particulares a los de la comunidad, se está traicionando la confianza que ha puesto el pueblo al elegirle o depositar en la esa responsabilidad. Lo que haces es minar la confianza de tus ciudadanos, estás socavando la responsabilidad propia del político e hipotecando la posibilidad de hacer cosas al servicio del bien común. Resulta sorprendente que en la mayoría de los casos se es corrupto cuando ya se tiene su vida arreglada: altos cargos, personas que tienen el futuro asegurado y que vienen de un pasado fuerte. Yo lo hago, tú también, yo me callo, tú te callas. 

Ahora te hago la pregunta del millón, para que lo pienses, no hace falta que contestes, pero si tomar conciencia de una realidad que posiblemente la tengamos demasiado cerca de nosotros y sigamos haciendo la vista gorda o mirando para otro lado: ¿han sido corruptos nuestros gobernantes municipales? ……lo cierto es, que la verdad terminará sacando la cabeza en un momento, que todo se termina conociendo. A poco que leamos la prensa nos damos cuenta que cada semana alguien es descubierto en sus chanchullos anteriores. Pero hay cosas que demuestran aptitudes irregulares que deben ser denunciadas para ser esclarecidas. En estos momentos se me ocurren VARIAS QUE TIENEN RELACIÓN DIRECTA CON EL PLAN GENERAL, hay otras que en menor medida aparecen como irregulares y están rodeadas de nebulosas que demuestran arbitrariedades del poder con inciertos resultados, como el asunto de Fuentevieja. El ciudadano debe rechazar a todo político que pueda ser sospechoso de corrupción y la administración pública debe apartar de su tarea a todo funcionario implicado directa o indirectamente con un caso de corrupción administrativa. Si lo hacen los ciudadanos también lo deben hacer los políticos, de colocar en sus listas a todos aquellos que tuvieron en el pasado una actuación oscura. Alguna de estas acciones nos ha costado el dinero que deberia tener el Ayuntamiento para abordar el tema de recepción de las Entidades Urbanísticas: Una vergüenza que año tras año, que los políticos en el gobierno municipal hacen dejación de su responsabilidad para con la Ley y continuar considerando a los HABITANTES DE LAS URBANIZACIONES como ciudadanos de segunda categoría, que pagan dos veces por el mismo servicio y no protestan.

Los habitantes de urbanizaciones, representan más de la mitad de la población de Valdemorillo y deben plantearse con seriedad el votar la candidatura que ofrezca regularizar la situación de las Entidades durante los 4 años que dura su legislatura. El argumento económico no deberia seguir siendo el problema, a poco que los políticos sean capaces de depositar sobre este asunto un poco de sabiduría y buena voluntad. Pero este asunto lo iré abordando en cómodos plazos con la ayuda de mi amigo Fernando.