Al actual Gobierno Municipal de Valdemorillo

La política es una ciencia social, en virtud de la cual:

Una sociedad libre, compuesta por personas libres, resuelve los problemas que le plantea su convivencia colectiva.

Con este preámbulo ¿consideras que Política en el Gobierno y Oposición de Valdemorillo existe? ¿Cuáles han sido hasta ahora sus logros? ¿Qué está haciendo la oposición al no ofrecer alternativas constructivas que permitan una mejora de las condiciones del pueblo? ¿Se practica la autocrítica entre los políticos que hemos elegido?

En Valdemorillo, con intereses distintos, a menudo, enfrentados, con diversas visiones de los problemas y con opiniones diferentes sobre cuáles son las prioridades colectivas y cómo abordarlas, El asunto de la policía local que cada vez está peor. La regularización de las catorce urbanizaciones, una necesidad imperativa para hacer justicia. El atranque del gobierno municipal que no es capaz de avanzar en nada que no sabe pero que tampoco es capaz de dar la cara.

El fin es resolver problemas, aunque no sea a gusto de todos, pero si, al menos, de una mayoría. ¿Pero qué progreso nos están aportando este partido Progresista de Valdemorillo? ¿Cuáles han sido hasta ahora sus logros? ¿Qué está haciendo la oposición al no ofrecer alternativas constructivas que permitan una mejora de las condiciones del pueblo?

puntos de vista y opiniones existentes en una sociedad democrática. La clave de todo radica en entender que si los políticos y la política no son capaces de resolver problemas reales de los ciudadanos, entonces su legitimidad se pone en cuestión, como está ocurriendo ahora.

Hoy en día, más allá de funciones de representación, la gente pedimos a la clase política eficiencia. Que resuelva problemas en lugar de embalsarlos o darles la patada hacia adelante como están forjando nuestros actuales representantes en Valdemorillo. ¿Realmente esta gente está representando los verdaderos intereses de los votantes o están manteniendo la cara en función de otros intereses de índole personal, como intentar justificar su sueldo. La visión de cualquier Pleno Municipal, ahora al alcance de cualquiera que quiera verlo, es patética y demuestra a las claras el escaso nivel de la clase política que hemos elegido.

Todo ello hace que, incluso con independencia de prácticas equivocadas, erróneas, incompetentes o delictivas, la capacidad de la clase política municipal para resolver los problemas que afectan de manera cotidiana a los ciudadanos, haya disminuido de manera importante. Ello contribuye a minar parte de la credibilidad de la clase política que reacciona “como si no pasara nada y por eso no se hace nada.  De aquí no quisiera deducir que nada se puede hacer. Todo lo contrario, hay mucho que hacer. Pero en el ámbito de las consecuencias paliativas de los problemas y, sobre todo, anticipándose a los mismos desde una estrategia distinta de la que se corresponde con las viejas concepciones partidistas más cercanas a l siglo XIX que a nuestro siglo XXI.

Esa distancia entre sociedad, ciudadanía, posibilidades, exigencias, problemas y respuesta anticuada y encorsetada de los partidos políticos, genera el impasse en que estamos, con multitud de problemas y también de oportunidades, que solo se pueden abordar desde lo colectivo es decir, desde los políticos y la política, pero estos están “noqueados” reviviendo un pasado perpetuo como en el Día de la Marmota en el que solo ellos se encuentran.

Luchar contra la corrupción que se haya podido producir en los últimos años, transparencia, mayor representatividad, resolver la problemática de las muchas urbanizaciones que sintetizan más del 50% de la población de Valdemorillo etc. etc. Pero el problema de fondo, lo subyacente, sigue siendo que sin cambiar la manera de hacer política será imposible recuperar a los políticos como parte de las soluciones de nuestros problemas. Y, si no son la solución, serán el problema.

La diferencia entre la sociedad de hoy y la del siglo XIX es muchísimo mayor que la existente entre esta manera de hacer política y la vigente durante la Restauración. Con ello, esta sociedad se encuentra mucho menos representada por una estructura política con serias dificultades para encontrar soluciones a los problemas de hoy, de los ciudadanos de hoy, con los marcos referenciales de hoy. Ahí está el quid de la cuestión.