¿Limitar el uso de las arizonicas?

SON UN POLVORÍN EN CASO DE INCENDIO 

Se usa como elemento arbóreo de separación física entre parcelas, algunos propietarios de chalet se quejan de que las arizónicas del vecino invaden en más de un metro todo el perímetro de su parcela y el riesgo de  un incendio.

Un incendio por arizonicas

El verano se presenta complicado en cuanto a incendios forestales. Si nuestra parcela dispone de un seto de arizonicas, en el caso de un fuego, aunque este sea pequeño, si alcanza el seto se inflamará en su totalidad debido a los alcoholes y las resinas que este destila con la temperatura de verano. Una vez prendido el seto de arizonica, es difícil y peligroso intentar controlarlo con los medios de que se dispone en casa. Es preferible prevenir y acometer una limpieza antes de que lleguen los calores estivales. De esta manera, en el caso de un posible fuego, tendremos un margen de maniobra para actuar y para garantizar la seguridad.

Abundando en este asunto, la Asociación Profesional de Agentes Forestales de Madrid ha pedido que no se utilicen arizónicas para setos, son muy resinosas e inflamables y suponen un factor de riesgo añadido a los incendios de las urbanizaciones. La arizónica es una especie no autóctona originaria del norte de México y del sur de Estados Unidos, que se utiliza de forma masiva para formar setos en los chalets e incluso cercando depósitos de gas que al rodearse de setos de arizónicas se convierten en polvorines, en auténticas bombas.

Igualmente, es conveniente limpiar los tejados y canalones de hojarasca, especialmente de acículas de pino. En caso de un incendio importante en las cercanías, se van a producir corrientes de aire que pueden arrastrar pavesas que se depositen en la cubierta. Esa misma corriente colabora para activarlas y generar la llama inmediatamente. La gran mayoría de los incendios en viviendas aisladas comienzan por el tejado. Si comienza a arder y el fuego alcanza una superficie superior a un tercio del tejado, ya se considera perdido el inmueble.

También, en algunas parcelas hay depósitos elevados o enterrados de gas u otros combustibles, como gasoil. Hay que procurar mantenerlos limpios de vegetación a su alrededor. Tampoco acumular restos de poda, pinocha u hojarasca en las inmediaciones del chalet. Con esa conducta estamos preparando una pira en el caso de que se origine un fuego. En ocasiones se forma un compost de varios metros de profundidad que puede estar ardiendo muchos días por debajo después de haberse controlado el fuego.

Igualmente, hay que tener especial cuidado de que la vegetación arbórea del jardín no entre en contacto con el cableado eléctrico, sea de la tensión que sea. Su contacto provoca chispas que al caer pueden iniciar un incendio al contactar con la hierba seca. Mucho cuidado si hay un seto debajo, ya que en el interior del mismo se suele acumular muchísima materia orgánica seca y en descomposición que es un combustible para iniciar un fuego.

Los setos son altamente peligrosos cerca de una barbacoa. Esta práctica veraniega provoca muchísimos incendios en setos de arizonicas. Alejarse de ellos y prestar atención durante su manejo. Conviene tener un extintor a mano   por si fuera necesario. Atención: dirigir el agente extintor a la base de las llamas, no a las mismas. Una manguera cercana aporta mayor seguridad. Trabaja siempre con el agua a presión pulverizada mejor que a chorro. Es mucho más efectiva y se gestiona mejor. Si el incendio adquiere dimensiones en las que es necesario abandonar la vivienda, asegúrese de cerrar todas las puertas y ventanas, bajar persianas y cerrar contraventanas. En caso de tener riego automático por aspersión, es interesante dejarlo en funcionamiento. No dudar en abandonar la vivienda ante situaciones de riesgo. Los bienes pueden ser repuestos. La vida no.

Para finalizar en caso de gran incendio, los medios aéreos pueden recurrir a la carga en la piscina cercana, siempre que las condiciones de seguridad lo permitan. Esta maniobra es muy peligrosa y alejarse es lo aconsejable.

Como alternativas al seto de arizonicas, usar especies frescas, verdes, floridas, autóctonas, menos combustibles  y de mantenimiento fácil y barato como el durillo, madroño, hiedra, madreselva, acebo, aligustre, boj, laurel, lauro,…...

En algunos ayuntamientos, escasos pero muy sensatos, han caído en la cuenta del craso error y de la absurda moda de las arizónicas y prohíben ya su plantación en sus ámbitos competenciales, a la vez que promueven y fomentan la eliminación de las existentes y su sustitución por otras especies, como medida preventiva de autoprotección contra incendios.