El gobierno municipal de Valdemorillo

REPROBADO POR LA MAYORÍA DEL PLENO

Lo ocurrido en el último Pleno, representa que la realidad democrática ha dejado de existir desde la ruptura del pacto. Gobierna Valdemorillo una minoría que representa la cuarta parte de la voluntad popular, sólo desde el interés personal esta situación puede continuar.

Lo normal, la normalidad, lo normativo, son conceptos creados para tratar de regular nuestra convivencia, la conducta de las mayorías, la lógica de nuestra sociedad. Y desde, luego también nos sirve para distinguir  lo correcto de lo que no lo es, lo que está bien y mal, lo ético y lo estético. Sirve, además, para discriminar a las a los que no se ajustan a los patrones y modelos de la mayoría. Para establecer estas Normas de Convivencia, la democracia nos permite organizar poder, para que distribuya entre los ciudadanos. Por lo tanto, las decisiones se toman según la opinión de la mayoría para obtener una convivencia ordenada política y socialmente. Para que exista una democracia, es necesario: soberanía popular, libertad e igualdad.

Pues bien, el gobierno que actualmente gobierna Valdemorillo no es democrático, representa una minoría del 25% de la voluntad popular y solamente se podría sostener desde posturas contrarias al ordenamiento democrático, contraria a la libertad y la igualdad. Solamente desde un proyecto fundamentado en intereses personales esta situación se puede seguir manteniendo.

Lo ocurrido en el último Pleno, representa que la realidad democrática ha dejado de existir desde la ruptura del pacto de gobierno. Y los cinco concejales no deben enrocarse en sus posturas y deben buscar, para encontrar, una salida a esta situación. Si no la encuentran, deben plantearse dimitir por el bien del pueblo ya que han perdido la legitimidad popular y esta situación resulta ingobernable y dañina para los intereses representativos del pueblo al no tener la licitación de las urnas.

Sra. Alcaldesa, por el bien de su partido y el interés popular debe urgentemente encontrar pactos que la rehabiliten y si no lo encuentra dimitir para evitar otra deslegitimación. El trabajo de alcaldesa es un servicio voluntario al pueblo con ayuda de las urnas, nunca una manera personal de mantenerse en el poder en contra de la voluntad mayoritaria. Sin el respaldo popular, mantenerse en el poder es ir contra la lógica pública, no resulta ético y tampoco estético.

Hace unos días tuve la ocasión de manifestar a usted esta postura, argumentando el error que supuso la opción de ruptura unilateral . Usted sabia, deberia haber sabido con quien establecía un pacto de gobierno y las razones por las cuales mantenían una opción de pacto. Con la ruptura, poco inteligente, usted misma con sus acompañantes de gobierno se han posicionado en una contradicción mayestática.

La razón fundamental del pacto ha saltado por los aires, ya no existe, ha quedado diluida a la nada. Además el fundamento esencial del pacto se ha disuelto y Pilar López Partida prometió públicamente no presentarse como candidata a una nueva alcaldía, de lo cual nos congratulamos.

Gema, debe buscar para encontrar nuevas alianzas, lo tiene muy difícil, usted ha cavado su defenestración política con la ruptura del pacto. Que fraguo sin haber dado razones convincentes para hacerlo. No debe hacer lo mismo que sirvió para afear la posición de Pilar López a y su amarre interesado a un poder demasiado baqueteado para una opinión publica harta de políticos interesados. La sociedad necesita regeneración democrática, que los alcaldes representen la opción mayoritaria de la voluntad del pueblo, no los intereses personales.

Finalmente, deposito una reflexión para que quede constancia documental. Un aviso para navegantes, algo que sintetiza la opinión de algunos mentideros documentados: El uso un privilegio “interesado in persone” en la compra de material público, constituye delito de prevaricación.