LA MITAD DE LA POLICÍA LOCAL DE BAJA PSICOLÓGICA

¿Una medida de presión?

Se me ocurre como entradilla una frase de John F. Kennedy que dice: “No podemos negociar con aquellos que dicen, “lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable”

He leído con detenimiento el comentario de Maite Hernández, antigua concejala responsable de la policía municipal. Maite, es una mujer ponderada, prudente, incapaz de salir a la “palestra” si no está convencida de lo que dice. Por esa razón su sentir viene a ratificarme el problema que arrastra la policía local desde hace tiempo, además de aclararnos que tampoco se han resulto algunos asuntos de antaño que se encuentran en el entorno judicial.

Por eso nuevamente tengo que volver a insistir que hay actuaciones, de este gobierno no se pueden justificar desde una perspectiva progresista por mucho que la Sra. Cámara argumente hay en el gobierno local, 5 conservadores y 4 progresistas. Ahora, dirigido por un concejal, con el apoyo incondicional de la señora alcaldesa,… el resto de los concejales son cohorte que se manifiesta de modo diferente dependiendo del auditorio.

Se descuelga Gema González con el titular: “Dieciocho de los 35 efectivos de la Policía Local de Valdemorillo, están de baja psicológica como "medida de presión" por los cuadrantes de trabajo”,… Y se queda tan pancha; sin saber que su autoridad municipal, no habilita para despabilar razones médicas, argumentando causas medicas específicas. Incluso, aun siendo ciertas deberia ser tema tapado a solventarse dentro de su entorno. Sobre este mismo asunto, Maite Hernández parece no coincidir con el argumento de la alcaldesa puntualizando que “en el anterior cuadrante de la policía local no se marca 1.100 horas, sino más de 1.500. Un error de cálculo abultado de 400 horas y que cabría pensar que se pretende exagerar para querer llevar razón. Realizar 1000 horas al año supone que a jornadas de 8 horas diarias y 40 semanales, se trabajaría 25 semanas anuales o en meses 6. No me creo que la policía esté reivindicando eso”. Y continúa afirmando: “a la policía se la tiene que ver cuando se la necesita, y no excusa justificar las actuaciones opresoras e impuestas, achacándolo a una exigencia vecinal”. “Creo que pocas ocasiones se habrán dado en que no haya acudido la policía a cualquier incidente”. Para terminar afirmando que, “el cuadrante impuesto por el consistorio es típico de los turnos que se hacían durante la revolución industrial”. “No se puede tampoco destrozar al personal con turnos que afectan en la salud de los trabajadores, sin prever el daño demostrado de los turnos rotativos y el trabajo nocturno”.

Valdemorillo tiene con tres policías por cada mil vecinos, un ratio muy superior a la media de otros ayuntamientos de la CAM y Con un 20,4% del presupuesto total. Durante los últimos ocho años, los policías municipales de Valdemorillo han seguido un cuadrante denominado 3-6, esto es: tres días de trabajo con jornadas de 12,5 horas y otros seis días libres. El nuevo cuadrante no sigue una secuencia fija, sino que les obliga a hacer turnos de mañana, tarde y noche de forma alternativa.

Después de volver a reflexionar nuevamente sobre este argumento, haciendo especial hincapié de no opinar de algo en lo que me considero lego. Me lleva a mantener que nunca se puede negociar sobre la prospectiva de la soberbia o desde el autoritarismo irracional; hay que hacerlo con cordura y el compromiso de servicio a la sociedad. Jamás tensar la cuerda de la negociación hasta límite de riesgo. Al tiempo decirle a la alcaldesa y el resto de ediles que están para resolver problemas no para crearlos.