El silencio cómplice. 3ª Parte

TODO TIENE SU NECESARIO COMIENZO, PERO TAMBIÉN SU IMPRESCINDIBLE FINAL.

Groucho Marx opinaba que: "La política es el arte de buscar problemas, encontrarlos, hacer un diagnóstico falso y aplicar después los remedios equivocados".  Woody Allen: "La vocación del político de carrera es hacer de cada solución un problema".

La vocación del buen alcalde o alcaldesa es “servir a la gente del pueblo”, pero desgraciadamente el incentivo para dedicarse a la política es el beneficio personal, por esa razón casi nadie dimite. Los políticos de éxito son más adeptos que los fracasados a compartir esfuerzos y conquistas en proyectos en los que el mutuo esfuerzo es necesario para sobrevivir. Acompañar causas del éxito genera confianza entre el alcalde y el pueblo y estimula el compromiso de todos.

Estarán ustedes de acuerdo conmigo, en que no hay mucha diferencia entre un alcalde y un empresario. Ambos deben buscar la necesidad para cubrirla e intentar obtener beneficios a cambio de reformas, pero el empresario necesita el favor del mercado y la pérdida de confianza lo destruye. Sin embargo el alcalde necesita tan solo el apoyo corporativo de los concejales. El empresario no puede saltarse la legalidad, el alcalde sí puede; el empresario siempre ha de ser responsable de sus acciones y si vende artículos de mala calidad, tarde o temprano pagará, mientras que el alcalde no paga nunca hasta nuevas elecciones, ningún político dimite por fallar una y mil veces. Quien lo paga, la ciudadanía, ni se entera.

Doña Gema, está contribuyendo a general un estado de opinión nada satisfactorio. Propiciando un sentir, ajeno a sus oídos, que reclama cambios de actitud, más presteza por y para el pueblo y menos mantener la ocupación de personas desprovistas de ideas. Por tal razón desde este blog reclamo nuevamente a la alcaldesa: dialogo con la población disconforme con su gestión y no únicamente con un grupo reducido de concejales que defienden también sus cuitas personales.

En Valdemorillo, al igual que en otros municipios de España, el elector se pregunta: ¿Por qué algunos ciudadanos se “meten” en política, sí su preparación es mala?,…. lo hacen por pura ignorancia invenciblemente errónea. El ciudadano lo que verdaderamente necesita es una catarsis urgente de los políticos por el bien de todos, que dejen de enrocarse en su puesto y despachen con gente que conoce los verdaderos problemas.

Por otra parte, también constituye una dificultad que ningún concejal acepte ser el causante de sus errores, que el área reservada a su edilidad no funcione o funcione mal o que la gente que trabaja se encuentre a disgusto con las decisiones que toma. Como está ocurriendo actualmente con la policía local. ¿Cuál es la razón de esta atribución discrecional que hacen de los éxitos (para ellos) y los fracasos (de los otros)? Sencillamente, todos muestran una tremenda preferencia por ejercer un control personal sobre sus resultados; es decir, quieren conformar su propio destino o, al menos, pensar que pueden conformarlo de modo más directo y eficaz que cualquier otro ciudadano. Además, tienden a percibir que sus debilidades, esfuerzos y dedicación como elementos cruciales para conseguir el éxito. Por eso, cuando se les pregunta por la probabilidad de ejecutar un proyecto con éxito siempre sobrestiman sus probabilidades a sabiendas de sus limitaciones.

También hay que considerar que, la masa no es más que una suma de personas, si los individuos no eligen a una mala alcaldesa, la masa no la elegirá. Un pueblo ignorante no puede, de ninguna manera disfrutar de un nivel de vida digno, pues no tiene la capacidad para poder elegir a quien lo represente adecuadamente. Por esa razón el descontento social generalizado de los últimos años, tiene un gran peso la crisis de confianza en las autoridades. Los que mandan no lo hacen bien y desde luego de ninguna manera mejor que sus mandados o, no han sido capaces de hacérselo creer así. Cabe pensar que, si no muestran un mejor desempeño, es porque tal vez no están adecuadamente preparados para asumir esa labor.

Para terminar Doña Gema, como decía Abraham Lincoln: "Se puede engañar a parte del pueblo parte del tiempo, pero no se puede engañar a todo el pueblo todo el tiempo". 

Buenas noches y hasta mañana