El silencio cómplice. 2ª Parte

SRA. ALCALDESA: “ESTO SIGUE SIN FUNCIONAR”.
 No es lo mismo lo que es y lo que queremos que sea. Las expectativas que creamos, pueden ser peligrosas, si están alejadas de la realidad. La distancia entre lo que sucede y aquello que imaginamos determina cómo nos sentimos.  

Conforme algunas de las intervenciones del anterior trabajo, si lo que afirman algunas personas del pueblo es cierto, el Ayuntamiento está cometiendo contravención conforme a la L.O 1/2015 del 30 de marzo. En este caso, la alcaldesa deberia saber que puede estar perpetrando delito por omisión.

Creo firmemente que este gobierno, al que muchas personas del pueblo habíamos puesto nuestras esperanzas de que pudiera conseguir un cambio, estableciendo cauces informativos para que la ciudadanía estuviera puntualmente informada de los acontecimientos destacados del pueblo, está fallando de modo estrepitoso, está fracasando en algo tan elemental como la transparencia, no está cumpliendo con el compromiso de mantener al pueblo conocedor de las circunstancias heredadas del anterior gobierno. Su silencio además de abundar en la desconfianza ciudadana, acumula errores de difícil gestión que pasaran factura: económica y política, además de crear un hándicap importante en un equipo de gobierno heterogéneo. Lo que podría haber sido una ventaja, se ha transformado en lo contrario, con intereses ideológicos diferentes y dejando patente ante la opinión pública que, el único nexo de unión pasa por el apego al salario mensual.

Con los medios que dispone Valdemorillo, no deberia ser difícil orientar una gestión efectiva, estableciendo hitos referenciales para su gobierno y con un elemental principio de autoridad asumido por una parte del funcionariado. El numerario debe estar al servicio de la Función Pública y si no desempeña correctamente su cometido profesional, se debe recurrir a mecanismos administrativos que garanticen corrección conforme a Ley y a su perfil de trabajo efectivo.

La Secretaria municipal ofrece una imagen de ineficacia en la resolución de expedientes con procedimientos administrativos obsoletos que en poco se ajustan a los modelos informáticos de trabajo. La Policía local está dando imagen de disconformidad y conflicto con la manera que se está gestionando, que está llegando a la opinión pública como un conflicto interno

El funcionariado técnico-económico de intervención no existe sin que se conozcan las verdaderas razones. Ese trabajo lo desempeña un administrativo con las oportunas carencias que se traduce en una deficiente gestión y en que el concejal de hacienda debe realizar funciones que no son de su competencia. Esta situación se arrastra desde el anterior gobierno y constituye un  hándicap importante para la correcta gestión municipal. Además de las razones enumeradas con anterioridad, también la disyunción entre los componentes de este gobierno está generando una dinámica muy poco constructiva, que muestra la crisis de una autoridad no asumida.

El tiempo pasa y no se ve que este gobierno ofrezca argumentos que nos permitieran tener una imagen diferente del anterior que se mantuvo en el poder durante 5 lustros, con una manera de gobernar poco clara y llena interrogantes sin resolver, que no se han querido aclarar a pesar de haberse gastado mucho dinero en una auditoria a todas luces inoperante.

En resumen, se han producido muy pocos cambios, el Ayuntamiento funciona con los mismos vicios de la anterior legislatura, la gestión municipal, con la excepción del área de cultura, no funciona adecuadamente, la resolución de expedientes se alargan en el tiempo y la interrelación entre administrado y administración no marcha convenientemente.

Sra. Alcaldesa, creo firmemente que no se encuentra usted a la altura de las circunstancias.