La democratización de la gestión política municipal

Ante las elecciones locales de mayo.

Cada vez son más las entidades locales que se suman a la creciente necesidad de elaborar y diseñar sus políticas contando con la opinión de la ciudadanía. Esta nueva manera de hacer política permite a los Ayuntamientos tomar y desarrollar mejores decisiones. La participación ciudadana en el diseño de actuaciones públicas hace posible, de esta manera, la democratización de la política.

Lamentablemente para Valdemorillo, para llegar a poder realizar esta experiencia democrática, habría que partir de un cambio de mentalidad tanto en la estructura político administrativa municipal como en la mentalidad ciudadana para que sepa tomar conciencia de la importancia que tiene su aportación en el control municipal y todo lo que representa.

Estamos viviendo el final de un gobierno municipal con mucha más pena que gloria, durante estos años no se ha realizado ninguna gestión que pueda destacarse y ser tenida en cuenta. A sido una experiencia anodina, con pretensión clara de mantenerse en la poltrona del poder a cualquier precio. Experiencia que ha dejado patente la infinidad de fisuras que demuestran los ayuntamientos cuando el interés de poder supera con creces a la concierna del pueblo.

Durante el tiempo que he tenido ocasión de conocer la realidad sociopolítica de Valdemorillo he podido realizar un análisis del pueblo, que deberia ser contrastada con otros para poder dar una visión real de algo desconocido hasta ahora. En Valdemorillo existe un interés desmedido en entrar a formar parte del poder municipal y eso representa algunos aspectos de lo que se ha dado llamar “parte oscura de la política”. Por esa razón el interés que tiene el ciudadano por todo lo urdido dentro de la Casa Consistorial es insignificante.

En Valdemorillo estamos viviendo una experiencia política que entra en conflicto con lo que constituye una elemental gestión democrática al existir una nula participación ciudadana en los asuntos municipales. Por eso la ciudadanía se considera ajena a los intereses del pueblo y de todos los asuntos de índole general que se ventilan en los Plenos Municipales. El vecino “muestra” es ajeno a como se utilizan sus impuestos, tampoco sabe que con su pasividad democrática contribuye a pésimos gobiernos, como el actual, que lo único que ha hecho es mantener en el tiempo su estatus y su sueldo.

Este desmesurado interés por acceder a puesto de provecho municipal, justifica perfectamente determinado tic que mantienen algunos ciudadanos por acceder al poder y superponer sus intereses personales profesionales a sus actuaciones públicas. El puesto político de gestión precisa de conocimientos técnicos elementales, para que el ciudadano pueda comprobar, de manera directa, que su Ayuntamiento es capaz de resolver algunos de los problemas que tiene planteados. Todavía resuena la experiencia del dinero gastado en hacer un carril bici para Valdemorillo, el nulo resultado obtenido y sin que se produjera dimisión alguna.

Nos hace falta un alcalde o alcaldesa que haga a los ciudadanos cómplices de su gestión, que sea capaz de ofrecer un cometido transparente, fundamentado en la participación y ser capaz que los Plenos Municipales dejen de ser unos auténticos bodrios operativos para transformarse en algo asequible al interés ciudadano. Hace unos días estuve como espectador en un Pleno municipal de un pueblo de Madrid y pude comprobar que es posible preparar adecuadamente las participaciones y que se respetan los tiempos. Igualmente lograr que el vecino que asiste a un Pleno pueda enterarse de lo que se está urdiendo dentro de la gestión municipal y además logre tomar perfecta referencia del funcionamiento de los políticos y de su trabajo.

Me encantaría conocer el uso de algún vecino de Valdemorillo que haya seguido un Pleno Municipal por la red y saber la conclusión obtenida de dicha experiencia.