Merece un pueblo que no se conforme con votar cada cuatro años y desaparecer.
VALDEMORILLO: DESPIERTA, ANTES DE QUE SEA
TARDE
Valdemorillo, a veces parece dormido.
Las decisiones que afectan nuestro día a día (desde los servicios de salud
hasta la gestión de los recursos públicos) se están tomando sin apenas
testigos, sin apenas vecinos observando, preguntando o exigiendo explicaciones.
¿Dónde estamos cuando se
celebran los plenos?
Los plenos municipales son, en teoría, el espacio donde se decide el futuro del pueblo. Pero basta con asistir a uno o ver su retransmisión para notar una ausencia preocupante: la del pueblo. La sala, muchas veces, está casi vacía. Los mismos políticos de siempre, los tres vecinos participantes
los mismos turnos de palabra, las mismas decisiones que se aprueban sin
apenas fiscalización ciudadana.
¿Y nosotros? En casa. En el bar. En redes sociales quejándonos de lo mal
que va todo. Pero no estamos ahí donde deberíamos estar. Y mientras tanto, los
que sí están —los que gobiernan— actúan con la comodidad, o no lo hacen, de
saber que nadie les está mirando de cerca.
El concejal sin control, se acostumbra a no rendir cuentas
Un político local que no siente la presión de los
vecinos, termina por creer que puede hacer lo que quiera o no hacer nada
cobrando. Las decisiones empiezan a tomarse con opacidad, se priorizan
intereses que no son los del bien común, se aprueban presupuestos sin una
explicación clara ni debate real como la calefacción de una plaza de toros que
se desconocen aún muchas cosas. Y todo eso pasa aquí, en Valdemorillo,
no en un país lejano.
No
se trata solo de criticar, se trata de asumir lo que nos toca
No podemos seguir exigiendo transparencia, ética o responsabilidad si no
estamos dispuestos a hacer nuestra parte. Si no asistimos, si no preguntamos,
si no leemos ni entendemos lo que se decide… entonces estamos renunciando a lo
único que nos da poder real como ciudadanos: la participación.
Y sí, algunos vecinos ya están dando ejemplo. Se plantan en los plenos,
hacen preguntas, levantan la voz cuando algo huele mal. Pero son pocos. Y este
pueblo necesita más.
¿Qué necesita Valdemorillo?
- Plenos en
     horarios accesibles para quienes trabajan.
- Información
     clara y sencilla antes de cada sesión.
- Resúmenes
     comprensibles para cualquier vecino, no solo para los que saben de
     burocracia.
- Espacios reales
     de participación, no solo turnos de palabra de tres minutos.
Pero, sobre todo, necesita ciudadanos que se impliquen. No solo para
protestar, sino para construir. No solo para vigilar, sino para proponer.
Valdemorillo
merece más
Merece un gobierno transparente. Merece vecinos informados. Merece un
pueblo que no se conforme con votar cada cuatro años y desaparecer.
Si no nos hacemos presentes, no nos quejemos luego del resultado. Porque mientras
no estemos ahí, otros decidirán por nosotros. Y puede que no lo hagan
pensando en el interés común, sino en el suyo propio.
Al pueblo de Valdemorillo: despierta. Que la política no sea algo que te
pasa, sino algo que haces.
 
 
 
Comentarios
Publicar un comentario