ESTE TEMA, QUE ME ABURRE SOLEMNEMENTE, DEMUESTRA LA INCOMPETENCIA MAYESTÁTICA DE ESTE GOBIERNO.
No se pueden olvidar cincuenta años en una estafa que nadie sabe resolver.
Valdemorillo, ese rincón donde 16 urbanizaciones llevan cincuenta años viviendo en una estafa digna de estudio que debería tener su propia placa conmemorativa que diga: "Aquí, donde la incompetencia cumple medio siglo. Porque, reconozcámoslo, esto no es solo un caso de negligencia, es todo un arte: el de no resolver absolutamente nada mientras los vecinos nos debatimos entre la resignación y la furia contenida.
Lo mejor de todo es que, con cada cambio de administración, se renueva la promesa de "esta vez sí". Y ahí estamos, medio siglo después, con las mismas excusas recicladas y soluciones que nunca llegan. Quizá sea hora de aceptar que en Valdemorillo no hay urbanizaciones, sino un agujero negro administrativo donde las leyes, las responsabilidades y la decencia entran, pero jamás salen.
Pero sigamos adelante, porque rendirse sería demasiado fácil, y al menos la ironía es gratis. Este asunto, que claro está, solo se resolverá cuando alguien del PP decida intervenir o cuando algún periodista tenga tiempo de convertirlo en noticia de portada. Porque, ya sabemos, nada como un escándalo urbanístico bien narrado para que las administraciones recuerden que tienen obligaciones. Es un caso de manual: negligencia, falta de control y un festival de posibles irregularidades que nadie parece tener prisa por aclarar. Mientras tanto, las preocupaciones sobre transparencia, rendición de cuentas y responsabilidad política se quedan en eso, preocupaciones muy legítimas, pero poco efectivas.
Sobre la primera gran pregunta: ¿CÓMO ES POSIBLE QUE UNA ESTAFA NO SEA SUFICIENTE PARA QUE NUESTROS GOBERNANTES AUTONÓMICOS EXIJAN UNA SOLUCIÓN INMEDIATA? Fácil, porque no les interesa, ya que prefieren dedicarse a temas que den más votos. Los problemas locales no venden y, salvo que haya una fuerte presión social o mediática, quedan relegados al cajón de “pendientes eternos”. Segundo, la burocracia tiene sus tiempos. Incluso en casos de estafa flagrante, la solución depende de procesos judiciales que pueden durar años. Y, por si fuera poco, la administración siempre puede decir que no tiene competencias, que es un problema de los tribunales y que ellos solo pueden esperar. Despues, están los intereses privados, esos lazos tan cordiales entre promotores, empresas y administraciones, donde los conflictos de interés parecen ser más regla que excepción. Si no hay control, las irregularidades se quedan en un limbo perfecto donde nadie es culpable de nada. Y, por último, la presión ciudadana brilla por su ausencia. Los vecinos afectados, aunque muy perjudicados, no siempre están organizados y sus reclamos suelen perderse en buenas intenciones sin resultados concretos.
Y ahora, la otra gran cuestión: ¿CÓMO ES POSIBLE QUE TODAVÍA HAYA VECINOS CONVENCIDOS DE QUE VIVEN EN UNA URBANIZACIÓN PRIVADA? La respuesta es casi poética. Por un lado, está la desinformación. Algunos vecinos no tienen acceso a información clara, ya sea porque las autoridades no comunican o porque la información errónea circula más rápido que la verdad. Por otro lado, está la falta de conocimiento legal. No todos entienden las diferencias entre una urbanización pública y una privada ni las implicaciones que esto tiene. Pero también hay un toque de egoísmo: algunos prefieren creer que viven en una urbanización privada porque así se sienten más exclusivos, aunque la realidad diga lo contrario. Y, por supuesto, está la inercia cultural. Si durante años se ha alimentado la idea de que es una urbanización privada, cambiar esa percepción requiere un esfuerzo que nadie parece dispuesto a hacer.
Las posibles soluciones, aunque evidentes, no dejan de ser un desafío. Para empezar, SERÍA FUNDAMENTAL UNA PRESIÓN VECINAL ORGANIZADA. Si los vecinos se movilizaran y formaran asociaciones fuertes, podrían hacer ruido a nivel municipal y autonómico. La transparencia también es clave. Las administraciones deberían explicar con claridad qué está pasando y qué medidas se están tomando, pero claro, eso implicaría admitir errores. Otra opción sería UNA ACCIÓN JUDICIAL COLECTIVA, donde los vecinos afectados demanden a los responsables, desde los promotores hasta las administraciones negligentes. Y no nos olvidemos de las campañas de información, para que los vecinos entiendan la realidad de su situación y puedan unificar sus demandas.
Porque, al final, SI NADIE SE MUEVE, TODO SEGUIRÁ IGUAL: UNA ESTAFA MÁS, UNOS CUANTOS TITULARES OLVIDADOS, Y UNA URBANIZACIÓN DONDE LOS VECINOS SIGUEN CREYENDO EN UNA EXCLUSIVIDAD QUE NUNCA EXISTIÓ.
Es realmente admirable, en el peor sentido de la palabra, cómo la Comunidad de Madrid (CAM) y el resto de administraciones han logrado perfeccionar el arte de mirar hacia otro lado. Décadas pasan, gobiernos vienen y van, y el problema sigue tan fresco como el primer día. Todo un logro si consideramos la cantidad de veces que alguien debe haberse prometido en campaña que "ahora sí, lo arreglamos". Pero claro, prometer es gratis, resolver es caro, y a estas alturas parece que Valdemorillo es más un caso de estudio sobre lo que no hacer que un lugar donde se busquen soluciones reales.
ResponderEliminarLa situación es tan surrealista que podría formar parte de un capítulo de "Cien años de soledad", pero sin el realismo mágico, solo la burocracia mágica, esa que convierte una estafa evidente en un problema irresoluble por décadas. Eso sí, cada cierto tiempo alguien seguramente organiza una reunión, redacta un informe o da una declaración cargada de buenas intenciones. Luego, todo vuelve al limbo habitual, que es donde parece que este problema se siente más cómodo.
Lo lamentable no es solo la falta de solución, sino la evidente falta de interés. Porque, seamos honestos, si este problema afectara a alguien con suficiente influencia, ya estaría resuelto hace años. Pero aquí estamos, en Valdemorillo, donde parece que todo es eterno, menos la paciencia de los vecinos.
Los representantes municipales dentro de nada comenzarán a decir que la culpa del retraso para normalizar la situación de su urbanizaciones ,lo tiene la comunidad de Madrid, que no está dando los pasos pertinentes para intentar resolver este viejo problema.
ResponderEliminarEsta sería una manera magnífica de que las hermosas mochuelo de encima ante los vecinos de las urbanizaciones pero no debería ser así el Ayuntamiento es el responsable de este desalisado que desde hace un tiempo impera en nuestro pueblo en el que más de la mitad de la población está en una situación irregular en cuanto a su vivienda se refiere
En Valdemorillo, el tema de las urbanizaciones es el eterno cuento de nunca acabar. Cada gobierno que llega promete soluciones, pero en cuanto se asoma a la complejidad técnica y legal, retrocede como si hubiera visto un fantasma. La ineficacia administrativa no solo es evidente, sino insultante, y lo peor es que parece no importar quién esté al mando: todos son igual de incapaces. La metáfora del "agujero negro administrativo" no solo es acertada, es hasta generosa.
ResponderEliminarAquí, las leyes, las responsabilidades y la decencia no solo desaparecen, parecen ser devoradas por una apatía institucional que deja a los vecinos cargando con décadas de promesas vacías y excusas recicladas. En todos los casos se recurre a la CAM como si dispusiera de cualquier remedio e intentando ignorar que el esfuerzo lo tienen que hacer los políticos de Valdemorillo si supieran, pero son unos ignorantes ¡Basta ya!
ResponderEliminarEste asunto presenta una problemática que requiere de una respuesta organizada y estratégica por parte de los vecinos. A continuación, puedo destacar algunos puntos clave y reflexionar sobre posibles mejoras o enfoques para fortalecer el argumento y la acción:
1. REFUERZO DE LA PRESIÓN VECINAL ORGANIZADA: LA IDEA DE MOVILIZAR A LOS VECINOS Y FORMAR UNA ASOCIACIÓN FUERTE ES ESENCIAL. PODRÍA SER ÚTIL DETALLAR CÓMO ESTRUCTURAR ESTA, QUÉ OBJETIVOS ESPECÍFICOS PERSEGUIR Y CÓMO COORDINARSE PARA AMPLIFICAR SU VOZ EN DIFERENTES NIVELES ADMINISTRATIVOS.
2. TRANSPARENCIA Y RENDICIÓN DE CUENTAS: INSISTIR EN LA NECESIDAD DE QUE EL AYUNTAMIENTO ADMITA ERRORES Y COMUNIQUEN CON CLARIDAD LAS ACCIONES TOMADAS. PODRÍA SER INTERESANTE PROPONER MECANISMOS CONCRETOS, COMO REUNIONES PERIÓDICAS ABIERTAS O PLATAFORMAS DIGITALES PARA SEGUIMIENTO DE AVANCES.
3. RECONOCIMIENTO DE ESFUERZOS INDIVIDUALES: AUNQUE SE MENCIONA A DÑA. ESTEFANÍA SUBDIRECTORA DE URBANISMO COMO UNA FIGURA COMPROMETIDA, SERÍA ÚTIL EXPLORAR CÓMO APROVECHAR ESE APOYO INSTITUCIONAL Y REFORZARLO FRENTE AL "PASOTISMO" DEL ALCALDE.
4. ACCIÓN JUDICIAL COLECTIVA: ESTE ES UN PUNTO FUERTE DEL TEXTO. SERÍA ÚTIL INCLUIR EJEMPLOS DE CASOS EXITOSOS SIMILARES, PARA INSPIRAR CONFIANZA EN ESTA ESTRATEGIA, O DETALLAR PASOS BÁSICOS PARA INICIAR UNA ACCIÓN JUDICIAL COLECTIVA.
5. CAMPAÑAS DE INFORMACIÓN: LA CAMPAÑA DEBE SER CLARA, ACCESIBLES Y ADAPTADA AL PÚBLICO OBJETIVO. ES IMPORTANTE ENFATIZAR CÓMO ESTAS PODRÍAN UNIFICAR DEMANDAS Y GENERAR UN MAYOR IMPACTO.
6. FINANCIACIÓN COLECTIVA: LA MENCIÓN DE LOS 25 EUROS POR VECINO ES UN BUEN PUNTO DE PARTIDA. SIN EMBARGO, SE PODRÍA REFORZAR EXPLICANDO CÓMO GESTIONAR LOS FONDOS, GARANTIZAR LA TRANSPARENCIA EN SU USO Y ATRAER MÁS CONTRIBUYENTES.
La situación actual requiere respuestas claras, estrategias bien definidas y, sobre todo, un compromiso real por parte de los afectados. Los desafíos son evidentes, pero las soluciones también están al alcance si se actúa de manera organizada y decidida. Es fundamental que los vecinos nos movilicemos y formemos asociaciones bien estructuradas. Estas agrupaciones pueden ejercer presión efectiva a nivel municipal, autonómico e incluso estatal. LA PARTICIPACIÓN DE PERSONAS JÓVENES COMPROMETIDAS ES ESENCIAL PARA DINAMIZAR EL PROCESO, YA QUE APORTAN ENERGÍA, NUEVAS IDEAS Y HABILIDADES CLAVE, COMO EL USO DE HERRAMIENTAS DIGITALES PARA COORDINAR Y DIFUNDIR INFORMACIÓN.
ResponderEliminarSe recomienda crear un comité organizador que incluya a jóvenes dispuestos a liderar iniciativas, establecer canales de comunicación modernos como grupos de WhatsApp, Telegram o plataformas como Discord, para conectar a los vecinos de todas las edades, y fomentar el uso de redes sociales para dar visibilidad al problema y captar apoyos externos. La falta de información y la ausencia de explicaciones claras por parte de las autoridades son inaceptables. Las administraciones deben admitir errores y detallar qué medidas se han tomado y cuáles están en proceso. Aquí, los jóvenes pueden desempeñar un papel fundamental al organizar peticiones online, crear plataformas de seguimiento y llevar la voz de la comunidad a los medios de comunicación.
Es crucial que todos los vecinos entiendan la magnitud del problema y las posibles soluciones. Las campañas de información deben ser accesibles, claras y persuasivas. La creatividad y habilidades comunicativas de los jóvenes pueden ser un gran recurso aquí. Las acciones recomendadas incluyen diseñar folletos informativos y carteles llamativos que expliquen la situación y las opciones disponibles, organizar charlas comunitarias y eventos interactivos que incluyan dinámicas dirigidas a diferentes grupos de edad, y crear y compartir contenido en redes sociales, como vídeos cortos o infografías, que expliquen el problema de manera clara y llamativa.
Con una aportación MÍNIMA DE 25 EUROS POR VECINO, se puede reunir una cantidad significativa para cubrir los gastos del proceso judicial y las campañas informativas. Los jóvenes pueden ser fundamentales para gestionar plataformas de crowdfunding, garantizando transparencia y eficiencia. Los pasos clave incluyen crear una cuenta bancaria exclusiva para el proyecto, administrada por una comisión vecinal que incluya a representantes de diferentes grupos de edad, y usar plataformas digitales de micro mecenazgo para ampliar la recaudación más allá de los vecinos afectados.
La discriminación que enfrentan los vecinos afectados NO SOLO REDUCE INJUSTAMENTE EL VALOR DE SUS INMUEBLES, SINO QUE TAMBIÉN ESTABLECE UNA DESIGUALDAD INACEPTABLE FRENTE AL RESTO DE LOS HABITANTES DEL MUNICIPIO. Este es un problema que afecta directamente a la cohesión social del pueblo. La participación de jóvenes concienciados es clave para combatir esta injusticia. Su implicación no solo revitaliza el movimiento vecinal, sino que también asegura que las soluciones sean innovadoras, inclusivas y sostenibles. Ahora es el momento de actuar. Juntos, y con las herramientas adecuadas, podemos recuperar el valor de nuestras viviendas y la dignidad que como comunidad merecemos.