Instaurar un marco que favorezca el desarrollo de la cultura.
Hay que crear una sociedad que aprecie la cultura y la considere calidad de vida.
No debe resultar fácil, la tarea de quienes ponen
en contacto a la cultura con el pueblo a través de una programación formativa. Para
conseguirlo deben precisar: capacidad para fomentar la participación ciudadana
en actividades que nacen desde la iniciativa pobladora, ayudando a desarrollar
las posibilidades formativas del grupo.

La
tarea implica el uso de todos los elementos habituales de servicio, pero
comprendiendo la especificidad de la cultura y las implicaciones que tiene en
la sociedad, además utilizando unos medios económicos cada vez más recortados.
La
Cultura significa servicio, actitud, “visión del mundo real. Por tanto, debe
contribuir a hacer presente esos valores, dentro de un contexto sociológico, marcando
la mentalidad mayoritaria de Valdemorillo, Hay que procurar crear en el pueblo una
parte poblacional que aprecie la cultura y que se dé cuenta que la cultura es importante
para la calidad de vida. Para conseguirlo hay que dialogar, convencer,
convocar, recoger iniciativas y darles forma, involucrar a un grupo de personas
en los proyectos que permita aportar ideas y saber que hay una misión que se
corresponde con esas ideas. Sin perder la fuerza, la perseverancia, la fe en
que este trabajo, y que la sociedad lo reconozca.
El
Ayuntamiento debe contribuir con eficacia y algo de dinero a canalizar la expresión
cultural instaurando un marco que permita y favorezca el desarrollo de la vida
cultural. A partir de ahí, habrá que mantener un debate entre una parte
representativa del vecindario para que conozca con criterio las necesidades y la
realidad de Valdemorillo. El Ayuntamiento debe hacerse presente en la vida
cultural para conseguir objetivos que son culturales, pero siempre también
sociales. Es esencial que el municipio y sus munícipes deben asumir
participando en la gran responsabilidad por la cultura participativa.
Jamás,
una programación cultural programada desde un despacho sin involucrar a algunos
vecinos en el acto y lo apoyen sabiendo la realidad de la demanda puede estar
condenado al fracaso. Los episodios culturales más participativos surgen como
consecuencia directa de la implicación familiar en la preparación y desarrollo
de los actos, aunque su aportación a la cultura quede en un segundo plano.
Cualquier grupo teatral del pueblo, arrastra a una parte importante de personas
con independencia de la calidad teatral
La oferta cultural buena pero la aceptación a la cultura de verdad no se encuentra a la altura del trabajo realizado. Se ve más colaboración cuando el público participa en el montaje que implica a familiares y amigos. Pero los buenos conciertos como el del sábado tienen un escaso número de asistentes.
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