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4/03/16

“Creer en la Esperanza”


¿Necesitamos de la Utopía?
Niestzche, indicaba que sólo pueden definirse correctamente aquello que no tiene historia. Esta tesis se hace más que evidente cuando tratamos de acercarnos a un término como utopía, que ha ido cambiando, adaptándose a la sociedad actual.
No en vano, la utopía supone un contrapunto crítico a la realidad presente y se articulará indefectiblemente unida a ésta. Por tanto, se relacionada con aquella parcela del pensamiento que escapa a la razón. Actúa como crítica del sistema establecido, cuestionando diversos aspectos políticos y sociales de la realidad existente y la esperanza en un mundo mejor.
Llegó a mis manos, por el azar informático, un cuento que sintetiza de una manera simple, el sentido de nuestra Transcendencia y dice así:
En el vientre de una madre había dos bebés. Uno preguntó al otro: "¿Crees en la vida después del parto?" El otro respondió: "Claro, tiene que haber algo después del parto, tal vez estamos aquí para prepararnos para lo que vendrá " Tonterías", dice el primero, “no hay vida después del parto, ¿qué clase de vida sería?" El segundo dice: "no lo sé, pero habrá más luz que la hay aquí, tal vez podremos caminar con nuestras piernas y comer con nuestras bocas”, “tal vez tendremos otros sentidos, que no podemos entender ahora." El primero contestó: "es un absurdo, caminar comer con la boca es imposible y ridículo”, “el cordón umbilical nos nutre y nos da todo lo demás que necesitamos”. “El cordón umbilical es demasiado corto, la vida después del parto es imposible." El segundo insistió: "bueno, yo pienso que hay algo y tal vez sea diferente de lo que hay aquí”, tal vez ya no necesitemos de este tubo físico. El primero contestó: " tonterías, además, de haber realmente vida después del parto, ¿entonces por qué nadie jamás regreso de allá”?, el parto es el fin de la vida y no nos llevará a ningún lugar. "Bueno, yo no lo sé", dice el segundo "pero con seguridad vamos a encontrarnos con nuestra madre y ella nos cuidará. El primero respondió: "mamá, ¿tu realmente crees en mamá?, es ridículo ¿dónde está ella ahora?" El segundo dice: " está alrededor nuestro, estamos rodeados por ella. De ella, nosotros somos, en en ella que vivimos, sin ella, este mundo no sería y no podría existir." Dice el primero: "bueno, yo no puedo verla, entonces, es lógico que ella no existe." El segundo le responde a eso: "A veces, cuando tú estás en silencio, si te concentras y realmente escuchas, tú podrás percibir su presencia y escuchar su voz amorosa allá arriba."
La utopía es invariable en el pensamiento que puede mantenerse silenciada o desprestigiada pero que, de un modo u otro, siempre seguirá viva, si bien en la actualidad existe un oscuro interés en presentar todo aquello que se sale del camino marcado como una utopía, en el sentido más negativo del término. Es una crítica de las insuficiencias sociales, el envés  de la sociedad establecida, una alternativa a la realidad que nos ofrecen y debemos aceptar sin más. A lo largo de la historia ha quedado más que demostrada su capacidad para cambiar, de forma paulatina o radical, una sociedad. Por todo ello es tan molesta. Por todo ello, además, es tan necesaria, unida como compañera de viaje a los inevitables procesos de cambio que impiden a las sociedades estancarse y acomodarse.

4 comentarios:

  1. Un argumento es el denominado argumento cosmológico. Cada efecto debe tener una causa. Este universo y todo lo que en él hay es un efecto. Debe haber algo que causó que todo existiera. A la larga, debe haber algo “sin-razón” a fin de provocar que todo lo demás exista. Esa “sin-razón” es Dios. Un cuarto argumento es conocido como el argumento moral. Cada cultura a través de la historia ha tenido alguna forma de ley. Todos tienen un sentido de lo correcto y lo erróneo. El asesinato, la mentira, el robo, y la inmoralidad son rechazados casi universalmente. ¿De dónde vino ese sentido de lo correcto y lo erróneo?
    La gente demanda no creer en Dios porque “no es científico” o “porque no hay pruebas”. La razón verdadera es que una vez que la gente admite que hay un Dios, también deben darse cuenta de que son responsables hacia Dios y que están necesitados de Su perdón (Romanos 3:23; 8:23). Si Dios existe, entonces somos responsables por nuestras acciones hacia El. Si Dios no existe, entonces podemos hacer lo que queramos sin tener que preocuparnos porque Dios nos juzgue. Creo que esa es la razón por la que muchos en esta sociedad, están tan fuertemente aferrados a la evolución

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  2. Personalmente, prefiero seguir a Russel: "Con respecto a lo desconocido pueden adoptarse dos posturas. Una consiste en aceptar la afirmación de gentes que dicen que saben, sobre la base de libros, misterios u otras fuentes de inspiración. La otra consiste en examinar las cosas por si mismo, y este es el camino de la ciencia y la filosofía."
    Es decir, Fe religiosa y Ciencia siguen caminos diferentes y sólo presentan problemas cuando una quiere imponerse a la otra.
    Con respecto a la Utopía, aplico el consejo de Russel: Como teoría me parece atractiva, pero prefiero analizar si algo es factible o no y las consecuencias.
    Ya se sabe: Hay que tener cuidado con lo que se desea. Los dioses te lo pueden conceder.

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    Respuestas
    1. Juan,Detrás de la muerte de la utopía y de la esperanza se esconde una clara oposición que el hombre occidental tiene declarada a la resurrección cristiana como victoria sobre la muerte. Según la fascinante tesis de Ph. Muray, el siglo XIX, no en cuanto simple período cronológico, sino en cuanto espíritu, mentalidad, actitud y estilo de saber, se caracteriza precisamente por el implacable combate y el obsesivo rechazo del dogma fundamental del cristia­nismo de la resurrección de los muertos en favor de la historia como única eternidad posible para el hombre: un lugar en la definitiva y final procesión de los muertos, en la irreversible entropía de la naturaleza y de la humanidad. Estas son las coordenadas de este primer hecho.

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    2. La utopía abre una dimensión nueva al pensamiento político; la alternativa utópica se contrapone al pensamiento realista. El positivismo aboca a un neo paganismo.

      El del pensamiento utópico y el del pensamiento realista, corren paralelos. Tan sólo tres años separan De Utopía de El Príncipe, que son dos arquetipos de orientaciones contrapuestas. Hacia finales del s. XVI la Razón de Estado, de Botero, se contrapone a La República imaginaria, de Ludovico Agostini. Los dos tipos de pensamiento se enfrentan hasta que la síntesis marxista pueda creer que ha fundido el pensamiento utópico y el realismo, presentándose como la conclusión del uno y del otro.

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