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1/02/16

Primera entrega del nuevo año



EL CAPITALISMO NO FUNCIONA CON LA VIRTUD. ACTÚA BASADO EN EL INTERÉS.

Siempre que es preciso establecer opiniones sobre algunos temas pero necesariamente se impone colocar por delante nuestras convicciones que no deben ser necesariamente universales, pero presuponen un dato de partida que enmarca un veredicto razonado desde la experiencia vivida no extrapolable a nadie.

La mayoría de mis lectores estarán de acuerdo conmigo de que hay dos visiones opuestas sobre el capitalismo y a mi entender las dos están equivocadas. La izquierda viene a expresar que: el capitalismo es esencialmente inmoral por oponerse a la JUSTICIA SOCIAL de los hombres. Y la derecha considera, sin embargo, que el capitalismo es intrínsecamente moral porque recompensa los esfuerzos realizados con la IMAGINACIÓN Y EL TRABAJO. 

El capitalismo NO FUNCIONA GUIADO POR LA VIRTUD, EL DESINTERÉS O LA GENEROSIDAD. Actúa basado en EL INTERÉS, EN EL EGOÍSMO. Y por eso lo hace tan bien. Como Marx, opino, el egoísmo es la principal fuerza motriz de todo ser humano, pero sin embargo cometía algunos errores de base: Marx no acompañaba su política con una antropología acorde. Por un lado, su antropología dice que todos los hombres actúan siempre por interés; sin embargo, propone una sociedad que sólo es realizable si los hombres DEJAN DE ACTUAR POR INTERÉS. UNA SOCIEDAD UTÓPICA. Por eso hubo que aplicar por la fuerza, por la presión, lo que la moral fue incapaz de obtener. Y fue así que pasamos de la bella utopía marxista del siglo XIX a los horrores del totalitarismo que todos conocimos en el siglo XX y XXI con matices liberales. 

Hay un libro que leí hace años titulados, CRISTO Y LOS REVOLUCIONARIOS DE SU TIEMPO, el libro me impacto y desde entonces comprendí, que un cristiano comprometido con su mundo jamás puede ser de derechas y menos desde un planteamiento vivencial que se aleja de la ESENCIA DOCTRINAL. Cristo FUE, ES Y SERÁ EL REVOLUCIONARIO MÁS GRANDE que existe, existió y existirá sobre la faz de la tierra, ya que El cambió: la economía, las personas, las mentes, los corazones, los tipos de vida, las familias, el mundo, aunque el precio que tuvo que pagar fue su vida.

Hubo y hay muchos revolucionarios como: Ernesto “Che” Guevara, Ignacio Ellacuría, Oscar Romero, Emiliano Zapata, Mahatma Gandhi,  Nelson Mandela, etc…, y en su mayoría murieron por sus convicciones que cambiaron muchas cosas alrededor de ellos pero cada uno de ellos tuvieron que pagar precios diferentes, y sinceramente los líderes de las iglesias contemporáneas pagaron poco, salvo acepciones de última hora del Papa Francisco. Hoy en día el que quiera imitar a Cristo tendrá que pagar el precio por ello, y lo chistoso de esto es que la mayoría de los grandes líderes eclesiásticos de hoy en día en vez de pagar lo que hacen es cobrar, y todo aquel que no esté dispuesto a pagar el precio de la muerte en todo; Economía, fama, poder, morir por los necesitados en cuerpo, alma y espíritu, ser perseguido por predicar el Evangelio en nuestro dislocado mundo.

Para finalizar este corto testimonio debo decir, que hay muchas personar que se han comprometido con su mundo, con su entorno, buscando la paz a través de la justicia, lo han hecho maravillosamente, desde convicciones ateas o agnósticas, para ellos va mi pequeño homenaje.

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