Una gestión poco controlada.
Llevó a Valdemorillo al desastre económico Antaño, se confirió a los ayuntamientos muchas competencias para auto gestionarse sin adecuada financiación. Como no había dinero para desarrollar esas aptitudes, se inició un endeudamiento progresivo, que intento mitigarse a través de la especulación urbanística, extrayendo “beneficios” de la economía financiera. En este marco: la falta de preparación de los munícipes para la gestión y un poder escasamente controlado, llevaron a Valdemorillo y a otros muchos pueblos al desastre económico que padecemos ahora. En el que el ciudadano se transformó en moroso de una descomunal deuda que generó por mandato. Parece evidente que dentro de este nuevo paradigma social, había que instaurar cauces participativos para conocer la realidad económica del ayuntamiento y tener criterio para elegir a sus representantes. Cientos de pueblos están viendo iniciativas que aglutinan las sensibilidades de movimientos sociales y plataformas ciudadana