QUIEN COBRA UN SUELDO POR SERVIR AL PUEBLO Y NO LO HACE
ESTÁ VIOLANDO SU RESPONSABILIDAD ÉTICA Y SOCIAL
Lo que describo hoy, refleja una situación que combina cuestiones éticas, morales y sociales, después de mi conversación con un psicólogo clínico de hospital público que apunta a un sentimiento de desilusión hacia el pueblo de Valdemorillo.
La realidad que se percibe, con políticos más preocupados por sus "cuitas personales" que, por el bien común, refleja un fallo ético grave en su deber principal, que es trabajar por el bienestar de la comunidad, ya que la política debería ser una vocación al servicio público y no un medio para satisfacer intereses individuales.
La decisión del psicólogo de marcharse a vivir al Escorial se justifica en parte por su hartazgo al comprobar la falta de operatividad general y la ausencia de una solución visible, lo que también tiene un trasfondo ético, que enfrenta el dilema entre cumplir con su deber profesional hacia la comunidad y proteger su propia salud emocional y mental. Este caso es un ejemplo de cómo la ética no solo guía las conductas individuales, sino que también evidencia las tensiones sociales y colectivas que afectan a instituciones, ciudadanía y profesionales. La solución, a nivel práctico, requiere esfuerzos colectivos que incluyan la mejora en la rendición de cuentas de los políticos y el fomento de una participación más activa y comprometida por parte de la sociedad.
La ética, como análisis crítico de la moralidad, guía la conducta humana en su interacción con los demás y está basada en normas y valores sociales que establecen lo correcto e incorrecto. Desde esta perspectiva, lo que comento sobre algunos políticos elegidos por el pueblo que actúan en contra de sus obligaciones es una falta grave no solo en el plano legal, sino también en el ético, ya que traicionan la confianza que les fue otorgada para trabajar por el bienestar colectivo.
Cuando un político roba o, de manera menos visible, deja de cumplir con su deber de trabajar por el bien común, está incurriendo en una forma de corrupción, aunque pueda no ser ilegal en algunos casos, sí es profundamente inmoral. Al igual que un funcionario condenado por corrupción, quien cobra un sueldo por servir al pueblo y no lo hace, está violando su responsabilidad ética y social. Esa conducta no solo daña directamente a los vecinos, sino que también contribuye a perpetuar el desencanto y la apatía ciudadana, erosionando la confianza en las instituciones públicas y en el sistema democrático en su conjunto.
CONCLUSIÓN
Quien cobra un sueldo por servir al pueblo y no lo hace, está violando su responsabilidad ética y social porque traiciona la confianza depositada en él para trabajar por el bienestar colectivo. Este incumplimiento no solo afecta directamente a la comunidad. Perpetúa la desconfianza en las instituciones, refuerza la apatía ciudadana y contribuye a la degradación de los valores fundamentales que sostienen una sociedad.
Lo que menciona usted Profesor, refleja un problema común percepción de que los partidos políticos y sus afiliaciones importan más que el bienestar colectivo o la solución de los problemas estructurales de la sociedad. Esta dinámica se observa con frecuencia en contextos donde el interés por el poder y los cálculos electorales priman sobre el compromiso con principios y proyectos sólidos.
ResponderEliminarEl cambio de partido por parte de figuras políticas, es un ejemplo claro de esta situación. Cuando un político cambia de partido, suele hacerlo para: mantener o aumentar su poder e influencia. Hay varios ejemplos en los actuales plenos
En cuanto a los partidos independientes, suelen ser vistos como una alternativa más cercana al ciudadano, pero no están exentos de críticas. Algunas veces se perciben como herramientas para intereses personales o representar una reacción contra los grandes partidos tradicionales que parecen estar desconectados de las necesidades reales de la población.
Hay que Fomentar una cultura política más madura: Educar a la ciudadanía para que vote por programas, principios y resultados, no por siglas o lealtades emocionales. Regulares prácticas como el transfuguismo, imponer límites a la permanencia en el poder, y reforzar la transparencia y rendición de cuentas la democratización interna de los partidos: Evitar que sean controlados por élites cerradas y fomentar la participación de las bases. Apoyar movimientos cívicos reales: Impulsar plataformas que prioricen el bien común y no los intereses partidistas o personales.
Dices: “La decisión de marcharse a vivir al Escorial se justifica en parte por su hartazgo al comprobar la falta de operatividad general y la ausencia de una solución visible, lo que tiene un trasfondo ético, que enfrenta el dilema de cumplir con su deber profesional hacia la comunidad y proteger su propia salud emocional y mental”.
ResponderEliminarCasualidades de la vida.
.. En estos días he recibido un impreso del CANAL YII: SOLICITUD DEL SUMINISTRO DE AGUA POTABLE. Estaba impaciente por recibirlo. Me lo envía, vía mail la administración de la mal llamada EUCC Las Mojadillas. Ni miré el resto del correo, lo cumplimenté y lo envié al CANAL YII. Al día siguiente me han contestado que lo gestionarán tan pronto les sea posible. Naturalmente, informé a la Administración de la EUCC y a su Presidente y Junta Gestora. Por la tarde se me pide que les envíe copia de lo enviado al CANAL YII, porque tienen que tener copia de todos los contratos. No se la voy a mandar les explicaré que, en las competencias de las EUCC no entra la de suministrar el agua a sus vecinos, con lo enviado tienen suficiente para incluirme en la lista que les pide el CANAL YII, si lo tienen a bien. Qué me perdonen si tengo dudas, pero, sabiendo que, en los Estatutos de Mojadillas, no está limitado el número de vocales, se vota en las asambleas para que este servidor no sea vocal, naturalmente, con el silencio del representante del Ayuntamiento, cuando está.
.. Con estos asuntos del agua, la iluminación, la recepción y la disolución de las EUCC “ilegales” y alguno más. Este servidor, no hace más que darle vueltas al “coco”. Tanto es así, que estoy pensando que terminaré desvariando o algo parecido, si no le pongo algún remedio. Me ha venido a la cabeza, estos días, una idea un tanto peregrina: “Mira que, si el Ayuntamiento, políticos y funcionarios, que están muy interesados en quitar estos asuntos de en medio, que están trabajando un montón para darles salida y resulta que, los cuatro gatos, que no somos más, no dejamos de dar la badila con nuestras cuitas, lo que estamos haciendo, en realidad, es entorpecer su trabajo y quitarles el tiempo que necesitan”. ¿No sería para darse de capones?
En fin, soy de los de a Dios rogando y con el mazo dando.
Pasadlo bien. Andrés
La ética en la política municipal, como en cualquier ámbito de la vida pública, es fundamental para garantizar que las decisiones y acciones de los representantes estén orientadas al bienestar común y no a intereses particulares. En el caso de Valdemorillo la falta de sentido ético en el ejercicio de la política puede minar la confianza de los ciudadanos, generar conflictos de intereses y dañar la cohesión social.
ResponderEliminarLos políticos locales tienen una relación directa y cercana con los ciudadanos. Sus decisiones afectan de forma inmediata la vida diaria de los vecinos, desde la gestión de servicios básicos hasta el desarrollo urbano y cultural.
La proximidad de los gobiernos municipales debería facilitar la supervisión ciudadana. Actuar con ética refuerza la confianza y la legitimidad del cargo público ya que la falta de ética abre la puerta a prácticas corruptas que perjudican tanto la economía del municipio como su imagen pública y su conducta ética fomenta una cultura de respeto y compromiso cívico. En Valdemorillo se han identificado conductas que carecen de un mínimo sentido ético, podría ser necesario impulsar mecanismos de supervisión, auditorías, e incluso exigir la dimisión de los responsables implicados. Asimismo, fortalecer los códigos de conducta y asegurar que existan sanciones efectivas para quienes incumplen los principios éticos es clave para prevenir estos problemas. En última instancia, la ciudadanía juega un papel esencial en exigir ética y responsabilidad a sus representantes.