Muchos ciudadanos que viven en las urbanizaciones, prefieren mantener independencia respecto al gobierno local .

 

Es importante destacar que algunos residentes creen que viven en una urbanización privada.

Sin entender realmente lo que está aconteciendo con respecto al proceso de recepción, lo que genera confusión y desinformación sobre la situación actual y sus implicaciones.

En un mini sondeo realizado desde el pasado verano a diferentes vecinos de las urbanizaciones, nos da una pauta de una realidad que se ha ido gestando con el tiempo. Para muchos ciudadanos que viven en estas áreas, esto constituye una desconfianza clara hacia los políticos municipales. Si el ayuntamiento realizara una encuesta a todos los habitantes de las urbanizaciones, se llevaría una sorpresa que resultaría interesante desde el punto de vista sociológico, pero que supondría un buen palo para los regidores municipales.

Los habitantes de las urbanizaciones mayoritariamente, o no tienen información, o prefieren mantener cierta independencia respecto al gobierno local del pueblo, lo cual podría deberse a factores como la desconfianza en los representantes locales. Si los habitantes consideran que las autoridades del pueblo no gestionan bien los recursos o no cumplen con sus promesas, es natural que prefieran no integrarse bajo su administración. También existe el temor a un empeoramiento de los servicios, ya que las urbanizaciones los tienen gestionados por sus propios residentes, y el hecho de integrarse al gobierno municipal podría implicar que dependan únicamente del ayuntamiento, lo que generaría incertidumbre sobre su calidad.

Por otro lado, existe una falta de representación adecuada, ya que los habitantes pueden sentir que sus necesidades no serán escuchadas o atendidas correctamente al formar parte del municipio, especialmente si tienen diferencias en los estilos de vida o prioridades con los residentes del pueblo. Además, está el aspecto económico, dado que las urbanizaciones consideran que el pago de impuestos municipales no ha servido para ver mejoras tangibles.

En este tipo de situaciones, sería útil establecer un diálogo abierto entre los residentes de las urbanizaciones, no únicamente con los presidentes de las EUCC, y las autoridades locales para encontrar soluciones que generen confianza y beneficios mutuos, como acuerdos sobre la prestación de servicios básicos, representación adecuada y transparencia en la gestión.