EL CASO DE VALDEMORILLO EJEMPLIFICA UNA PROBLEMÁTICA URBANÍSTICA RECURRENTE.

Pudo haber corrupción en la gestión del suelo o negligencia administrativa.

Por parte del ayuntamiento, la CAM y, de otros organismos competentes en la etapa franquista, que generaron conflictos a largo plazo para los propietarios.

Los puntos clave  incluyen: falta de recepción de urbanizaciones, ya que de las 16 construidas solo una fue recepcionada por el Ayuntamiento y, además, fuera de tiempo, dejando a los propietarios de los 15 restantes en una situación de desamparo administrativo al no asumir el mantenimiento de infraestructuras.

También, irregularidades en la creación de las Entidades Urbanísticas Colaboradoras de Conservación (EUCC) establecidas sin cumplir los requisitos legales de recepción previa de las obras y en contravención de los artículos 136 y 137 de la Ley 9/2001 del Suelo de la Comunidad de Madrid (LSCM) y el Reglamento de Gestión Urbanística (RGU), lo que transfirió a los propietarios responsabilidades indebidas; una mala gestión de los avales o fianzas depositados por los promotores, destinados a garantizar la ejecución de las obras, los cuales no han sido utilizados adecuadamente, representando una oportunidad perdida para mitigar las irregularidades, especialmente en casos de abandono de obras por parte de los promotores; la carga económica para los propietarios, quienes enfrentan el pago de impuestos municipales y cuotas de conservación impuestas por las EUCC, agravado por la falta de subvenciones claras por parte del Ayuntamiento, pese a estar estipuladas en la LSCM; y el silencio y la falta de acción de la Comunidad de Madrid (CAM), cuya inacción resulta cuestionable desde un punto de vista legal y ético.

Para abordar esta problemática, se requiere un enfoque integral que contemple una revisión legal y administrativa para regularizar las urbanizaciones no recepcionadas, garantizar el cumplimiento de la LSCM y el RGU, y esclarecer el uso de los avales; un apoyo técnico y financiero mediante políticas claras que definan cómo subvencionar las EUCC y un plan de colaboración entre el Ayuntamiento y la CAM para asumir progresivamente la responsabilidad de las urbanizaciones; una investigación de responsabilidades para examinar la posible negligencia o corrupción en las gestiones de gobiernos municipales anteriores y establecer medidas de rendición de cuentas; y la participación ciudadana a través de foros de diálogo con los propietarios afectados para identificar prioridades y garantizar transparencia en las acciones adoptadas.

El caso de Valdemorillo no solo exige soluciones inmediatas para aliviar la carga de los propietarios, sino también una reforma estructural en la gestión urbanística para evitar que situaciones similares se repitan en el futuro.

Comentarios

  1. Gracias, una vez más, por tu artículo, Jesús. Para los que no llevamos aquí muchos años, el cuadro de los alcaldes es de lo más ilustrativo. Un auténtico regalo. Sin duda, la dificultad que conlleva meter mano al enquistado problema de las urbanizaciones no puede ser excusa para no abordarlo de forma integral y, sobre todo, URGENTE. Urge devolver la normalidad a un pueblo que no puede consentir seguir gravando a más de la mitad de sus contribuyente con una doble imposición a todas luces injusta (al sumar a sus impuestos una cuota de EUCC obligatoria), y que, para colmo, no se traduce necesariamente en mejores servicios. Al contrario, a veces, como en el caso de la urbanización en la que yo vivo, los servicios dejan mucho que desear. ¡Feliz Navidad!

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  2. En Valdemorillo jamás hemos tenido alcalde o alcaldesa que se ocupará del pueblo y menos de las urbanizaciones, que se construyeron para provecho de unos pocos y por eso ocurre lo que aparece ahora. Alguien debería investigar este tema para mandar a la cárcel a más de uno

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  3. ¡¡¡Maldita sea mi estampa!!! Perdona Jesús, hoy es NOCHEBUENA y este chaval no quiere malos rollos y vienes a recordarnos que este lío de Valdemorillo viene de Franco. Te recuerdo que murió hace más de cuarenta años. Que Franco no hizo lo de Paracuellos, ni lo de Zafra, ni quemó iglesias, ni mató sacerdotes, ni monjas, ni a Calvo Sotelo. ¡Que él no empezó la maldita Guerra Civil! Creo que es hora de que se le deje en paz. ¡Por favor!
    Mal que le pese a todo el mundo, este Alcalde ha sido el primero que ha puesto patas arriba este contubernio, que, si te hago caso, podría decir que es un contubernio JUDEO-MASÓNICO... de aquellos.
    Sigamos “piando” y recordándole que tiene que ir “pa lante”, no como ese que llaman el UNO y no hablo de Atila. Tiene que encontrar la manera de quitarse este MUERTO de en medio. Tenemos que encontrar razones que le demuestren y que le convenzan, que tiene que disolver, YA, las ILEGALES EUCCs, como sea, que ya está bien. Si no se cumplió la Ley y la normativa para crearlas, ¿Por qué tiene que seguirse una o inventársela para disolverlas?
    Que el Ayuntamiento nos cobre lo que quiera, que las disuelva y nos deje en paz. ¿Por qué tengo yo que andar detrás de un vecino para que haga lo que el Ayuntamiento no hace?
    Por favor, no me habléis de colaboración ciudadana, que hay mucho borrego, fuera de Belén. ¿Es que no vais a las asambleas de las EUCCs?
    Pasadlo bien, si podéis. Mil perdones os pido. Andrés

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    Respuestas
    1. Cierto, Andrés, nunca he negado la buena voluntad de este alcalde, pero la buena voluntad no es suficiente para afrontar un problema crónico que lleva años afectando a este pueblo. Es evidente que no se puede depender únicamente de las intenciones de una persona cuando la situación requiere una visión más amplia y soluciones estructurales. La responsabilidad principal recae en los partidos políticos, que deberían poner orden a este desaguisado que ha durado demasiado tiempo. No es posible crecer como comunidad con esa lastra que representa la inacción y la falta de compromiso de algunos concejales, quienes parecen estar más interesados en asegurarse su paga mensual que en trabajar realmente por el bienestar colectivo.

      Además, este problema no solo radica en la política, también hay un componente ciudadano que no se puede ignorar. Los votantes tenemos un papel crucial, y el día en que los votos en blanco, como el mío, sean mayoría, quizá los principales partidos —PP, PSOE y VOX— se vean obligados a reaccionar. Ese sería un mensaje contundente de que los ciudadanos estamos cansados de las promesas vacías y de la falta de soluciones reales.
      El cambio no solo debe venir desde arriba, sino también desde nuestra propia participación activa como sociedad. Estamos en un punto donde la política local necesita un sacudón, una sacudida que obligue a los partidos a actuar con responsabilidad y a los ciudadanos a exigir mucho más de quienes toman las decisiones. Por el bien de nuestro pueblo, es hora de dejar atrás la complacencia y mirar hacia un futuro más comprometido y honesto para todos.

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  4. Su comentario profesor, refleja una crítica hacia la gestión del PP en el gobierno de Valdemorillo, que ha sido el partido predominante y, por tanto, el principal responsable de encontrar soluciones a los problemas actuales. Además, apunta que el liderazgo de Santiago no está siendo efectivo y propone que la militancia del partido tome la iniciativa para buscar un cambio, tal como sucedió en su momento con Dña. Pilar.
    Dado que el PP ha estado presente en todos los gobiernos de nuestra localidad en sus diferentes etapas, resulta evidente que recae en este partido la responsabilidad de ofrecer soluciones efectivas a nuestros problemas actuales. Sin embargo, parece claro que el liderazgo de D. Santiago no está a la altura de las circunstancias. Es momento de que los militantes del partido actúen con decisión y propongan una renovación de liderazgo, como ya se hizo exitosamente en el pasado con Dña. Pilar.


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