EL BUEN FUNCIONAMIENTO DEL AYUNTAMIENTO ES UNA RESPONSABILIDAD QUE NOS COMPETE A TODOS. MEJORAR LOS SERVICIOS PÚBLICOS Y REDUCIR LOS COSTOS ES UN OBJETIVO FUNDAMENTAL, PARA LOGRARLO ES IMPRESCINDIBLE LA COLABORACIÓN Y EL COMPROMISO DE CADA UNO DE NOSOTROS.

 

Nueva carta abierta a el alcalde, a políticos y funcionarios municipales

Este análisis de investigación, aborda una problemática que afecta a municipios en crecimiento como Valdemorillo, donde ha habido desequilibrio entre la expansión urbanística, las expectativas ciudadanas y la capacidad de gestión del ayuntamiento, desde hace mucho tiempo.

La transformación, de un pequeño núcleo rural a un pueblo de 14.000 habitantes, evidencia un crecimiento que, si bien trae beneficios como el aumento de la base fiscal y el desarrollo de infraestructuras, también genera desafíos, como es la falta de una planificación urbana integral para las urbanizaciones periféricas, que han funcionado, desde su origen, después de una tramitación irregular consentida, como "MICRO-MUNICIPIOS", con sistemas de autogestión que marcan una desconexión tanto física como administrativa respecto al núcleo urbano. Este aislamiento se refleja en la construcción de barreras simbólicas y literales, como se menciona en el blog de Alicia García Flores, perpetuando la segmentación y dificultando una gestión coordinada.

Uno de los problemas es la percepción de desigualdad fiscal. Los residentes de urbanizaciones, a pesar de sus altas contribuciones, sienten que reciben menos servicios básicos que quienes residen en el núcleo urbano. Esta situación exacerba tensiones sociales y evidencia un modelo de gestión que prioriza áreas políticamente más visibles o de mayor densidad poblacional. La desconfianza hacia las administraciones locales se refuerza por la falta de transparencia percepción de ineficiencia en la gestión y gasto público. Los altos costos administrativos y la falta de mecanismos claros de rendición de cuentas alimentan un sentimiento de injusticia, subrayando la necesidad de reformas estructurales en la forma en que se toman y comunican las decisiones públicas.

Para enfrentar estos problemas y promover un desarrollo más inclusivo y sostenible, se plantean. establecer procesos de consulta pública que permitiría a los ciudadanos decidir sobre una parte del presupuesto municipal, incorporando a representantes de urbanizaciones en comités de decisión para garantizar una distribución equitativa de los recursos.  Y la publicación de informes financieros de fácil acceso, detallando ingresos y gastos por áreas, junto con la implementación de plataformas digitales y foros presenciales, fomentaría una interacción directa entre ciudadanos y autoridades.

Además, es esencial asegurar que las contribuciones fiscales de las urbanizaciones se traduzcan en mejoras tangibles en su entorno inmediato, optimizando el modelo de mantenimiento de estas áreas con alternativas más eficientes y sostenibles. En cuanto a la planificación urbana, diseñar un plan maestro que integre las urbanizaciones con el núcleo urbano mediante infraestructuras compartidas y accesos mejorados, junto con una previsión de crecimiento a largo plazo, garantizaría un desarrollo escalable y adaptado a las necesidades cambiantes de la población.

La carga de trabajo para los funcionarios debe traducirse en mayor rendimiento o, en su defecto, en un incremento del personal disponible para atender las demandas de la ciudadanía. La mesa del secretario municipal refleja de forma palpable una saturación que indica problemas estructurales en la gestión administrativa, agravados por los costos asociados a políticos y personal fijo, que podrían estar limitando la capacidad de respuesta eficiente del Ayuntamiento.

Afrontar estos retos requiere un cambio hacia modelos de gobernanza más modernos y participativos. Es fundamental integrar a las urbanizaciones en el tejido municipal, adoptando estrategias que favorezcan la cohesión social y mejoren la transparencia en la gestión. Asimismo, redistribuir equitativamente los recursos permitirá atender de manera justa las necesidades de todas las áreas del municipio. Estos esfuerzos no solo ayudarán a reducir las tensiones sociales, sino que también potenciarán un desarrollo equilibrado y sostenible en Valdemorillo, consolidando una comunidad más cohesionada y resiliente ante los desafíos futuros.