SEGUNDA ETAPA. Necesito conectar con el presente de las EUCC para entender la historia de este pueblo
Las EUCC tienen derecho a disolverse si desaparecen las causas
La Entidad Urbanística Residencial Norte, creada en 2012 en Móstoles, deberá devolver las competencias de conservación al ayuntamiento, según ha determinado el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo nº 12 de Madrid.
El fallo judicial estima que ya no existen las circunstancias que motivaron la creación de la entidad, la cual asumía funciones de mantenimiento y conservación de la zona en lugar del consistorio municipal.
La sentencia favorable en el caso de la EUCC Residencial Norte podría, sin duda, abrir un camino para que otras comunidades y urbanizaciones en la Comunidad de Madrid reconsideren sus propios vínculos legales y financieros con las entidades urbanísticas de conservación. Esta decisión judicial establece un precedente que podría usarse para cuestionar no solo la legitimidad de ciertas cuotas y obligaciones de mantenimiento, sino también la manera en que se gestionan estas urbanizaciones desde una perspectiva legal y administrativa.
El hecho de que la Universidad haya tomado esto como "elemento de referencia" implica que en círculos académicos se observa como un ejemplo ilustrativo de corrupción. El problema se complica porque, al no haber suficiente presión ciudadana para exigir transparencia y soluciones, el sistema se ha perpetuado.
La repercusión de este fallo depende en gran medida de que los residentes entendamos cómo nuestras contribuciones y derechos están condicionados por la relación entre la administración local y las EUCC. Si los vecinos tomamos consciencia de que el costo de mantener nuestra propiedad podría verse afectado por estas estructuras de gestión, es probable que exijamos cambios y una revisión del modelo actual. Este punto es crucial, porque muchas veces los residentes, al no conocer del todo los términos de nuestra participación económica y legal en la urbanización, no llegamos a valorar el impacto que las decisiones administrativas tienen en nuestras finanzas y calidad de vida.
Otro aspecto importante que puede ser cuestionado a raíz de este fallo es la falta de transparencia en los acuerdos entre los gestores de los ayuntamientos, en los cuales pueden predominar los intereses particulares en lugar de los del bien común. La historia en Valdemorillo parece indicar que estos acuerdos se han mantenido en parte gracias a una especie de “pacto tácito” de aceptación por parte de la población, lo que perpetúa la situación y desalienta cambios. Si bien este fallo es un paso hacia una posible transformación, para que haya una permuta real sería necesaria una mayor participación ciudadana que presione a las autoridades locales.
En cuanto a las cuotas de mantenimiento, derechos de gestión y autonomía de los residentes, esta sentencia puede abrir el debate sobre la necesidad de revisar y reformar los modelos de contribución obligatoria en las urbanizaciones de la Comunidad de Madrid. Tradicionalmente, estas cuotas han sido una forma de garantizar la financiación de servicios que, en teoría, deberían ser responsabilidad del ayuntamiento, pero que recaen en los vecinos. La sentencia favorable a los residentes de la EUCC Residencial Norte sugiere que es posible que otras urbanizaciones logren cambios en este sentido, liberándose de algunas obligaciones financieras impuestas y recuperando derechos de gestión que les permitan una mayor autonomía frente a la administración local.
Si este caso es un reflejo de una situación más generalizada, es posible que muchas otras comunidades en la Comunidad de Madrid puedan beneficiarse de decisiones similares. Esto podría significar un cambio significativo en el modelo de gestión y financiación de las urbanizaciones, así como un paso hacia una administración más equitativa y transparente. Sin embargo, todo depende de que los residentes se informen y se movilicen, conscientes de que sus decisiones y participación son clave para romper con dinámicas de gobernanza basadas en intereses particulares.
Vamos a desengañarnos todos para las urbanizaciones les ha importado muy poco pertenecer al pueblo, es más si hacemos una encuesta entre los habitantes de estas urbanizaciones llegaríamos la conclusión que cuanto menos se sepa del pueblo mejor. Y es que jamás se han fiado de los políticos municipales que no dejan de ser los caciques del pueblo.
ResponderEliminarParece, profesor ,que usted tiene muy claro que nuestras urbanizaciones del pertenecer al pueblo pero yo no opino mismo, ya que cuando menos relaciones tengamos con esos incompetentes mejor funcionaremos a nivel individual
Pues ya es mala suerte, si esa es su manera de pensar, que el Tribunal Supremo (nada menos) no esté en sus tesis, y establezca que las EUCCs ni deben ni pueden ser eternas, y que el ayuntamiento no puede descargar en particulares su obligación de conservar las urbanizaciones de manera indefinida. Un asunto, por lo demás, en el que no valen las encuesta, sino lo que manda la ley, aunque en este pueblo y para este particular nos la hayamos saltado la torera (nada más propio de un sitio tan taurino) durante décadas. Puedo compartir su queja contra el ayuntamiento, pero no la solución de perpetuar las EUCCs. Pruebe a constituir la 'república independiente de su casa' (con permiso de Ikea), pero las EUCCs están para disolver. Será por consenso o por mandato judicial. Pero será
EliminarLo siento Pedro, yo pienso todo lo contrario. Acabo de REPUBLICAR en mi blog www.elascuapamisardina.com. Con el permiso de Alicia y he añadido algún comentario.
ResponderEliminarMe atrevo a afirmar que, cuando compramos nuestra parcela y construimos nuestra casa, lo hicimos por que nos apetecía salir de Madrid, en mi caso, y vivir en un lugar menos inhóspito que una capital o ciudad, más o menos grande.
Es cierto que muchos quieren seguir como están, incluso como dices, no quieren saber nada del pueblo. Yo he llagado a sentirme integrado en el pueblo y, ya hace tiempo, he manifestado en más de un pleno, que me siento pisoteado y echado del pueblo. Que considero que, aunque el Ayuntamiento nos haya dado algunas cosas, desde que se crearon las EUCC, nos ha utilizado como una fuente de ingresos. Ya está bien. No quiero pertenecer a una EUCC que es ilegal desde el mismo día que se constituyó. De hecho, he solicitado que se me dé de baja.
Si yo hubiera sabido lo que sé ahora, hubiera dado mucha más guerra. Es el Ayuntamiento el que tiene que darnos todos los servicios, para eso pagamos el IBI y las tasas que correspondan.
Vosotros, los que piensan en seguir como estamos, sois los que estáis permitiendo este abuso del Ayuntamiento. ¿Por qué no montáis una asociación de vecinos voluntaria y hacéis lo que os de la gana? Nadie os lo impide. Pero, no nos obliguéis a los demás a seguir pagando cosas que no corresponden a una EUCC, que, cuando compramos nuestras parcelas, nadie sabía lo que era una EUCC, alguno habría. Una cosa es conservar y mantener y otra tener conserjes, hacer 210 metros de alcantarillado nuevo, poner “vigilantes” dando paseos por la urbanización, gastarse el dinero ahorrado para la renovación de la red de agua… Las calles, zonas verdes, alcantarillados, depuradoras y algunas cosas más, no son nuestras, en mi escritura no lo pone.
Quiero ser tratado igual de bien o de mal que cualquier vecino del “CASCO”.
Pasadlo bien. Andrés
Hqabeis puesto el dedo en la llaga, porque es un fenómeno común en algunas áreas donde las urbanizaciones o nuevas zonas residenciales suelen desarrollarse al margen de la vida del núcleo original del pueblo. Esto puede tener efectos profundos en la política local y en el desarrollo comunitario. Cuando los partidos políticos siguen presentando candidatos provenientes de las familias tradicionales, se refuerza una especie de "estatus quo" que muchas veces prioriza los intereses de un grupo reducido y desvincula las necesidades de una población más amplia y diversa.
EliminarEl caso de Valdemorillo ilustra bien un problema: cuando el poder queda concentrado en un círculo reducido, suelen priorizarse intereses particulares sobre el bienestar general. Esto puede afectar el desarrollo de infraestructuras básicas y la calidad de servicios públicos esenciales, como la educación y la sanidad, lo cual es fundamental para el bienestar de cualquier comunidad, en lugares donde se mantienen estas concentraciones de poder, el desfase en desarrollo y oportunidades tiende a acentuarse, creando disparidades importantes incluso entre comunidades vecinas. Este contraste resalta la importancia de una administración transparente y participativa que se enfoque en el beneficio común, en especial en comunidades pequeñas o medianas, donde la gestión de recursos es crucial para su desarrollo y competitividad.
La situación también evidencia cómo la falta de integración entre el pueblo y sus urbanizaciones puede limitar las mejoras en calidad de vida y frenar el desarrollo de una identidad común. La integración real, a nivel social y político, podría fomentar una gestión pública que responda a las necesidades actuales de toda la comunidad, incluyendo tanto a los residentes históricos como a los nuevos pobladores.