SEGUNDA ETAPA DE VALDEMORILLO DESPIERTA. LA HISTORIA DEL PUEBLO: LOS DENUNCIADOS PERDÍAN SUS BIENES

 

REASIGNADOS A DENUNCIANTES CERCANOS AL RÉGIMEN.

Durante los primeros años de la dictadura franquista, la delación anónima fue fundamental para consolidar el control social y político del régimen.

Ante la falta de recursos para investigar de forma exhaustiva los antecedentes políticos y sociales de toda la población, el régimen recurrió a las denuncias ciudadanas como una herramienta clave para complementar la labor de los servicios de vigilancia e información. Los ayuntamientos, en particular, jugaron un rol decisivo en este proceso represivo, aprovechando el sistema de denuncias no solo para colaborar en la identificación y castigo de los opositores políticos, sino también para obtener beneficios personales.


POR DENUNCIAS, TOMARON TIERRAS, PROPIEDADES Y DERECHOS.

A través de las denuncias, los funcionarios locales del ayuntamiento, así como otros actores influyentes, vieron la oportunidad de despojar a los señalados de sus tierras, propiedades y derechos. En muchos casos, las personas denunciadas no eran activas opositoras al régimen, sino que simplemente no mostraban una adhesión entusiasta o eran víctimas de rivalidades locales. Al ser denunciadas, perdían sus bienes, que eran confiscados y, en algunos casos, reasignados a los propios denunciantes o a personas cercanas al régimen. Este proceso de expropiación resultó particularmente lucrativo para algunos actores locales, quienes incrementaron su poder y adquirieron terrenos y propiedades valiosas, consolidando su influencia en sus comunidades.

La revisión de los registros de la propiedad de esta época puede arrojar luz sobre estas dinámicas de represión. Estos documentos, que registraban los cambios en la titularidad de tierras y propiedades, podrían revelar patrones sospechosos de transferencias vinculadas a personas denunciadas por razones políticas. A menudo, estos cambios de propiedad respondían a intereses económicos más que a verdaderas cuestiones ideológicas, beneficiando a miembros de la élite local o a personas con intereses particulares que usaban las denuncias como arma para alcanzar sus objetivos.

LA DELACIÓN PURGABA IDEOLÓGICAMENTE A LA SOCIEDAD,

El sistema de delación no solo respondía a la necesidad del régimen de purgar ideológicamente a la sociedad, sino también a las ambiciones personales de quienes veían en este mecanismo una oportunidad de enriquecimiento y ascenso social. Las motivaciones políticas y económicas se entrelazaron en muchos casos, lo que resultó en una espiral de injusticias en la que el sistema de represión franquista se utilizó para ajustar cuentas personales, consolidar el poder de la élite local y, al mismo tiempo, reforzar el control social del régimen.

La propaganda franquista contribuyó activamente a la promoción de la delación, presentándola como un deber moral y patriótico desde los primeros días de la Guerra Civil. Los medios controlados por los sublevados publicaban artículos que instaban a la población a colaborar con el régimen para identificar a los "enemigos ocultos" que, aunque no participaban directamente en los combates, representaban una amenaza para la estabilidad de la retaguardia. El régimen franquista presentaba a estos enemigos internos como tan peligrosos como los combatientes republicanos en los frentes de batalla, y su neutralización se consideraba esencial para garantizar la victoria.

Este sistema generó un clima de miedo y desconfianza que permeó todos los niveles de la sociedad. Al incentivar la vigilancia mutua entre vecinos, compañeros de trabajo e incluso familiares, se creó una atmósfera de paranoia donde cualquiera podía ser denunciado como enemigo del Estado. Este ambiente no solo afectó a los opositores ideológicos, sino también a ciudadanos comunes, víctimas de venganzas personales o de rencillas locales, lo que exacerbó el impacto negativo de la represión en la vida cotidiana.

LA DELACIÓN ANÓNIMA FUE PIEZA ESENCIAL DEL SISTEMA

No solo permitió al régimen eliminar a sus opositores y controlar ideológicamente a la sociedad, sino que también sirvió como herramienta de ajuste de cuentas y enriquecimiento para aquellos que supieron manipular el sistema a su favor. La propaganda franquista justificó estas acciones como un deber patriótico, lo que contribuyó a afianzar el poder del régimen en sus primeros y más represivos años, a costa de crear una sociedad marcada por la desconfianza y el miedo.

 

Comentarios

  1. Fue mucho mejor lo de Paracuellos del Jarama y las chcas.
    Tambien lo que tenemos ahora, ETA y separatistas en el gobierno destruyendo España.
    Yo ya no me acordaba de Franco, la izquierda que tenemos lo ha resucitado. Digas o digais lo que quieras o querais, los gobiernos de izquierdas que hemos tenido y tenemos, no le llegan a Franco ni a la suela de los zapatos. Eso no quita, que, los que hemos tenido de derechas lo hayan hecho bien, no podré perdonarles que se hayan tragado toda la filosofia de la santa izquierda, esa que es tan progresista que nos está hundiendo en la miseria...
    Mucho me temo que con estas leciones tuyas, no vamos a solucionar los problemas de Valdemorillo. Lo siento Jesús.
    Me voy a callar para poder dormir.
    Pasadlo bien, si podeis.

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    Respuestas
    1. El espanto de una guerra civil donde tanto un bando como el otro buscaban venganza se acentúa siempre entre la gente menos preparada. No pretendo defender a nadie estoy hablando de Valdemorillo un pueblo que le tocó desempeñar un papel muy duro después de la guerra civil española.
      A medida que profundizo un poco más en ese tema me doy cuenta que la sinrazón se apoderó de una España dormida.

      Amigo Andrés tú y yo hemos hablado en montorio de ocasiones de la visión que tengo yo de la política totalmente al margen de planteamientos ideológicos. Si me quieres calificar de socialista tienes que poner delante muy convicción evangélica de la vida. Sin amor y sin respeto a los demás es imposible tener una convivencia constructiva.

      Andrés todo lo que he descubierto en estos últimos meses estudiando la historia reciente de Valdemorillo no lo debo publicar y no debo hacerlo porque puede dañar a familias que aún continúan vigentes lo importante es que estas familias se den cuenta de lo que hicieron durante el tiempo que el poder de los vencedores se cobraba víctimas de los vencidos

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  2. F. Rodriguez de Rivera16 de octubre de 2024, 17:53

    No estoy nada de acuerdo con el comentario del Sr Matas, tu análisis sobre Valdemorillo es fascinante, especialmente por cómo revelas la tensión entre el crecimiento demográfico y las estructuras de poder históricas. A pesar de la multiplicación de la población, en gran parte debido a la expansión de las urbanizaciones, observas antes que el poder local sigue en manos de familias y élites que lo han controlado desde la posguerra. Esta permanencia de las élites locales, a pesar de los intentos de cambio, pone de manifiesto el fuerte arraigo de las dinámicas clientelares y las redes de influencia que se originaron en un contexto histórico muy particular.

    Las urbanizaciones son clave: aunque han traído un incremento poblacional, sus residentes no han logrado transformar las estructuras de poder locales. Las urbanizaciones suelen atraer a una población proveniente de la capital o de otras zonas urbanas, con intereses y preocupaciones diferentes a las de los habitantes históricos del pueblo. Sin embargo, estos nuevos vecinos, al votar principalmente a los partidos tradicionales que representan sus intereses de origen urbano, no han sido capaces de alterar las dinámicas de poder establecidas en Valdemorillo. Esto evidencia que, a pesar de los cambios externos, el control sigue en manos de quienes ya ocupaban posiciones dominantes en la política local.

    La situación que describes ilustra un fenómeno de desconexión entre el crecimiento poblacional y los cambios políticos locales. Es decir, mientras el pueblo crece y se transforma físicamente, las estructuras de poder permanecen estancadas en un modelo anterior, cercano a lo que llamas "espacios clientelares de dominio y favor". Estas redes clientelistas, donde el poder se mantiene a través de favores y lealtades, siguen siendo un pilar fundamental para la permanencia de estas élites. La sociología política tiene mucho que decir sobre cómo estos sistemas de poder se adaptan (o no) a los cambios sociales, y tu estudio de Valdemorillo puede ofrecer una contribución valiosa en este sentido.

    ¿Cómo ves que estos grupos de poder han manejado el cambio en términos de urbanización y modernización? ¿Hay resistencia activa a la participación política de los nuevos residentes, o es más bien una cuestión de que las urbanizaciones no han logrado movilizarse de forma efectiva?

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  3. La situacion se seguirá manteniendo mientras la mayoría de los vecinos de las urbanizaciones prefieran ser "independientes" del Ayuntamiento. Eso sí, para mantener unos conserjes y/o señores que estén a su servicio o tener unos clubs sociales que nada tienen que ver con las obligaciones de una EUCC. Siempre, obligando a todos a pertenecer a esas EUCC que son ilegales, alegales o lo que sea, menos legales. Para esas cosas debieran formarse asociaciones voluntarias, pero, nunca una EUCC.
    Mientras, el Ayuntamiento, se ahorra un dinero, retrasa la disolución de las EUCC y persigue al que no paga.
    Yo no creo que los que gobiernan ahora sean caciques, son otra cosa, no les veo con tanta influencia, aunque, he de reconocer, que tienen el mango de la sarten y, a los cuatro, que estamos piando, nos escuchan en los plenos y luego nos ignoran totalmente.
    No podemos dejar de ver que, algo se está moviendo, es verdad que muy despacio.
    Habrá que insistir.
    Pasadlo bien. Andrés

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  4. Me parece un relato excelente sobre los países soviéticos,parece sacado de la extinta RDA.

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