Aunque no hay evidencias que demuestren que ingerir amianto a través del agua sea canceroso, es crucial la sustitución de estas tuberías.
EL CAMBIO PODRÍA ASUSTAR A LAS EUCC DE VALDEMORILLO.
El Canal de Isabel II lleva desarrollando una campaña, tras la prohibición del fibrocemento. Sin embargo, el gobierno municipal está informando de manera parcial sobre el verdadero alcance económico de este tema, lo que podría causar un susto a los vecinos de las EUCC.
La opacidad disminuye la confianza de los ciudadanos que, sin información, no pueden participar de manera instruida en las decisiones, dando lugar a la proliferación de rumores que reducen la eficiencia administrativa, debilitan la rendición de cuentas y pueden llevar a una crisis de legitimidad. Por estas razones, la transparencia es fundamental para una gobernanza efectiva, justa y democrática.
Aunque no hay evidencias empíricas que demuestren que ingerir amianto a través del agua sea peligroso, es crucial la eliminación y sustitución de estas tuberías por materiales que no sean potencialmente dañinos para la salud pública. El fibrocemento puede volverse peligroso cuando envejece, se desgasta, se fracciona o por cualquier otra causa provoque la producción de polvo de amianto o la dispersión de sus fibras. Esto se debe a que, aunque ingerir amianto no se ha demostrado peligroso, inhalar grandes cantidades de sus fibras sí puede llevar a enfermedades graves como el cáncer o la asbestosis, como está ampliamente documentado. Por ello la Asociación Española de Abastecimiento y Saneamiento (AEAS) subraya la importancia de reemplazar estas redes para evitar cualquier riesgo potencial.
El Canal de Isabel II está procediendo a cambiar las tuberías de suministro de agua. Esta empresa pública, responsable de la gestión en la Comunidad de Madrid, está sustituyendo las tuberías de fibrocemento que contienen amianto por otras de materiales más seguros y modernos. Para mejorar la infraestructura de suministro de agua y garantizar la salud pública, eliminando cualquier riesgo potencial asociado con las tuberías antiguas de fibrocemento.
NOTA
El fibrocemento, una mezcla de cemento y fibras de asbesto, fue utilizado en la construcción debido a su durabilidad y resistencia. Sin embargo, por los riesgos para la salud fue prohibida en 2001 en la Unión Europea y en España. A pesar de ello, existen muchos kilómetros de tuberías para la conducción de agua. La sustitución es un proceso costoso y prolongado, pero imprescindible para eliminar los riesgos asociados con el asbesto.
Jesús González Martín, Profesor e Investigador Titular Jubilado de Construcciones Arquitectónicas y su Control de la Universidad Politécnica de Madrid.
En 2001 vivía en Berlín, al poco tiempo de enterarnos que el fibrocemento podía ser cancerígeno empezaron a cambiar las tuberías que se habían realizado con amianto. Sin embargo en España hemos necesitado 23 años para que se proceda a esa modificación. A costa de algún retoque realizado en el Canal de Isabel II
ResponderEliminarSólo bebo agua embotellada, nada del grifo
ResponderEliminarUsted puede tomar agua de donde quiera pero por favor no asuste cuando no hay razones objetivas reales para hacerlo
EliminarEl uso de tuberías de fibrocemento especialmente fabricadas antes de los ochenta, plantea riesgos potenciales para la salud debido al contenido de asbesto. El material está compuesto por fibras que pueden liberarse si el material se deteriora; estas fibras son microscópicas y pueden ser inhaladas y causar fibrosis del tejido pulmonar.
EliminarCon el tiempo, el desgaste de las tuberías de fibrocemento puede llevar a la liberación de partículas de asbesto en el agua potable y aunque es menos peligrosa que la inhalación, sigue siendo un riesgo.
La extracción o el manejo de tuberías de fibrocemento sin las precauciones adecuadas puede liberar grandes cantidades de fibras de asbesto al aire, por lo que es necesario que solo profesionales capacitados y equipados con la protección adecuada retiren estas tuberías. El peligro del agua procedente de las tuberías de fibrocemento radica principalmente en el potencial de liberar fibras de asbesto, un material tóxico. Es crucial abordar este problema a través de una gestión cuidadosa, sustitución de tuberías obsoletas y cumplimiento estricto de las regulaciones de seguridad.
En Cerro1 se lleva tratando el tema desde hace unos años. La sustitucio de las tuberias y depuradoras, a costa de los vecinos. Unos cuantos millones. ¿Para qué pagamos IBI? Es un beneficio para el ayuntamiento que se lava las manos y segun proponen, se harian (?) cargo del proyecto. Como siempre, veo las obras de canalizacion en el pueblo y siempre me pregunto ¿por qué somos menos los del Cerro ú otra urbanización?
ResponderEliminar