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La nueva tasa de podas, y el fuego, debe plantearnos que:

 

POR RAZONES DE SEGURIDAD Y ECONOMÍA, LAS ARIZÓNÍCAS DEBEN ELIMINARSE

El artículo 833 del Código Civil establece el derecho de los propietarios a vallar las parcelas, siempre y cuando se respeten ciertas condiciones, como los pasos. Es importante tener en cuenta que las normativas pueden variar según la comunidad autónoma. Por lo tanto, es fundamental consultar las regulaciones locales y autonómicas para asegurar cumplir con los requisitos específicos en cada caso.

Además, al vallar, es esencial considerar no solo los derechos propios, sino también los derechos y obligaciones de los vecinos y cualquier normativa municipal aplicable, especialmente en lo que respecta a cuestiones como el uso del suelo, la protección del medio ambiente y la ordenación del territorio.

LA NUEVA PROPUESTA DEL AYUNTAMIENTO A LOS RESTOS ARBÓREOS Y DE PODAS.

Como ocurrio recientemente en Valencia, el aire, junto con la propensión al fuego de las arizónícas (Cupressus arizóníca), podría ser razón para replantearnos el uso de estas plantas como separación entre parcelas, por su inflamabilidad y capacidad de propagación del fuego, ya que podrían representar un riesgo considerable en áreas propensas a incendios donde la seguridad es una preocupación. En este sentido, la consideración de sustituir las arizónícas por otras plantas o métodos de separación visual que ocupen menos espacio y requieran menos mantenimiento parece una medida prudente y responsable. Algunas alternativas podrían incluir el uso de setos menos inflamables, como ciprés, laurel o boj, o bien, optar por vallas u otros materiales no combustibles para delimitar las parcelas.

Es importante que cualquier decisión tomada por el Ayuntamiento tenga en cuenta tanto la seguridad pública como la estética y el impacto ambiental. Además, es fundamental involucrar a los residentes y propietarios de parcelas en el proceso de cambio, brindándoles información y opciones para que puedan contribuir de manera activa y consciente a la transición hacia soluciones más seguras y sostenibles.

NORMAS SOBRE LA DISTANCIA DE SETOS, EN MEDIANERAS ENTRE PROPIEDADES

El artículo 591 del Código Civil, y las regulaciones municipales correspondientes, suelen establecer normas sobre la distancia a la que se pueden plantar setos, cerca de las vallas o medianeras entre propiedades y con el tiempo, el crecimiento de las plantas puede invadir la propiedad del vecino si no se toman las precauciones adecuadas. En muchos casos, la poda de plantas que crecen desde la propiedad de un vecino hacia la propiedad del otro puede ser un tema delicado y sujeto a regulaciones específicas. Por lo tanto, es esencial que los propietarios se comuniquen entre sí y lleguen a acuerdos mutuos sobre cómo manejar los setos medianeros

Y cualquier situación relacionada con las plantas que crecen cerca de las fronteras de las propiedades. En última instancia, la cooperación y el entendimiento entre vecinos pueden ayudar a prevenir conflictos y garantizar una convivencia armoniosa.

La arizóníca es una conífera exótica muy resinosa e inflamable, cuyos setos muy podados entrelazan sus ramas verdes y no dejan pasar la luz, dejando las hojas y ramitas secas en el interior. Esto genera una carga de combustible muerto que, cuando arde, es difícil pararlo. Además, su forma geométrica, especialmente la parte superior plana, es una excelente captadora de pinocha y otros restos y, en caso de incendio, receptora de pavesas. Esto, junto a que es un foco frecuente de alergias a la población, convierte a este tipo de vegetación ornamental en poco recomendable para nuestras urbanizaciones. Es preferible que los cerramientos de las parcelas sean de material incombustible, mediante muros o vallado metálicos con lamas, aunque si se pretende seguir utilizando vegetación en forma de setos, al menos que éstos tengan poca carga de elementos finos, dejen pasar el aire y la luz, y mantengan bastante agua en las hojas. La hiedra, el aligustre, el boj, son ejemplos de setos más resistentes a la ignición y propagación de incendios. La clave de un jardín bien

 

4 comentarios:

  1. Fernando Rodriguez de R25 de febrero de 2024, 19:17

    ¡OJO YA HAY MUCHA EXPERIENCIA!
    Sin embargo, a pesar de sus ventajas, ahora desventaja por el asunto de la tasa a la poda, los setos de arizóníca presentan varios riesgos y desventajas que pueden superar sus beneficios. Algunos de estos problemas incluyen:
    • Altamente Inflamable: La arizóníca es altamente inflamable y puede actuar como un acelerador del fuego en caso de incendios forestales o urbanos. Su alto contenido de resina la hace propensa a arder rápidamente y con intensidad.
    • Propagación Rápida de Incendios: La densidad de los setos de arizóníca y su capacidad para secarse rápidamente pueden permitir que los incendios se propaguen rápidamente a través de ellos, representando un peligro no solo para la propiedad donde están plantados, sino también para áreas circundantes.
    • Competencia con Especies Nativas: La arizóníca, al ser una especie exótica, puede competir con las especies nativas por recursos como agua y luz solar, lo que puede afectar negativamente a la biodiversidad y la salud del ecosistema local.
    • Pérdida de Hábitat para Especies Autóctonas: Los setos de arizóníca pueden ofrecer un hábitat pobre para la fauna local en comparación con los setos compuestos por especies nativas. Esto puede contribuir a la pérdida de biodiversidad y a la disminución de poblaciones de aves, insectos y otros animales que dependen de entornos naturales para sobrevivir.
    • Requiere Mantenimiento Regular: A pesar de su rápido crecimiento, los setos de arizóníca requieren mantenimiento regular para mantener su forma y salud. Si no se podan adecuadamente, pueden volverse desordenados y difíciles de manejar.
    Por todas estas razones, hay considerar alternativas a los setos de arizóníca que sean menos inflamables, más amigables con el medio ambiente y que fomenten la biodiversidad local. La elección de especies nativas y resistentes al fuego puede ayudar a mitigar los riesgos asociados con los setos de arizóníca y contribuir a la protección y preservación de los ecosistemas urbanos y forestales.

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    1. Gracias Fernando, un ingeniero de montes como tú esta en condiciones de dar opiniones muy válidas a las personas que pusimos como primera instancia de setos las arizónicas y que forman parte de la costumbre del lugar es extraño ver en las urbanizaciones de Valdemorillo que los vecinos ponen otra cosa diferente al seto de arizónicas ,a pesar de que efectivamente son un riesgo importante para el fuego. Estoy convencido que no es la mejor solución para cerrar una parcela, y por eso no solamente quitaré las que existen actualmente mi parcela , también esortare a los vecinos para que hagan lo mismo

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    2. Debería ser el Ayuntamiento quien exhortara a los vecinos para eliminar las arizónicas En épocas de barbacoas siempre nos dan algún susto

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  2. No cabe duda de que la vida nos va enseñando cosas. Yo las puse a primeros de los 90, hace dos años quité un lateral, tengo la idea de quitar las que dan a la calle, pero, las de atrás no las voy a quitar, hasta que el vecino de la esquina quite el contenedor de barco que tiene pegado a la valla y que de cuya contemplación puedo disfrutar, cómo si se tratar de una obra de arte, "más que moderno", todos los días. Es por eso que, he dejado, que las arizónicas, crezcan a lo alto todo lo que quieran. Lo siento, estoy chapado a la antigua y el arte post-moderno me va poco o nada.
    De cualquier forma, no estaría demás, que, el Ayuntamiento, echara una mano en este asunto. Por ejemplo: El año que se quite un lateral de la parcela de arizónicas no se paga la tasa de podas.
    Algún día plantaré adelfas de diferentes colores. Me encantan sus flores. ¡Mira! No estaría mal: La tasa de podas para las adelfas.
    Pasadlo bien. Andrés

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