Ante el horror de Gaza

Solo le pido a Dios: Que la guerra no me sea indiferente…

Imposible humanizar la guerra. Es un crimen contra la humanidad y mucho más cuando alcanza la dimensión de limpieza étnica, como está sucediendo ahora en Palestina. No hay palabras para describir lo que está pasando. Las imágenes hablan por sí solas. Nos queda el estupor, la indignación y la Esperanza.

El Adviento es un tiempo de Esperanza que llega para renovar el corazón de los hombres y mujeres de buena voluntad al traer consigo un grito por la Paz cerca de un lugar donde nació Jesús.

La historia de este conflicto nos lleva hasta 1917, cuando el gobierno británico expresó su apoyo al establecimiento de un estado judío permanente en Palestina con una carta llamada Declaración de Balfour, que reconocía el derecho de los judíos a reconstruir su antigua patria en Palestina. El mandato británico fue poco propicio, y las hostilidades entre los gobernantes británicos, los inmigrantes judíos y los árabes se intensificaron durante los años 20 y 30, con la formación de grupos militantes árabes y judíos. Después de varios intentos de resolver las diferencias entre el sionismo y el nacionalismo árabe, el gobierno británico delegó el problema a Naciones Unidas en 1947.

Sin embargo, no parece ser suficiente el martirio infligido al pueblo palestino, para producir una reacción unánime que ponga fin a la masacre. Por el contrario, se nos reserva la segunda dosis de asombro y rabia ante el desfile de máximos mandatarios internacionales postrándose ante quienes ordenan y ejecutan las matanzas en Palestina. Todos esos representantes políticos son corresponsables de un genocidio. Porque además de no censurarlo o impedir su realización, la justifican, en aras de un supuesto derecho a la defensa que excede todos los límites.

Las víctimas del nazismo son hoy victimarios de la población palestina. Hacía mucho tiempo que no se evidenciaba tanto la distancia existente entre la posición adoptada por este grupo político e institucional y las gentes, pueblos y países a los que pretenden representar. La indignación suscitada por las imágenes de estos días se incrementa doblemente ante las declaraciones solemnes de alineación total de los mandatarios europeos con el Gobierno del principal agresor en este conflicto, tanto en el presente como en el pasado.

Lo que Israel califica como una “tragedia de la guerra”, es un genocidio, al que la ONU se ve, de nuevo, incapaz de hacer frente. Aprovechar la ira desatada por el ataque de Hamás, para  hacerse con el control total de Gaza y perpetuar un campo de concentración para palestinos.

Cientos de miles han abandonado el norte del territorio para huir hacia el sur. Israel se encarga del “apartheid” contra los palestinos de Gaza, es responsable de los crímenes de guerra contra los civiles y los niños en Palestina. La UE, Estados Unidos y la ONU hace años, hace décadas que no hacen nada contra las violaciones de los derechos humanos que comete Israel contra el pueblo de Palestina.

Oración "Sólo le pido a Dios" | PPTSolo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es un monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente

Solo le pido a Dios
Que el engaño no me sea indiferente
Si un traidor puede más que unos cuantos
Que esos cuantos no lo olviden fácilmente…

 

 


Comentarios

  1. Los acontecimientos de Palestina nos enseña la cara más feroz, más inhumana del ser humano. Responder a una salvajada con otra salvajada lejos de solucionar el problema lo encona aun más; tanta destrucción y tanta muerte es el mejor caldo de cultivo para que crezca el odio, la mejor escuela de futuros terroristas. Si fue horrible la matanza de israelitas, que podemos decir del exterminio de palestinos que está llevando a cabo Israel con el beneplácito de la mayoría de los países occidentales.
    El ser humano es capaz de llegar a la luna, pero incapaz de entenderse con sus vecinos. Cuanta más destrucción más odio y más difícil la solución. Cómo es posible que no exista una cabeza pensante, en ambos bandos, que comprenda que las armas nunca van a resolver el conflicto. Qué no nos sea indiferente las guerras; que no empiecen, las guerras son el mejor escenario para que se desaten los peores instintos del ser humano; las guerras son para matar, el que más mata gana, y en esta el más poderoso es Israel, toda su furia va a caer sobre inocentes palestinos. Qué va a ser de esos niños que han visto morir a padres, hermanos o amigos, se han quedado sin hogar sin futuro. Es fácil captarlos para futuras guerras, futuros atentados, el odio ya lo tienen, solo les faltan las armas.

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