Ademas de ser un peligro para los incendios

 Las combinaciones del polen de las arizonicas, con  la contaminación del aire, forman un cóctel muy irritante. 

La coincidencia del periodo de polinización de las cupresáceas permitió se disparen los niveles de contaminación del aire y alergias. Las arizónicas son un peligro y su erradicación sí que sería un recorte inteligente que fuera aconsejado por los servicios municipales a los vecinos de las urbanizaciones.

Tengo el convencimiento que muchos de los que colocaron arizonicas como seto de aislamiento con el exterior en su chalet. Lo hicieron sin conocer los condicionantes negativas que tiene esta planta. Yo aconsejaría, al Poder Municipal que: pidiera a, los viveros de la zona y a los vecinos,  no utilizar arizonicas e intentar cambiar paulatinamente las existentes por  alternativas para el cierre de las parcelas

Las arizónicas son árboles de gran porte de forma cónica, aunque no tan regular como los cipreses. Su principal utilización en jardinería es la formación de setos, porque soportan muy bien la poda para dar lugar a verdaderos muros verdes. El rápido crecimiento es una bendición para los nuevos habitantes de "chalets" cuando plantan estos árboles, y una condena a trabajos s para toda la vida si no quieren que se transforme en una masa desangelada de ramas, que llega a ocupar medio jardín.

Algunos ayuntamientos, por fin, han caído en la cuenta del craso error de la absurda moda de las arizónicas e impiden su plantación en sus ámbitos competenciales, a la vez que promueven y fomentan la eliminación de las existentes y su sustitución por otras especies, como medida preventiva de autoprotección contra incendios y por cuestiones de salud pública.

LA CHISPA DE UNA BARBACOA

Además, los Forestales (APAF) de Madrid ha pedido que no se utilicen arizónicas porque se trata de una conífera, muy resinosa e inflamable, "que supone un factor de riesgo añadido para incendio. Este seto se ha utilizado masivamente en la mayoría de las urbanizaciones de Valdemorillo que se convierten en auténticos polvorines y son también fácil pasto de hongos, pudriciones, enfermedades y ramas secas.

Al mismo tiempo de argumentar esta consideración debemos apuntar que:  es caro y costoso mantenerlo bien, cualquier retraso en su poda hace que ya sea absurdo dominarlas, y van invadiendo espacio y terreno, alcanzando alturas, anchuras y volúmenes que asfixian. Como alternativas, se deberían proponer especies frescas, verdes, floridas, autóctonas, menos combustibles, de mantenimiento fácil y barato como el durillo, madroño, hiedra, madreselva, acebo, aligustre, boj, laurel, lauro …, entre otros.

No consigo explicarme el éxito de esta planta en las urbanizaciones, excepto por la falta de conocimientos e imaginación de los propietarios de las casas de campo. Ya solo las alergias que producen, tanto por el polen inhalado como por contacto con las hojas y ramas escamosas, que llegan a producir urticarias, especialmente cuando se están haciendo los trabajos de poda, serían suficientes. Pero es que además reporta muy pocas ventajas, excepto, quizás, la de formar una pared verde que nos aislé del exterior. Pero eso se habría conseguido construyendo una cerca más alta.

Comentarios

  1. Faenando Perez Aguilar14 de junio de 2023, 15:18

    Tengo la experiencia que usted hace referencia con respecto a la alergia. Mi nieto cuando venía a Valdemorillo se ponía enfermo, hasta que descubrieron que sus problemas estaba en las arizónicas y tenía una reacción alérgica que le impedía respirar correctamente. Tuvimos que quitar toda la valla que teníamos cubierta de arizónicas y pusimos una enredadera que en la actualidad prácticamente ha terminado de cubrir todo el cerramiento.

    También tenemos referencia, s que cerca de mi casa un chalet salió ardiendo porque una chispa de la barbacoa había caído sobre las arizónicas ,y estas se pusieron arder de manera estrepitosa. Hubo que desalogar la vivienda y llamar a los bomberos que hicieron una estropicio importante en el chalet vecino

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  2. Un hongo atacó a las arizónicas de mi valla y produjo unas calvas horribles que ya no se pueden recuperar aprovechando estos espacios producidos por el hongo hemos plantado hiedra que ha ido creciendo y rellenando los espacios que dejó libre el hombro ahora estamos intercalando esta misma piedra en otras zonas hasta eliminar las arizónicas que acudan actualmente tenemos y nos ocupan vas de dos metros en el perímetro de la valla

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  3. El PSOE de Valdemorillo llevaba en su programa electoral, entre otras muchas cosas, creo muy importantes para este municipio, este tema proponiendo una subvención para la eliminación de las arizonicas. Es una pena que la inmensa mayoría de la población pase de la lectura de las propuestas reales y de muy posible realización y solo se fijen en las grandes promesas de muy difícil solucion o incluso en ninguna y solo contemplen el votar a unas siglas o a determinadas personas caciquiles que prometen grandes proyectos de muy difícil realización o incluso ni siquiera con mínimos proyectos. Así nos va, por ejemplo casi 15 días sin recoger basuras y aquí nadie se he levantado de verdad y como esto otras muchas cosas importantes que facilitarían la vida de los ciudadanos. Como vulgarmente se dice “ prometer y prometer hasta meter”

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  4. "Tas quedao corto", amigo: "Y después de metido, nada de lo prometido".
    De otro sitio, y no sé cómo, me viene a la cabeza su final: "... Así suele suceder, al que su intento abandona, porque haya, como la mona, un principio que vencer".
    Ese cansancio de las arizónicas y los años, me han convencido para quitarlas, las estoy podando, poquito a poco y dejando solo su troco y alguna rama limpia, me gusta cómo queda. Su esqueleto limpio, ahora, se va cubriendo de una enredadera verde.
    Siendo el hombre un animal social, nunca entendí esas barreras tan altas que forman algunas arizónicas. Bueno, en algunos casos si, por ejemplo: Uno de mis vecinos, que hace esquina con mi parcela, ha colocado, un contenedor de barco, de esos que deben medir unos tres metros de altura por diez de largo, pegadito a la valla. Así, cuando me siento para desayunar, comer o cenar o dormir la película después de comer, puedo disfrutar de su visión, como si del cuadro de las Meninas de Velazquez se tratara; no me falta la música de las gallinas, del gallo o de algún perro aullando o lastimero. Por eso, las arizónicas que tapan esta obra de arte, las podo por los lados, hasta donde llego y las dejo en altura. Uno se defiende como puede de los incordios. Mejor esto que vendarme los ojos. No son tan malas las arizónicas.
    No perdamos la esperanza, todo llegará y el sábado está a la vuelta de la esquina.
    Pasadlo bien. Andrés

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