Una ex alcaldesa no se presentará a las elecciones de mayo

 

Los políticos municipales, deben saber que también ellos y ellas, tienen Fecha de Caducidad.

Cada político entra en política desde una profesión, que debe retomar después de pasado “su tiempo político”. Evitando, así como sentenció John E. Edward Dalkberg Acton: “Que el poder corrompe y el absoluto corrompe absolutamente”.

Todos aquellos que tuvimos ocasión de conocer el antiguo régimen, la Dictadura Franquista, hemos podido comprobar pasado los años de Democracia, que para algunos el poder de la politica y su erótica, fluye al margen de la lucha por el cambio social, y para quedarse únicamente en un modo de vida a costa de los demás.

Hoy cuando nos enteramos que algún político decide abandonar la política para dedicarse a ejercer su profesión, nos sorprende agradablemente. Tal es el caso de Dña. Gema, la que fue anterior alcaldesa y durante esta legislatura ha sido Concejal de un partido independiente. Gema González, ha decidido abandonar la política para dedicarse ejercer su profesión de Abogada. Esto que debería ser la práctica normal en cualquier ámbito de la vida, para los que se dedican a la política municipal, es un detalle digno tener en cuenta. Ya que el muestrario de políticos “caducos” y agarrados a la “teta municipal” forma parte del panorama político del pueblo de desde hace demasiado tiempo y queremos ser sorprendidos, con nuevas caras, para el mes de mayo.

Con la salida de la política local de Gema deben tomar nota: Pilar López Partida, Luis Entero y Eva…, por poner algún ejemplo.

La vitalidad de una democracia va de la sociedad hacia el Poder, no al revés. No puede existir un verdadero orden político sin un hecho social, por eso es tan importante la formación de las personas y las relaciones de calidad entre ellas. Además, lo procedimental no basta: instalar urnas no es la panacea ni la varita mágica que todo lo soluciona.

Los ciudadanos, debemos poder “estudiar” a los candidatos a cualquier cargo político representativo. Saber cómo son como personas, ponderando bien sus acciones y sus palabras, sin dejarnos deslumbrar por su retórica, ni por la campaña de imagen torticera de algunos. También será oportuno motivar un clima adecuado para que la opinión pública marque con firmeza los límites de lo justo y de lo injusto, de lo que se puede o no se puede tolerar. Y, sólo entonces, delegar en quien deba ejercer la autoridad a nivel local, autonómico o estatal.

A ver si nos enteramos todos: elegir a los concejales no es la única manera de cumplir con la democracia. Opino que es tanto o más importante el hecho de cooperar efectivamente a la formación de una sabia opinión pública.

Y en esta batalla por el progreso personal y colectivo, recomiendo el libro “Factor confianza”, de Stephen M. R. Covey. Pues es esa confianza la que nutre una verdadera innovación, un trabajo en equipo de calidad y gratificante, un honrado liderazgo en lo personal, en lo político, en lo profesional, en lo económico…Ahora que se acercan campañas electorales diversas, vale la pena que tengamos muy presente que: la única manera de tener unos buenos concejales, es lograr una buena sociedad, hombres y mujeres de una pieza, que puedan pensar muy diferente a nosotros, pero con los que se pueda hablar cara a cara y sin agendas ocultas.

Hace años participé en una investigación que tenía como objeto describir las diferencias prácticas de dos grupos con ideologías opuestas. Verbalmente, los separaba un mundo, eran completamente contrarios y sus valores eran, a decir menos, contrapuestos. Pero en la vida real actuaban en el mismo modo y no había una diferencia cuantificable o fácilmente perceptible entre ellos. Las diferencias eran más bien personales e independientes de toda ideología.Creo que este tema, debería suscitar comentarios de calado, que nos deberían servir para conocer mejor nuestro entorno electoral.