¿Debemos exigir?

 

“Stop a políticos deshonestos"

Mi utopía vuela al instante. Porque muchas veces he soñado con esa quimera en la que todos los que gobiernan sean honestos. ¿Quizás, el mérito, de momento, este' en dar un paso hacia un programa informático que impida a los corruptos gobernar? Y sus mentiras sean detectadas desde el móvil.

Creo firmemente, en que los gobernantes deben ser personas preparadas, que el pueblo elige y paga por sus servicios para que hagan ese trabajo. Fundamentalmente porque la regeneración democrática que, la sociedad demanda, se concilia mal, con una actividad de política municipal como medio de vida y sin tener la preparación necesaria para ello. No faltan voces de jóvenes que ponen de relieve lo insólito de las personas que enarbolan la bandera de la regeneración, cuando ya han creado el estado de opinión difícil de modificar. 

Estamos acostumbrados a que los políticos nos engañen, que nos digan una cosa y hagan otra. Esta tolerancia ha hecho que la complacencia del público con las flagrantes mentiras  alcanza niveles insólitos. Nos hemos acostumbrado tanto a que nos mientan, que es parte de un juego en el que todos participamos. 

Hay alguna antigua,.. eterna alcaldesa en Valdemorillo que se perfecciona en el arte de manejar a la gente sólo con el fin de mantenerse en un cargo municipal. Para ello recurre a alguna familia agradecida, e influyente para intentar seguir en el cotarro. Por tal razón parece oportuno, crear un clima adecuado  para que el próximo mayo no tenga apoyos, y que se marque con firmeza los límites para poder ser Concejal. 

Desde luego, algunos de los que repiten en elecciones seguidas, se perfeccionan en el arte de manejar a la gente  con el fin de mantenerse en su cargo. A partir de ahí se anula el respeto que han de tener hacia los demás, y aparece el cinismo corrosivo que degrada los valores de la democracia  y se pone al servicio de algo que tiene mucho que ver con el interés personal, apoyándose en el “pasotismo” de una parte importante de los votos de ciudadanos que son incapaces de darse cuenta del daño que hacen al pueblo.

La vida política tiene un recorrido determinado que coincide con la hartura mayoritaria.  Todos los políticos llevan fecha de caducidad, como  Dña. Gema, ha decidido dejar la política municipal para dedicarse a su profesión. Por el contrario,  la Sra. López, parece resuelta a seguir, en contra de lo dicho en el pasado y públicamente, que no se presentaría a unas nuevas elecciones. Es justo reconocer que sabe manejarse como nadie, conociendo perfectamente los manejos del debate y no tiene inconveniente en mentir (Thomas Jefferson: “La clave de un buen gobierno se basa en la honestidad.”)

El político oportunista no está solo en su andadura, se halla circundado por una corte de fieles. Pues bien, una reforma que parece imperiosa es la conducente a la extinción del político profesional y a la recuperación de la idea, ya desprovista de toda ingenuidad, dado el posicionamiento social actual, de que en política municipal como una actitud de servicio al interés general y a los demás, no como algo que redunda en el interés particular o como un medio lucrativo de vida. No quisiéramos finalizar, sin antes sugerir algunas líneas de combate contra la corrupción y que exigir para los programas políticos: LA TRANSPARENCIA: las condiciones de opacidad son favorables para el desarrollo de la corrupción, por ello todo sistema que pretenda controlarla, debe incrementar las condiciones de transparencia. LAS ESTRUCTURAS JERÁRQUICAS MEDIANAS y con un carácter abierto y participativo suelen ser sus mejores antídotos. LAS CAMPAÑAS DE EDUCACIÓN EN VALORES es un antídoto contra la corrupción por el reforzamiento de los valores sociales positivos.