El peligro de la procesionaria para el hombre y sus mascotas.

 

Una llamada de atención, para tomarse seriamente.

Se pueden combatir con la colocación de trampas con una feromona1  sintética como cebo. La finalidad es capturar el mayor número de machos en su fase de mariposa, que se sienten atraídos, y caen en la trampa, donde quedan atrapados sin poder salir.

1 Las Feromonas son sustancias que producimos; capaces de modificar el comportamiento, desencadenando una respuesta social.

Durante estos últimos días se ha visto reflejado en el WhatsApp de alguna urbanización. la preocupación por la aparición de los bolsones de la oruga procesonaria colgando de los pinos. Las larvas se apiñan durante el invierno en bolsones que penden de los árboles y en enero no es raro encontrar, en pinos, nidos blancos de la oruga procesionaria. Lo que ocurría sobre los meses de marzo-abril, se está adelantando debido a las suaves temperaturas. Resulta fácil ver hileras de estas orugas, en su marcha anual para buscar un lugar donde enterrarse y empezar su metamorfosis.

La procesionaria es un lepidóptero, un insecto que provoca la caída de las acículas de los pinares. Las larvas están cubiertas de pelos urticantes que se desprenden y flotan en el aire, por lo que pueden provocar irritación en oídos, nariz y garganta y reacciones alérgicas, ya que poseen una sustancia urticante.

El ciclo de la vida de la procesionaria comienza en verano. Entre los meses de junio y septiembre, se produce la eclosión de las crisálidas, la cópula de las mariposas, la puesta de huevos en los pinos y la eclosión de los mismos. Más adelante, cuando llega el otoño, de octubre a diciembre, tiene lugar el desarrollo larvario y la formación de los nidos en las copas de los pinos. Finalmente, entre febrero y mayo se realiza el enterramiento, después de que las orugas bajen de los árboles. Entonces, se pone punto y seguido al ciclo, que vuelve a comenzar de nuevo.

¿Cómo se controla?: Con una inyección que se aplica directamente en el tronco del pino y permite la administración de dicha solución, consiguiendo así que la plaga que está intentando alimentarse del pino se vea afectada por el producto. Otro método consiste en la colocación de trampas con una feromona sintética como cebo. La finalidad es capturar el mayor número de machos en su fase de mariposa, que se sienten atraídos, y caen en la bolsa de recolección, donde quedan atrapados sin poder salir. El trampeo reduce la probabilidad de encuentro entre machos y hembras, lo que se traduce en una reducción muy significativa del número de hembras fecundadas. En este caso, es fundamental realizar el trampeo masivo todos los años sin interrupción para lograr mantener la población en niveles bajos. He visto estas trampas en varios comercios especializados, también las venden en Amazon

Sin embargo, el mejor método de control sería el propio equilibrio de la naturaleza, si esta no se viera alterada, ya que cuenta con numerosos depredadores como pájaros, hormigas rojas, avispas o murciélagos. También con unos hongos Cordyceps, cuyas esporas quedan atrapadas entre los pelos de las orugas en su descenso a tierra en primavera. El soterramiento de estas esporas y la humedad de la tierra favorece la germinación de los hongos sobre la crisálida, matando a la mariposa. Además, las orugas son altamente tóxicas para nuestros perros, el principal problema radica en los pelos que recubren su cuerpo, los cuales tienen una enzima que al entrar en contacto con la piel o mucosas producen necrosis y destrucción de tejidos. ¿Qué pasa si un perro huele una procesionaria?

El perro puede entrar en contacto con los pelos urticantes de las orugas, al olfatear el suelo y toparse con una o con un nido abandonado. Pudiendo producir asfixia por hinchazón de las vías respiratorias.

La reacción tras el contacto con la procesionaria del pino es inmediata:  se inflama la lengua y aparece una coloración roja o amoratada, aparecen ampollas con líquido y úlceras que pueden producir pérdidas de alguna parte de la lengua. Cuando un perro se intoxica, las consecuencias más habituales son la aparición de dermatitis cuando el contacto se ha producido en la piel, problemas de estómago en caso de que se la haya comido, conjuntivitis si el contacto se ha producido en el ojo o una inflamación de la garganta.

En definitiva, la procesionaria es un peligro para muchos animales,  entre los que se encuentra e hombre y los perros. Por tanto hay que controlarla no poniendo en riesgo al resto de la naturaleza.

 

Comentarios

  1. No había leído este articulo. Está muy bien. Esra oruga puede llegar a matar al animal o a dejarle secuelas vitalicias. Si un perro pierde mucha porción de lengua puede llegar el caso de que no pueda beber. Esta plaga es un problema. Cuando hay una plaga es fácil concluir que los elementos de contro natural no funcionan debidamente. Algo los ha afectado. Y esto pasa cada vez con más frecuencia. El impacto del hombre sobre el funcionamiento del medio tiene consecuencia, y aunque se pueden aplicar paliativos artificiales, este impacto empieza a ser preocupante, porque en muchos casos excede nuestro conocimiento y nuestras capacidades. Por ejemplo, esta oruga no produce un veneno, por tanto no existe un antídoto. Es un ácido. Es como tragarse lejía. Solo queda esperar que el animal sobreviva.

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