Transparencia Internacional establece: las reformas del sistema deberían incluir la Ley de Enjuiciamiento Criminal para los que:
Se
aprovechan de los demás, cultivando cualquier cargo en beneficio propio.
Básicamente, el camino que lleva a la
corrupción es una combinación de un entorno propicio, una oportunidad y
una personalidad que, antepone el beneficio individual al interés de los
demás y el cumplimiento de la Ley.
Como conocen mis lectores, de forma frecuente aparece en el blog, algún comentario denunciando corrupción municipal. Pero lamentablemente no se aportan pruebas. Bien es verdad, que la preocupación de los ciudadanos por este tema es creciente y además de ser la segunda preocupación, según la encuesta del CIS.
En
una conversación de hace días, un político de Valdemorillo comentaba algo referente
al proceso que sufrió el Plan General de Ordenación Urbana, en la época que era
alcaldesa Pilar López partida. Este político hacía referencia en cómo se había
redactado el Plan, teniendo en cuenta los intereses de una determinada constructora y
que posiblemente pudo ser la causa principal para que la alcaldesa no pudiera
presentarse, con su partido, en las siguientes elecciones. Pero a continuación,
el tertuliano, esgrimió un argumento, conocido por todos: “¿Porque el alcalde no lo considero
en la Moción de Censura y colocó a la exalcaldesa, nuevamente en tareas de
gobierno?”. El político que argumentaba, finalmente dijo que: el
apoyo, para sacar los votos sufrientes, provenían de familias interesadas en el
fallido PGOU.
Desconozco
cuanta verdad hay en este razonamiento, pero tengo la sospecha que mucha ( y si algún político de la oposición me lo pide intentaría investigarlo) . Lo
cual, pone nuevamente sobre el tapete político, la necesidad de depurar a los políticos que con intereses
personales se presentan y son elegidos, en un entorno democrático previamente adulterado.
La
percepción de la corrupción es caldo de cultivo de más, y termina
siendo, un círculo vicioso muy peligroso, ya que en un pensamiento de que
los políticos hay incentivos para jugar ese juego a fin de no quedar fuera del
“pastel”. Aunque la atracción hacia la picaresca cotidiana también es
compatible con un rechazo ciudadano, donde se une el uso que hacen los partidos
como arma contra sus adversarios y al eco mediático que reciben tanto las
acciones de unos como las reacciones de otros.
La
intransigencia ciudadana frente a la corrupción es de indignación, pero sin
denuncia efectiva, lo cual permite que la picaresca pueda seguir campando a sus
anchas. Pero que parece claro es que: un cambio en la actitud en la gestión
municipal dando facilidad a los vecinos para poder acceder a la información
económica, puede incrementar los costes de la corrupción al existir más
vigilancia para abrir una investigación y poder preparar una denuncia. Lo que
no deben existir son “mentideros”, que se manejen en el pueblo, pero que nadie
investiga.
Para
salir de esta espiral perniciosa hay al menos dos vías: imponer
controles externos que hagan que la decisión de corromperse no salga rentable,
a través por ejemplo del Alcalde a favor de la transparencia. Que la gente
transforme su forma de ver la vida y de actuar. Dicho de otra manera, se trata
de rendir cuentas a los demás, pero no solo en un Pleno hay que permitir que
cualquier ciudadano tenga las puertas abiertas del Ayuntamiento para poder
investigar sin trabas.
Lo
que no cabe la menor duda es que, a través de la educación a largo plazo se
puede lograr un cambio. Lo que se puede hacer a corto plazo es construir
instituciones sólidas, rigurosas, reformando el estado de Derecho para que el
que el corrupto o la corrupta la pague, y para eso hace falta un Gobierno
Municipal que se tome en serio el tema, que dé mensajes claros y que se asuma
que es prioritario elaborar normas de control y seguirlas. Para que esto se
produzca no hace falta una crisis, sino que los políticos se pongan de acuerdo
y no como ocurrió con la moción de censura aprovechada por el interés de
mantener cierto estatus de opacidad.
Transparencia
Internacional establece: las reformas del sistema deberían incluir la Ley de
Enjuiciamiento Criminal, para proteger a quienes denuncien la corrupción,
sistemas más transparentes y controlados de los partidos políticos, establecer
métodos de control interno y de rendición de cuentas en los partidos políticos,
garantizar la independencia del poder judicial, … y un largo etcétera.
Las redes sociales se han convertido en un altavoz desde el que lucha contra la corrupción, este particular ‘altavoz’ le ha servido para desarrollar una labor de sensibilización social sobre el problema de la corrupción
ResponderEliminarEntre otros, el asunto al que hace referencia es muy conocido en este pueblo, lo que ocurre es que los políticos miran para otro lado porque si miran al frente tendrían que trabajar bastante más para cumplir su obligación.
Efectivamente en este pueblo hay personas que desde siempre estar interesados sacar partido el poder a cambio el conceder votos a nivel de toda una saga familiar, que no es necesario denunciar porque es de dominio público.
En casos de miedo, muy comunes en situaciones (como lo es la de los funcionarios), o en casos de denuncias de personas influyentes, se debe permitir realizar denuncias anónimas.