Los partidos políticos han dejado de representar los intereses de los ciudadanos
Parte del quehacer político municipal ha estado ligado a “negocios”, casi siempre en el entorno del “ladrillo”.
Hace tiempo que los partidos políticos han dejado de representar a los ciudadanos; su distanciamiento y falta de credibilidad social es algo tan preocupante como urgente resolver, y la actual sensación general de corrupción política propicia la desconfianza y la indignación, ampliando el divorcio entre los partidos y la sociedad.
¿ALGUIEN SABE SI ESTO VALE LO QUE NOS COSTÓ? |
Muchos nos sentimos secuestrados en el ejercicio de nuestros derechos por organizaciones que monopolizan el poder. Esta partidocracia limita
sustantivamente el ejercicio real de la democracia.
En Valdemorillo, una parte importante del quehacer político municipal ha estado ligado a propósitos de negocio, casi siempre en el entorno del “ladrillo “y transitando por caminos de la mentira, por veredas de deshonestidad y engaño. Afortunadamente también existen políticos, encaminados a buscar codiciosamente ciertos espacios de poder desde donde aplicar principios y normas en bien de la ciudadanía. Movidos por el afán de implementar ciertas ideologías calificadas como progresistas.
Pero
la lid por el poder se asemeja a una suerte de subasta. El que más “puede
invertir” es quien asegura llevarse ese bien que le permitirá recuperar con
creces “lo invertido” y en este camino casi siempre ha estado presente el PP. Alguna
política de este grupo llegó al cinismo de ofrecer: trabajo municipal
y favores comerciales o económicos a cambio del voto, con el ofrecimiento de
que se darían una vez que se ganen las elecciones. A ellos no les interesa ni
la macro política ni la macroeconomía, lo quieren es el voto les represente
ganancia real. Algún candidato lo saben bien, por ello no duda en prometer, con
juramento incluido, que, una vez ganado el poder, inmediatamente les entregarán
un premio y a los pobres se los puede engañar con fruslerías. Lo saben bien quienes
juegan a ser políticos.
A
diferencia de lo ocurrido en otros pueblos de nuestro entorno, en Valdemorillo
nunca el poder político se encargó de buscar fórmulas de inversión para generar
trabajo o calidad de vida. Las inversiones se encaminaba, en muchos casos, acompañadas
de intereses espurios, que tenían como protagonistas el pago de favores y el
cobro de beneficios, fundamentados en la falta de transparencia.
En
este caso los partidos políticos, se presentan ante el ciudadano como un
espacio de discusión sobre los temas electorales. De esta manera, moldean la
opinión pública, opinión que muestra tan sólo una fotografía del instante electoral.
Sin embargo, ha estado determinada por un ciclo político específico, por la
prevalencia de ciertas coyunturas de privilegio, especialmente electorales. Los
partidos actuaron en casos flagrantes, pero sin dar explicación en su toma de
decisiones, como fue el caso en los Populares, de no permitir presentarse a su
habitual, sin ofrecer razones de su actuación, lo cual se tradujo en una merma
de votos para el PP.
Según
el CIS, los partidos políticos son las instituciones más impopulares, en los
últimos cinco años ha empeorado la opinión de la ciudadanía respecto a los
partidos y parece previsible que vaya a peor. En este contexto, la opinión
pública se ha interrogado si las instituciones políticas juegan reglas del
juego democrático.
En el entorno del ladrillo ha estado siempre ligada la prosperidad de Valdemorillo desde los años 70. La construcción de las urbanizaciones, o traer a Valdemorillo a las grandes constructoras que operaban en Madrid, en Boardilla del Monte y Majadahonda cuando en el PP comandaba Romero de Tejada y se producía en la asamblea madrileña el "tamayazo", Afar y San Roman, ha sido un modelo de funcionamiento que se perpetúa hasta la actualidad que deja un rastro de consecuencias, como que en la actualidad el Ayuntamiento tenga una obligación de pago de cerca de 600.000 euros al año con la constructora Afar 4 subscrito por la anterior alcaldesa Pilar López, para satisface una deuda de más de 5 millones de euros en un periodo de 10 años. Es a partir del inicio d los ladrillamos en Valdemorillo que gracias a la afluencia de capitalinos Valdemorillo empieza a generar un tejido comercial y algunas familias empiezan a ver prosperidad. Históricamente algunas afecciones del municipio se perpetúan hasta la actualidad, como la mala comunicación que la que siempre adoleció el municipio y que fue causa de problemas incluso cuando se dedicaban sus lugareños mayoritariamente a la generación y venta de carbón y leña de encina y a su comercialización. Hay dos cosas que se suelen atribuir a Valdemorillo como motores industriales y que no siendo falsas no tienen la relevancia que se les da: una es la definición de pueblo eminentemente ganadero, y la otra la de vinícola. En el primer caso la cabaña ha sido mayoritariamente de animales de tiro y ovino, y en la segunda la producción de uva era escasa y no cubría las necesidades productivas por lo que era necesario comprar excedentes a Valdemoro. Lo que si ha sido es un pueblo en el que la cantera ha tenido relevancia. Pero es a partir de los años 70 que la prosperidad le llega como he dicho por las urbanizaciones y la afluencia de capitalinos, y esta condición se mantiene hasta la fecha, siendo antes la afluencia estacional y ahora permanente. Es este el tren el que se está perdiendo en Valdemorillo, la capacidad económica que supone el aumento sistemático de población, por las causas que ya se han debatido ampliamente en este blog: la inacción y el desinterés del ayuntamiento por integrar a las urbanizaciones con el pueblo, y la falta de servicios sociales de acuerdo a las necesidades poblacionales. La mayor beneficiada es la localidad cercana de Villanueva de la Cañada.
ResponderEliminarHay que tener también en cuanta que el crecimiento urbanístico no es un motor de prosperidad en sí mismo, como muchos pretenden o atribuyen. Nunca antes el pueblo ha tenido tantos habitantes como ahora, y nunca antes el pueblo se ve tan desangelado como ahora. Así que un crecimiento urbanístico por sí mismo no es garantía de prosperidad, salvo para, claro, los tenientes de tierra sobre las que se construiría las nuevas edificaciones; que no es ni de lejos la mayoritaria de los mortales. O sea que la prosperidad estaría muy concentrada en un número muy limitado de lugareño. Es un poco como as fiestas de San Blas, que el ayuntamiento se gasta una pasta en toros, pasta de todos, y ganan dinero algunos bares. La prosperidad no puede ser del municipio en su conjunto, de sus habitantes mayoritariamente, mía no es desde luego.
ResponderEliminarSon estas cuestiones las que un gobierno municipal tiene que tener en cuenta y saber gobernar. Que el pueblo parezca una jardinera ministerial, o que haya led en los pasos de cebra y una bandera que compita con la de la plaza de Colón no es gobernanza, es decoración. Pero en fin, imagino que la oposición estará trabajando en na alternativa gubernativa que contemple estas cuestiones municipales a las que me he referido y que plantee una alternativa de futuro viable para la localidad.
Parece razonable todo lo que apunta Iván. Lo verdaderamente lamentable es que los políticos actuales de la oposición, no han hecho nada por desterrar esta lacra que perdura durante tantos años.
EliminarCuando se produjo la moción de censura el alcalde consultó al su colega de Villanueva de la Cañada que hacer con respecto al pacto con Pilar López Partida, una mujer apartada del PP por razones que conocemos. Es entonces cuando nuestro alcalde perdió toda su credibilidad para quedar a merced de la anterior alcaldesa que sabe perfectamente cómo moverse en este campo.
La presencia de nuevos vecinos, no ha servido en ningún caso para mitigar el caciquismo de las familias poderosas, en este pueblo que desde antaño están marcando la pauta de sus intereses, nopero que podía interesar al pueblo de Valdemorillo.
Por eso la transparencia, el acceso a la información pública y las normas de buen gobierno deben ser los ejes fundamentales de toda acción política. Porque si los ciudadanos de Valdemorillo conocemos cómo se toman las decisiones que les afectan, cómo se manejan los fondos públicos o bajo qué criterios actúa el gobierno municipal, se empieza a responder a una sociedad crítica, exigente y que demanda participación en la toma de decisiones. Esta transparencia, frente a la idea de secreto y reserva, refuerza el carácter democrático de cualquier administración pública ya que queda sujeta al control ciudadano.
Iván, me parece oportuno que tengas conocimiento de una realidad que nos afecta a todos.
EliminarLa transparencia no es un principio nuevo en la actuación de las Administraciones públicas. recogido en el artículo 105 de nuestra Constitución. Se indica que: la ley regulará “el acceso de los ciudadanos a los archivos y registros administrativos, salvo en lo que afecte a la seguridad y defensa del Estado, la averiguación de los delitos y la intimidad de las personas
.
Un Ayuntamiento transparente debe asumir el compromiso de comunicar a la ciudadanía toda aquella información pública que obra en su poder, que sea relevante o en la que esté interesada cualquier persona. Solo de esta manera podemos conseguir que los ciudadanos y ciudadanas sean partícipes de la gestión de lo público y puedan exigir la mejora de los servicios públicos que utilizan.
Pero aquí el oscurantismo y la falta de organización de los archivos hace casi imposible esta posibilidad. Además cualquier persona debe ejercer su Derecho de acceso a la información pública para solicitar toda aquella información que posee el Ayuntamiento pero que no se publica en el Portal, y no debe ser necesario identificarse para poder pedir, bastando en muchos casos con facilitar un correo electrónico.
Si, claro, la transparencia es fundamental para que cualquier ciudadano esté informado, e incluso para que pueda adivinar por donde va el entramado de intereses y a quienes beneficia realmente la acción de gobierno. El tratamiento de la información es poder, manipulación... nada más ver a los medios, todos con serios problemas financieros pero todos bien cegados de dinero, muy pocos, trasparentes. Que la información no sea transparente dice mucho de un político que se define demócrata, lo primero, que no es demócrata.
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