Finalizando el año 2022
Ultima Carta abierta al Alcalde de Valdemorillo.
Un buen alcalde es aquel que ejerce sus atribuciones,
entre las que están: presidir las sesiones del Gobierno Municipal y saber
adoptar las medidas que entienda necesarias para el cumplimiento de los
cometidos municipales.
ESCUCHAR
A LOS VECINOS Y SABER PARA QUÉ ESTÁS.
Cuando
digo escuchar me refiero a atender a lo que dicen e intentar comprender sus argumentos, para lo que es necesario ser
una persona accesible, con la vecindad para que se sienta cómoda y bien recibida. Que
sepan que se les va a escuchar, y que al salir de una reunión conozcan cuál es la postura que se toma para solucionarlo o no, justificado y explicado con propiedad
y con la ley. Porque también es lícito tener opiniones distintas, conociendo para qué estás ocupando el puesto que representa a los
vecinos.
Siempre
he sostenido que hay alcaldes y
alcaldesas que no supieron para qué estaban, cuál era el
mandato. Creo que no lo sabían por qué no le han dedicado suficiente tiempo,
perdidos en la vorágine de conseguir llegar a la alcaldía sin saber muy bien
para qué, o sabiéndolo claramente con verdaderos intereses espurios.
Pero
si no tienes la visión de futuro de a dónde va el Valdemorillo que diriges y si no sabes cómo quieres que sea, no
puedes saber qué pasos tomar para mejorar, no tienes un proyecto de
acción, una estrategia que contenga los pasos que optimizaran el futuro de Valdemorillo.
Hay que enterarse definitivamente que, la mayoría de sus habitantes viven en las urbanizaciones; unas urbanizaciones que fueron ejecutadas con intereses especulativos, favorecidos por la pasividad “consentida” de Gobiernos
Municipales.
Los vecinos y vecinas confían en que esa persona, a la que están votando, será capaz de adoptar las medidas necesarias que promuevan mejoras en su vida, entre las que están las infraestructuras básicas, agua, luz, alcantarillado, pero también aquellas que promuevan el desarrollo personal y colectivo entre las que están la cultura y propiciar el trabajo..
Debo terminar con un atisbo de esperanza,
fundamentada en que en el artículo 148.1. 2.ª de la Constitución afirma
que las Comunidades Autónomas podrán asumir competencias en las alteraciones de
los términos municipales comprendidos en su territorio, así como, en general,
las funciones que correspondan a la administración del Estado sobre las
corporaciones locales y cuya transferencia autorice la legislación sobre
régimen local.
Las competencias municipales en España se
desarrollan en el ámbito del municipio y la institución que se
encarga de su gobierno es el Ayuntamiento. Hay un grupo de competencias y
servicios que deben prestarse por igual para todos los municipios, sin embargo,
a mayor población mayor número de competencias cedidas al nivel local.
Buenas noches Carmen, a este alcalde no se le conocen razones para pensar que aprovecha su paso por el Ayuntamiento para enriquecerse. No hizo grandes obras, como tampoco gestiones repletas de un marcado interés económico. Pero sin embargo está pasando por el Consistorio con más pena que gloria, al no haber resuelto el “momio” de las urbanizaciones. Algo de lo que no tiene culpa, pero que sin embargo prometió, electoralmente, buscar soluciones.
ResponderEliminarComo ya he contado: en la primera parte de la legislatura, ofrecía una imagen distinta de dialogo de tintes democráticos que marcaban el camino de la esperanza, pero finalmente la inercia del poder valdemorillense le arrastró, para realizar más de lo mismo, sin tener en cuenta sus promesas electorales.
Como bien sabes Carmen: la sociología de Valdemorillo ha estado cambiando con el aumento de la población y sin alharacas urbanísticas. Está poblando las urbanizaciones por gente joven que no sabe nada de los orígenes de las mismas y que tiene poca idea de las EUCC. Y se ha encontrado, como en Cerro 2, una urbanización recepcionada por el Ayuntamiento por intereses, sin luz y con problemas por no haberse cumplido el obligado cumplimiento de un Plan Parcial.
La gestión interna del mismo consistorio no ha cambiado, y una parte importante de sus trabajadores, están por “designación digital” y un secretario marcado por un pasado político "algo oscuro" que conoce y calla. Sin embargo, debería haber cambiado la dinámica laboral del Ayuntamiento hacia mayor eficacia, con menor cantidad de personas (algunas casi ociosas). Eso tampoco ha sabido mover este alcalde, haciéndose llevar por la inercia natural de una Administración Pública laxa.
Un Ayuntamiento con ese presupuesto y número de habitantes, debería haber optado por ofrecer alternativas de inversión para que se crearan puestos de trabajo y no dejarse dominar por las familias adineradas del pueblo, que ya disponen de hitos políticos referenciales suficientes.