La Transversalidad antídoto del Clientelismo Caciquil,

Instaurado hace años en Valdemorillo.

Este tema lo he podido tratar con ciudadanos concienciados de la realidad política que llevamos arrastrando. Muy pocos políticos municipales son capaces de ofrecer una visión algo ilusionante para superar el lastre arrastrado por gobiernos interesados en provechos, y materializados en hechos, durante demasiados años de vida democrática.

La Restauración borbónica, nos permitió descubrir complejas relaciones entre el poder político y las “clientelas locales”. Hoy la alternancia se sigue nutriéndose con caciques basados en el patronazgo que favorecen, desde posiciones de poder, a algunos vecinos para garantizarse su apoyo y fidelidad. Sin embargo, a pesar de haber pasado a un nuevo estatus político. Todavía, en este pueblo, sigue existiendo Caciquismo Clientelar como eje central del sistema político. 

Con Franco, algunos oligarcas locales crecieron como caciques omnímodos, y muchos de ellos se hicieron ricos. 

Algún partido de la derecha de este pueblo, todavía sigue funcionando internamente con  la necesidad de publicitar al líder  con arreglo a las normas y usos del caciquismo. "Quien se mueva, no sale en la foto", fue una frase famosa de Alfonso Guerra: una advertencia para que nadie sacara los pies del plato, atreviéndose a disentir o a pensar por sí mismo, porque serían eliminados. 

Pero el tema fundamental de este nuevo comentario se fundamenta esencialmente en que el ciudadano de las urbanizaciones no repara en las personas que forman parte de los partidos, tampoco importa demasiado su procedencia. Se votan siglas, que marcan una realidad local  algo diferente a la ideológica, si es que existe  ideología concreta.

En esta crisis se ve reflejada, la realidad y un cierto descontento de las Urbanizaciones, por la gestión  de este pueblo. De no haberse enterado los políticos, que   existe una diferencia compleja entre Pueblo y Urbanizaciones que el Poder Municipal no ha sabido solucionar. Una potestad, dominada por un grupo influyente de familias del pueblo, que han hecho caso omiso a este problema que representa una mayoría censal. 

Hay que buscar otra forma de ideología política y gestión municipal.

Debería aparecer, en las elecciones locales, de dentro de unos meses, otra forma de tendencia que pretendiera superar las ideologías, con un movimiento transversal que defienda un nuevo proyecto y consienta un eje de intereses colectivos para un nuevo Valdemorillo, que esté por encima de partidismos, que eliminen la tendencia de “Clientelismo”, que perdura en democracia.

Para ilustrar este asunto, vuelvo a hacer referencia al CIS que corrobora la clave que le permitió, a Juan Manuel Moreno, alcanzar la mayoría absoluta en los comicios andaluces. El líder andaluz convirtió al PP en una fuerza política TRANSVERSAL. Su estilo moderado permitió imponerse entre los votantes que procedían de todos los estratos sociales posibles. Una maniobra que no supieron considerar los socialistas. Estamos hartos de mensajes cuya única intención sigue siendo: derrocar al contrario que piensa de otra forma. La Nueva Política TRANSVERSAL, debería favorecer al mayor número de personas posibles de este pueblo; algo que hasta ahora los partidos gobernantes en Valdemorillo no supieron hacer.

Con la Transversalidad, se superarían las diferenciaciones ideológicas, sin negar ni venerar cualquier forma de pensamiento, sino buscar el Nexo Común inherente como humanos,  que permita un eje que nos mejorará, para sacar a la luz los intereses colectivos por encima de los propios.

Esta nueva corriente política, debería marcarse un Plan integrador de manera que, se aparcaran las viejas tendencias, y señalara un futuro próximo de las urbanizaciones de Valdemorillo, para su integración en el pueblo y propiciando, al tiempo, una forma de crecimiento urbanístico enfocado a la aproximación y su integración dentro del ámbito de un PGOU, mirando a la realidad sociológica de Valdemorillo para descartar interés especulativo del pasado reciente.