El hombre que solo piensa en vivir, no vive ( Sócrates)

 

Morir forma parte del ciclo de la vida, sin embargo, lo difícil es aceptarlo.

El testimonio poético del periodista Jesús Quintero ("el loco de la colina") antes de su muerte, nos viene a decir que es el destino que todos compartimos. Nadie escapa a ella y puede considerarse  el mejor invento de la vida porque  elimina todo lo viejo para hacer sitio a lo nuevo. Lo de hoy, también algún día se irán poniendo viejo y desaparecerá. Nuestro tiempo es limitado, no lo pierdas viviendo la vida de otros y sin  que el ruido de las opiniones ahoguen tu propia voz.

La sabiduría de los años de vida demuestra lo que es verdaderamente importante, lo que merece la pena es trascender entre los tuyos como persona buena. Porque el verdadero problema no está en morir sino que la muerte nos agarre impróvidos ante la ingrata sorpresa de haber acabado irresueltos, sin haber hecho lo que siempre quisiste hacer. Nos enfrentamos a la muerte como algo ajeno, nadie "quiere irse", vivimos sin cuestionarnos la idea de que mañana posiblemente no despertemos, porque despertar es un hecho, no un milagro. La muerte no tiene horario ni orden. Entonces debes  pensar: ¿qué debo hacer?¿qué he de aprender? ¿qué enseñar?  ¿estoy aprovechando mi tiempo? ¿soy feliz? ¿me quiero? ¿quiero a los demás?…..Finalmente la pregunta "del millón", para algunos y algunas: ¿me queda tiempo para restituir "todo lo robado", ya que después de la muerte nada servirá. y la herencia que dejamos está manchada.

La vida no está garantizada para nadie, no la puedes comprar ni asegurar desde tu “trono” para esquivar la muerte. Sin embargo, hasta que eso pase, sigue haciendo planes como si fueras inmortal y comienza a realizarlos como si fueras a morir mañana.

Entonces, si vamos a morir, ¿cuál es el sentido de la vida? Si te haces esta pregunta, es porque tu vida actual está apagada. La vida tiene mucho sentido y el tren solo pasa una vez. Debemos dar las gracias cada mañana por haber existido, por la salud, por haber conocido este mundo, por comer, por convivir con personas maravillosas, por tener una familia estupenda, por una sociedad democrática, por tener derechos, por poseer un trabajo, buenos amigos, aprendido y adquirido el don de la sabiduría con conocimientos increíbles, por haber dejado una huella que otros verán. 

Dice la teoría del caos que “el débil golpe de las alas de una mariposa puede ser la causa de un huracán a miles de kilómetros de distancia”. Planteado de otro modo, ¿alguna vez te has preguntado cómo sería tu vida si hubieses hecho ciertas cosas de un modo diferente?, seguro que sí. Luego viene el arrepentimiento, ¿verdad?...... pero aún tengo vida por delante…

 


Comentarios

  1. No resulta sencillo, morir es difícil y da miedo, sobre todo si no estás solo. Si te quieren y te sostienen, si no hay soledad, es raro desear la muerte. Solo un dolor insoportable, un dolor que resiste a todo, puede tener más fuerza que el amor. Y a veces, ni eso.
    Cuando te quieren mucho y no te dejan, cuando te aman tanto que nunca eres un estorbo, quieres seguir viviendo. Por eso tenemos tanto miedo de desaparecer y perdernos todo, de perdérnoslos a todos, de perdernos ese amor. Aunque hayamos vivido casi un siglo, si queremos y somos queridos de verdad, profundamente, lo raro es tener cansancio vital. La vida no cansa cuando hay amor.
    Yo he vuelto a ver esta semana el rostro de la muerte. No lo recordaba, hace casi 13 años de la primera vez que lo vi en la cara de mi madre. Ni siquiera era consciente de haberlo aprendido, cuando noté sus pómulos desnudos al darle un beso, supe que el momento de inflexión ha llegado.

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  2. Paloma la presencia de la muerte la veíamos tener presente en todo momento de nuestra vida, tan presente como tenemos la vida, tan presente como tenemos la felicidad en un momento determinado. Cuando tenemos presente la muerte muchas de las cosas que hacemos no las haríamos nunca y en ningún caso. Y esto es independiente de las creencias de cada cual lo cierto es que todas las putadas que hacemos a los demás terminamos recibiendolas en nosotros mismos a lo largo de nuestra vida

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  3. En estos momentos estoy sentado en la orilla del mar observando el horizonte; mi alma y mi espíritu se han llenado de profunda satisfacción de poder observar la maravilla que se ofrece ante mis ojos.En un momento en el que tengo por delante menos perspectiva vital de la que he podido disfrutar y ya forma parte del pasado. Regalo a todos mis lectores un poquito de la maravilla ante mis ojos

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  4. Tengo 80 años, soy consciente de que estoy en la recta final. Asumo con tranquilidad que he de morir, no tengo miedo a la muerte. He visto muchas muertes, he visto muchos hombres y mujeres aferrarse a la vida, resistirse a morir. No tengo miedo.
    Mi vida ha sido como la de tantos con sus luces y sus sombras, con muchos proyectos que se quedaron en el camino, con muchas acciones que no debieron ser.
    Las religiones intentan dar sentido a la vida, aseguran que existe un más allá, no lo sé. Cuando muera dejaré seres a los que he querido y amado; algo dejamos aquí ellos nos recordarán y hablarán de nosotros.
    Mirando a nuestro alrededor vemos un mundo injusto, una gran parte de los habitantes de este planeta sufren y mal viven, somos unos privilegiados, vivimos en la parte rica, en los países de la abundancia, también de la desigualdad quizá por eso hay quien se aferra a la vida, quizá tengamos que arrepentirnos de nuestra pequeña contribución al mal vivir de otros.
    A pesar de los remordimientos, a pesar de dejar esta vida en muchos aspectos maravillosa, no temo la muerte.

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  5. Letra:
    Gracias a la vida que me ha dado tanto.
    Me dio dos luceros que, cuando los abro,
    perfecto distingo lo negro del blanco,
    y en el alto cielo su fondo estrellado,
    y en las multitudes el hombre que yo amo.

    Gracias a la vida que me ha dado tanto.
    Me ha dado el oído que, en todo su ancho,
    graba noche y día grillos y canarios,
    martillos, turbinas, ladridos, chubascos,
    y la voz tan tierna de mi bien amado.

    Gracias a la vida que me ha dado tanto.
    Me ha dado el sonido y el abecedario,
    con él las palabras que pienso y declaro:
    madre, amigo, hermano, y luz alumbrando
    la ruta del alma del que estoy amando.

    Gracias a la vida que me ha dado tanto.
    Me ha dado la marcha de mis pies cansados;
    con ellos anduve ciudades y charcos,
    playas y desiertos, montañas y llanos,
    y la casa tuya, tu calle y tu patio.

    Gracias a la vida que me ha dado tanto.
    Me dio el corazón que agita su marco
    cuando miro el fruto del cerebro humano,
    cuando miro el bueno tan lejos del malo,
    cuando miro el fondo de tus ojos claros.

    Gracias a la vida que me ha dado tanto.
    Me ha dado la risa y me ha dado el llanto.
    Así yo distingo dicha de quebranto,
    los dos materiales que forman mi canto
    y el canto de ustedes que es el mismo canto,
    y el canto de todos, que es mi propio canto.

    Gracias a la vida que me ha dado tanto.

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  6. Miguel Angel Barroso Lanza6 de octubre de 2022, 20:41

    Desde el mismo momento en que nacemos, vamos muriendo un poco, vamos en camino a esa meta final que es la muerte y que es la univa verdad categórica que tiene una vida que no es mas que una carrera de obstáculos.
    Nadie quiere morir porque siempre hay algo o alguien quer nos aferra a la vida y que sabemos que una vez cruzado el umbral que separa la vida de la muerte, damos fin a esa vida material que hemos sufrido o disfrutado.
    No le tengo miedo a la muerte, en absoluto porque como creyente, se que es una apertura a algo bueno prometido, a volver a formar parte de un todo que en un momento se desprendió para introducirse en nuestro cuero material.
    La muerte no es el final se canta en las Misas por militares que se van y estoy plenamente convencido de ello.

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    1. El sentido de la transferencia es un aditamento importante del que disponemos los cristianos. Pero las circunstancias hacen cada vez más difícil esta creencia

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  7. Siempre nos hace reflexionar sobre temas importantes, profesor, pero pocas veces tan trascendentes como éste. Como ya se ha comentado, creo que la consciencia tranquila de la muerte nos ayuda a apreciar los momentos que de verdad nos merecen la pena y nos enseña (estos particularmente es lo que a mí más me cuesta) a decir que NO. Somos tiempo. ¿Cuánto? eso casi nunca se sabe. Así que una de las mejores enseñanza de vida es la de aprender a ser selectivos. Con las lecturas, con los viajes, con las personas, con las luchas que emprendemos... Porque no tod@s caben en una vida

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  8. Bonito charco, Jesús.
    Y ahora, ¿Qué? ¿Seguimos dando la vara al Ayuntamiento o lo aceptamos como algo que nos ha tocado en esta vida y a callar? No se puede estar en misa y repicando. Con nuestras quejas, lamentos, protestas, denuncias, escritos, reivindicaciones y demás planteadas al Ayuntamiento, estamos haciendo daño, o así me lo dicen, a unas cuantas personas que, estoy seguro, que hacen lo que pueden, y están convencidos de que trabajan para todo el pueblo, sin distinciones. Y estoy seguro de que lo creen así. ¿Tenemos que seguir pagando nuestras cuotas? ¿Tiene algo que ver el darles un voto más de confianza, con dejar de pagar lo que consideramos injusto?
    Si nos ponemos en plan trascendental, me parece que estamos haciendo un pan como unas tortas, por decirlo fino.
    Pasadlo bien. Andrés

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